Capitulo 24

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FINAL
Eran alrededor de las 10 de la mañana y escucho unos ruidos en la cocina, había logrado descansar luego de una maravillosa noche de amor, abrió los ojos y se encontró con los ojos verdes que lo volvían loco, era ella la mujer que amaba, por la que movería cielo y tierra, por ella, solo por ella seria feliz.

D- Buenos días Victoria – dijo dándole un suave beso en los labios- como amaneciste?
V- Buenos días – dijo saboreando aquel beso- mucho mejor sabiendo que estas aquí conmigo – abrazandose a el.
D- mmm, prometo que nunca mas saldré de viaje sin ti – dijo besándola apasionadamente.
V- Mas te vale, no soporto estar ni un segundo lejos de ti.

Victoria se levantó para darle de comer a su pequeña fiera, era tan parecida a él, tenía sus ojos y su cabello castaño, y un temperamento fuerte, aunque a la vez era un poco más tranquila que Manuel y Gabriela.

Habían pasado ya 6 años Victoria y Damián se casaron en el palacio de Versalles en una ceremonia por todo lo alto, invitaron a grandes empresarios, familia y amigos de ellos para que los acompañaran, la recepción había sido en el jardín y tenía todo tipo de espectáculos, bailes, acrobacias y demás, todo porque Damián quería complacer a su mujer y a su hija.

Meses después llegaría el primer varón de la descendencia Martínez Santisteban, Manuel, un niño hermoso de ojos verdes y cabello rubio, travieso y muy risueño, Damián estaba encantado con su pequeño, Violeta se había convertido en hermana mayor y le encantaba pasar tiempo con su hermano, 4 años mas tarde, cuando Violeta tenia 10 años y Manuel 3 llegaría una nueva niña que le traería un poco de paz a la familia, Gabriela.

Violeta tenía 13 años, Manuel 6 y Gabriela 3 la casa estaba llena de alegrías, Violeta y Victoria continuaron con su afición por el baile, a Manuel le encantaban los deportes y era fanático al futbol, Damián aunque no le gustaba mucho lo acompañaba siempre a cada uno de sus juegos en compañía de las demás, Gabriela por su parte era una niña temperamental, algo ruda algunas veces, pero más tranquila, le gustaba estar acompañada de su padre y aparentemente a diferencia de Violeta y Manuel las actividades grupales no eran lo suyo, era introvertida y le gustaba la música.

D- Violeta que estás haciendo – viendo como su hija batía algunos huevos.
Vio- El desayuno papá, mientras ustedes duermen alguien tiene que despachar a Manuel.
Ma- Hola pa.
D- tu para dónde vas? – dijo viendo a Manuel vestido con su uniforme.
Ma- Voy a jugar Futbol en el jardín, me acompañas?
D- Espérense ustedes dos, Violeta aléjate de la cocina sal de ahí ándale, Manuel siéntate en la sala con tu hermana.
V- Buenos días mis amores – saludando a Manuel y a Violeta que caminaban para ir al salón- porque esas caritas mi vida – mirando a Violeta- que pasa mi niña?
Vio- mi papá no me deja hacer el desayuno- con los ojos encharcados.
V- Viole tu sabes que no puedes entrar a la cocina sin supervisión, ven vamos a hacer algo rico – ofreciéndole la mano – y ustedes dos porque no van al jardín y juegan un rato, ya los llamaremos cuando este todo listo.

Victoria y Violeta hicieron un delicioso desayuno, llamaron a los chicos a la mesa y Violeta trajo a la pequeña Gabriela para sentarla en el comedor.

Los días pasaban con tranquilidad en sus vidas, las empresas seguían siendo exitosas Victoria hacia presentaciones que eran maravillosas pero no con tanta frecuencia la verdad el baile había cedido para dejarle un lugar a sus hijos y a su esposo con quienes era inmensamente feliz.

V- Porque no vienes y bailas un rato conmigo Damián – dijo tomándolo de la mano.
D- Sabes perfectamente que no bailo- dijo mirándola a los ojos.
V- Eso no es cierto, de hecho recuerdo muy bien aquella noche en la que te subiste a la barra de aquel bar y bailaste conmigo, anda vamos. – levantándolo del sillón.
D- Victoria vamos a despertar a los niños – dijo poniéndose de pie.
V- No se despertaran, vamos a poner un poco de música y tu te vas a dejar llevar – tomo el control del estéreo y puso una canción que bailaron el día de su boda.
D- A ti no puedo negarte nada Victoria  absolutamente nada – dijo tomándola por la cintura- te amo, mi bailarina, mi estrella, mi amor, mi vida entera.
V- y yo a ti Damián, para siempre.

“…¿Qué haría yo sin tu boca inteligente?
Que me excita, y me da patadas a la vez
Tengo mi cabeza dando vueltas, no es broma,
No puedo detenerme
¿Qué te está pasando por esa mente maravillosa?
Estoy en un viaje mágico y místico
Y estoy tan mareado, que no sé qué fue lo que me hirió,
pero voy a estar bien

Mi cabeza está bajo el agua
Pero puedo respirar bien
Estás loca y yo lo estoy también

Porque todo lo que soy
Es todo lo que te encanta
Amo tus curvas y todas tus aristas
Todos tus perfectas imperfecciones
Dame todo de ti
Que yo voy a darte todo de mí para ti
Eres mi principio y mi fin
Incluso cuando pierdo, estoy ganando
Porque yo te doy todo de mi
Y tú me das todo de ti…”

Se fundieron en un beso apasionado que los transporto por todo lo vivido, todo lo pasado. Ahora sabían que juntos tendrían un futuro prometedor que podían ser felices mucho más de lo que eran en esos momentos y que podían salir adelante juntos y bailando.

FIN.

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