Capítulo 9.

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x Luke's P.O.V x

La monitora nos llamó para empezar ya a montar a caballo, y Blanca y yo nos dirigimos hacia donde estaba el resto del grupo. Había un hombre, que supongo que sería el encargado de cuidar a los caballos, o de instruírnos. El hombre comenzó a hablar.

—Hola. Me llamo Javier, y vamos a montar a caballo, como ya sabéis. Ahora iremos a la zona donde están situados los caballos, y cada uno puede coger el que más le guste. Mis dos ayudantes os ayudarán a sacar el cabllo de su establo, y a traerlo hacia aquí. ¿Entendido? —Algunos asintieron. —Bien, id a por vuestro caballo.

Yo fui rápidamente a coger mi caballo, que era el que estaba al lado del caballo de Blanca. Según el cartel se llamaba Tocino. Menudo nombre más ridículo para un caballo. 

Segundos después vino Blanca y se situó al lado de la puerta del establo de su caballo, y me sonrió. 

Blanca es preciosa. Tiene una sonrisa perfecta, y cada vez que muestra sus dientes me quedo embobado. Esto no me suele pasar con otras chicas. Su risa es tan adorable que contagia, cada vez que se ríe es como si mis oídos estuviesen invadidos de su notoria felicidad. 

El encargado vino hacia nosotros, y abrió las puertas de ambos caballos, para agarrar sus riendas. Tiró de los dos caballos con las dos manos, y salieron los dos. ajustó bien la silla de mi caballo, y después del caballo de Blanca. 

—Sube —Ordenó el encargado, con bordería. Se nota que está cansado de su trabajo.

—¿Ya?

—Sí, no tengo todo el día. —Acto seguido puse mi pie izquierdo en uno de los estribos, y me impulsé hacia arriba, levantando el pie derecho para rodear la montura del caballo, y en seguida me senté en la silla y agarré las dos riendas que colgaban de la montura.

 Miré hacia atrás, y vi que Blanca no podía subir. Solté una risa, y ella me miró con una mirada fulminante. El encargado bufó, y ayudó a Blanca a subir. Cuando estábamos subidos los dos, el hombre dio una fuerte palmada en el lomo de cada caballo con sus dos manos, y sin tardar, los caballos empezaron a andar. 

No sabía manejar esto, nunca había montado a caballo. Pronto estuvimos donde estabam Javier y nuestra monitora. Blanca se colocó a mi lado con su caballo. Después de unos dos minutos ya estábamos todos.

—Si tiráis más de la rienda derecha, el caballo irá hacia la derecha. Si tiráis de la izquierda, irá a la izquierda. Eso es fácil ¿no? —Empezó a instruir Javier. —Si queréis que vaya más rápido, simplemente dadles patadas en los costados, no les hace daño, sólo les pone alerta, así que no le golpeéis flojo porque no lo sentirá. Tampoco hace falta que seáis brutos. 

Esto parece bastante fácil. Miré hacia mi derecha, para ver a Harry y Blanca hablando, ambos montados en el caballo. Apreté mi mandíbula. No sé cuánto tiempo ha tenido para hablar con ella, pero está claro que yo tengo más y así ganaré la apuesta.

—Dicho esto, entrad al circuito. Tenéis que ir en círculos, no podéis adelantar a nadie. No empujéis los conos que hay colocados a lo largo de la pista. —Le dí leves patadas a mi caballo, y no hacía nada. Le dí una más fuerte, y sin demora, empezó a andar. Una vez que estaba dentro del circuito, divisé a Blanca. Estaba delante de Harry. Ese cabrón no paraba de mirarle el culo.

—¡Harry, se te van a salir los ojos, tío! —Le grité desde donde estaba.

—¡Cállate! —Él respondió, mientras Blanca confusa, nos miraba a ambos. 

El caballo de Blanca se paró, y ella empezó a darle patadas desesperadamente ya que los que esperaban atrás estaban impacientes. Pero sus patadas eran muy flojas. Harry se acercó con el caballo por su lado y le susurró algo, después Blanca dio otra patada, y el caballo empezó a andar. Blanca le sonrió.

Summer CampDonde viven las historias. Descúbrelo ahora