Tengo que cruzar esa puerta, tengo que hacerlo ya; pensó Frank. Hacia una semana que el curso había comenzado y había faltado durante todo aquel lapso ya que su madre salió de viaje y no tuvo más remedio que ir con ella.
Entró al aula, la clase aún no comenzaba pero casi todos estaban ya en sus lugares, solo había un asiento libre, junto a un chico de cabello negro, un poco largo y de un perfil perfecto, aunque tenía un libro abierto sobre la mesa miraba hacia la ventana.
-Amm ¿puedo sentarme?- el chico no apartó la mirada del cristal.
-Claro.- dijo con indiferencia.
Frank tomó asiento con la vista gacha, mientras una chica de cabello rubio y lacio, que obviamente no conocía se acercaba a su lugar, entonces se dirigió a aquel chico.
-Ah, Gerard ¿tienes algo que hacer hoy? Podríamos salir, si tú quieres.
Gerard, se llama Gerard; pensó el tímido muchacho.
-No, estoy ocupado.- hablaba sin prestarle la mínima atención a la chica, ahora con la mirada clavada en el libro.
-Ah, está bien, bueno, uh... tengo que ir a mi lugar.
Gerard no alzó la vista, hasta que la chica ya se había marchado, Frank lo miró, perplejo.
¿Como pudo rechazarla así, sin mas? pensó. En ese instante el otro chico lo miró.
-En verdad son fastidiosas.- le dedicó una pequeña sonrisa.
-Ah, sí, bastante fastidiosas.- dijo mientras desviaba la mirada hacia otro lugar del aula, el de cabello negro continuaba mirándolo.
-Soy Gerard.- le tendió la mano- Gerard Way.
-Ah Frank Iero.- se la estrechó y el otro le sonrió.
El profesor entró al salón y todos los chicos que aún estaban de pie se sentaron.
-Muy bien chicos, creo que saben que hay un nuevo estudiante, el señor...-hizo una pausa para leer sus listas- Iero, pase al frente por favor.
Frank se levantó un tanto nervioso.
-Ah, hola me llamo Frank.
-Hola Frank.- corearon todos excepto Gerard, quien ya había bajado de nuevo la vista hacia el libro.
Se presentó, lo típico, sus gustos y lo que quería hacer de mayor.
-Muy bien señor Iero, ahora si lo desea puede elegir a alguien para que pase al frente.
Frank no lo pensó un segundo y señalo a Gerard.
-Él, me gustaría que él se presentara.
Gerard alzó la vista.
-Señor Way, por favor pase al frente, Señor Iero se puede sentar.
Él se levantó a regañadientes, al pasar junto a Frank le dedicó una mirada fría y no volvió a mirarlo hasta haber llegado frente a la pizarra.
-Me llamo Gerard.-dijo mientras no despegaba la vista de Frank- Me gusta dibujar...
Mientras él hablaba Frank sentía que todas sus palabras iban dirigidas especialmente a él, llegó un momento en el que se perdió en su voz y ya no prestaba atención a sus palabras.
-...Y eso es todo.- dijo entredientes, bastante irritado.
Frank intento apartar la vista, no lo logró, se había quedado paralizado, se había perdido en el esmeralda de sus ojos. Cuando Way se sentó al lado lo ignoró por completo.
La clase le pareció eterna, Gerard no le hablaba, y siempre lo encontraba mirándolo de reojo.