Capitulo 19

998 77 7
                                    

D- Violeta ya se quedó dormida – dijo entrando a la habitación de Victoria – ahora me gustaría… Estas bien?- dijo acercándose a la cama observando a Victoria recostada boca abajo con la cara en las almohadas- Victoria..
V- Estoy bien, solo quiero descansar, si ya terminaste creo que es mejor que te vayas- dijo sin descubrirse el rostro.
D- Vicky, mi amor que es lo que pasa?- tomando asiento en el otro extremo de la cama- te sientes mal?
V- Damián déjame en paz por favor, nos vemos mañana – continuaba sin mirarlo.
D- Victoria! – se subió a la cama para quedar arrodillado y la tomo del brazo para darle la vuelta y ponerla boca arriba – Porque estas llorando? Qué ocurre?.
V- Déjame Damián, vete para tu casa, déjame dormir – tratando de soltarse.
D- No me voy hasta que no me expliques porque demonios estas llorando Victoria – sin soltarla- explícame que es lo que pasa, ha sido una gran noche, no sé qué pudo ponerte en ese estado.
V- No sabes? No te imaginas que verte con la mujer a la que amaste o que amas yo que sé, podría afectarme- dijo con la voz entre cortada – de verdad es que no te imaginas nada, solo piensas en ti, nunca te pones en el lugar de la otra persona.
D- Pero, de que estas hablando Victoria, Regina y Gabriel estuvieron aquí porque tu los invitaste, no fui yo quien los invito, no voy a negarte que me dio gusto volverlos a ver, sobretodo saber que están bien, pero no entiendo porque lloras si tu misma te encargaste de atenderlos, no lo comprendo.
V- La amas? La amas todavía?- pregunto con los ojos inundados.
D- Regina siempre será algo importante en mi vida Victoria, pero es mi pasado- dijo tomándole el rostro- mi vida está contigo ahora, contigo y con mi hija.
V- Eso no responde mi pregunta Damián, la amas todavía, aun sientes que las cosas pudieron ser diferentes de no ser por tu hermano?.
D- Victoria no sé si las cosas pudieron haber sido diferentes, no sé qué contestarte, pero ya te dije que Regina…
V- Damián, sal de mi cuarto y cierra cuando salgas, quiero descansar – dijo acostándose de nuevo y dándole la espalda.
D- Victoria mi amor- dijo acariciándole la espalda.
V- Que te salgas Damián, déjame en paz- se levantó rápidamente salió del cuarto despavorida y hecha un mar de lágrimas hacia el salón.

En el sillón victoria se aferro a uno de los cojines y lloro desconsoladamente, Damian tomo una manta del cuarto y se dirigió al salón al verla en ese estado, tan frágil, tan triste, lo único que se le ocurrió fue cubrirla con la manta y abrazarla hasta que se tranquilizara, y así lo hizo.

V- Te dije que me dejaras en paz Damian – dijo sin apartarse de su lado.
D- No me voy a ir hasta que no te calmes, no sé qué es lo que te tienes así.
V- No sabes? – se separó y lo miro a los ojos- de verdad no lo sabes, Damián por favor amas a otra mujer y aun así pretendes que yo me quede como si nada, que no me duela, cuando te dije que te amo con toda mi alma, que eres lo más importante para mí y tu esperas que me conforme con el poco cariño que me tienes, porque no puedes superar a Regina?
D- Yo no he dicho que no te amé por dios Victoria, todo lo contrario, contigo me siento vivo, feliz, como nunca antes me había sentido, TE AMO! – grito- y si no supero a Regina porque lo que sentí por ella fue algo especial pero no lo llamaría amor, ahora no, lo que siento por ti es totalmente distinto y mucho mas grande, y no sabes como me duele verte asi, pero tienes que creerme Victoria, escúchame bien – le levanto la barbilla- tu solo tu Victoria puede hacer que este tempano de hielo pueda latir descontroladamente – dijo poniendo la mano de Victoria en su pecho- y eso nunca lo sentí con ella, solo contigo, solo tu me haces sentir el hombre mas afortunado del mundo por el solo hecho de tenerte a mi lado. Entiendes lo que te estoy diciendo? – se acerco a su boca- lo entiendes?- roso sus labios.
V- Damián, te amo tanto – se soltó la manta y se le lanzo encima para abrazarlo y besarlo – te amo, te amo – decía mientras lo besaba.
D- y yo a ti Victoria, no te alcanzas a imaginar cuanto – correspondiendo sus besos.

Victoria y Damián seguían besándose hasta que el beso dejo de ser un beso tierno y amoroso y se convirtió en uno apasionado y exigente, sus respiraciones iban en aumento y sus cuerpos comenzaban a despertar lentamente, Victoria se sentó sobre sus piernas mientras seguía besándolo, Damián le acariciaba las piernas y la espalda, comenzó a besarle el cuello mientras ella comenzaba a gemir disfrutando de sus caricias.

V- quiero que me hagas el amor Damián, solo el amor – dijo sin impedir que el la siguiera tocando.
D- Es lo que más deseo en este mundo, te amo Victoria, te amo tanto.

BailandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora