Capítulo 5.

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Blanca P.O.V

—Mira quién viene —Le susurré a Michael en el oído. Él miró a Perrie y se sonrojó. En éste último curso Michael me dijo que le gustaba un poco Perrie, ya que tuvo que hacer un trabajo con ella y pudo averiguar que no es nada parecida a Regina, que ella es una chica normal y está con ella sólo porque le gusta ser popular, cosa que veo una tontería. Cuando Perrie ya estuvo delante de nosotros, o más bien delante de mí, abrió la boca.

—Blanca, ¿podemos hablar? —Dijo ella, con una sonrisa un tanto falsa.

—Claro. —Contesté

—A solas, por favor. —Dijo mirando a Michael. Michael hizo un gesto con las manos y se fue a darse otro baño.

—Mira, Blanca, tú no me caes mal, supongo que yo a ti sí porque me junto con Regina —Iba a decirle que no me cae tan mal como Regina pero cuando iba a hablar hizo un gesto para callarme y siguió hablando. —Mira, realmente me atrae Luke, y me repatea que hagáis cosas juntos, y menos si acabáis riéndoos. Por eso te pido, y lo hago por las buenas, que te alejes de él. Se nota que le gustas, no sé en qué sentido, pero también se nota que a ti te gusta él. Y no me gustaría tener que decírtelo por las malas. Puedes hablar.

—Perrie, primero: ¿Qué te crees para pedirme eso? ¿mi madre? Y segundo: No me gusta Luke ni yo le gusto. Nos caemos mal. —Solté, la verdad es que me ponía de los nervios que dijese eso, así que me estaba replanteando el estar con Luke más tiempo sólo para joder a Perrie.

—Sí, ya se ve que os caéis mal —dijo Perrie sarcásticamente mientras rodaba los ojos. —En fin. Te he avisado. —Y después de decir eso, se fue por donde vino. Iba a contárselo a Michael pero un monitor llegó para decir algo.

—¡Atención! Ahora os tenéis que quitar el cloro en las duchas, que están en esa dirección —Dijo señalando a una estructura al lado de los vestuarios. —Hay cinco duchas para chicos y cinco duchas para chicas así que os tenéis que turnar. Después os llevaremos al comedor y cenaréis. —Dijo y yo asentí, mientras recogía mis cosas del césped. Me dirigí a las duchas, que ya estaban ocupadas por algunas chicas. Unos segundos más tarde entró Regina con Kate.

—Hey Hudson, será mejor que vayas después de mí, no quiero tus bacterias en la ducha para cuando me vaya a duchar yo. —Iba a responderle con mi bordería, pero una chica del otro colegio me interrumpió.

—Oh, chica. ¿Es que acaso no sabes contar? A ver. ¿Cuántas duchas hay? Cinco. Así que no tienes que usar la misma ducha que ella. Y será mejor que tampoco uses la mía, no quiero haber estado desnuda en el mismo sitio que tú, me sentiría sucia. —No pude evitar soltar una risa. Desde luego Regina siempre hacía cosas para dejarse en ridículo ella solita.

—Me da igual la ducha que uses con tal de que te laves el pelo y se te quite ese tinte azul que tienes. —Le dijo a esa chica, que tenía el pelo azul, y a ella le lucía muy bien.

—Pues cuando te duches tú ten cuidado a ver si se te corre el maquillaje de guarra que llevas y tienes que salir siendo una chica normal. —Dije yo defendiendo a la chica del pelo azul, me caía bien. Ella chocó su mano con la mía mientras sonreía. Perrie vio que una chica salía de la ducha y se metió.

—Esa ha sido buena. Me llamo Demi. —Dijo ella mientras me ofrecía su mano para estrecharla.

—Tú tampoco has estado mal. Blanca. —Le dije mientras sonreía y aceptaba su mano.

—Me caes bien, Blanca. No eres como esas típicas chicas, tan… Tan como…

—¿Regina?

—Exacto.

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