-Entonces... ¿no me detestas?
-No, simplemente no somos amigos.- el tono en la voz de Gerard era sereno.
Frank se quedó callado, lo miró unos segundos y volvió la vista al libro.
-Ammm... pero si dices que no me detestas ¿por qué dices que no somos amigos? sabes es bastante confuso.
-Para mi no, simplemente me agradas Frank, pero no somos amigos.
-¿Es que cómo puede ser eso?- dijo frustrado.
-Bueno pues tú me agradas, pero no confío en ti ni nada por el estilo.
El castaño torció los labios.
-No te lo tomes a mal Frank...
-Sigamos estudiando- lo cortó.
Gerard se había comenzado a arrepentir de todo lo que dijo.
Debí de haber cerrado la boca, pensó, irritado. Entonces Frank interrumpió sus pensamientos.
-Ah, ¿como resuelves esto?
-Multiplica esto por esto- señaló algo en su libro.
-Gracias- dijo cortante.
Gerard puso los ojos en blanco.
-¿Vas a estar molesto conmigo todo lo que resta de la tarde?
-Posiblemente.
-Ah, Frank ¿qué quieres que te diga?
-Nada, sabes que es muy tarde y me tengo que ir- dijo hastiado.
Cerró el libro de golpe, se levantó y se llevó la mochila al hombro.
-Adios Gerard- se dirigió a la puerta.
Él se levanto y antes de que Frank pudiera abrir se interpuso entre la puerta y él.
-Oh vamos Frank, ya te dije que me agradas.
-¿Entonces por qué no simplemente dices que somos amigos?
-Ah- puso los ojos en blanco- ¿qué obsesión tienes con eso?
Frank suspiró y sin mirar a Gerard lo apartó y abrió la puerta.
-Olvidalo, no importa. Adios, nos vemos mañana.
Él pelinegro se quedó mirándolo mientras se iba, se sentía mal, estaba incluso triste.Una lagrima rodó por la mejilla de Frank.
No debería de sentirme asi, no tiene importancia, pensó.
En lugar de ir a su casa habia ido al parque, de todos modos, su madre pensaba que estaria estudiando en casa de Gerard hasta tarde. Se sentó bajo un arbol y sacó el libro de física.
-No entiendo nada- murmuró.
Pasó varios minutos intentando resolver un problema, cuando alguien se sentó a su lado.
-¿Qué quieres Gerard?- dijo aún con la vista en el libro.
-Nada, solo...
-¿Qué haces aquí?- le interrumpió.
-Bueno es un parque, puedo estar aqui...
Frank dejó escapar una pequeña risa.
-Me refiero a ¿cómo sabias que estaba aquí?
-No lo sé, digamos que seguí mi... ¿instinto?- lo miró- ¿Por qué le das tanta importancia?
Él pequeño lo miró un poco desconcertado.
-A lo de si somos amigos o no.
-Ah, eso, no lo sé- se encogió de hombros.
Ambos se quedaron callados, cada uno sumido en sus pensamientos.
-Lo siento- Frank lo miró- No debí de haber dicho eso, en verdad me arrepiento- lo miró a los ojos.
Él otro chico se quedó helado observando el esmeralda de sus ojos
-¿Amigos?-Gerard le sonrió ampliamente y le tendió la mano.
-Amigos- Frank se la estrechó al tiempo que el contacto le producía un pequeño estremecimiento.Mientras Frank volvía a su casa pensaba como se había sentido cuando Gerard le estrecho la mano, era la primera vez que se sentía así, por un chico, aunque, realmente le había pasado ya, pero nunca de esa manera.
-Me...-decía en susurros- Me gusta...
Sacudió la cabeza.
-No, el no... me gusta.
Se quedó pensando un momento.
-A quien engaño, me... me gusta Gerard.