-No me gusta Frank, no me gusta Frank, no me gusta Frank- repetía Gerard mientras intentaba leer.
Él ocupaba su mente y no lograba concentrarce, se revolvió en la cama, dejo el libro a un lado y se sentó.
-Frank no puede gustarme- dijo firme.
-¿Quien es Frank?
Gerard se sobresaltó, de pie en el umbral de la puerta estaba su hermano Mikey.
-Ah un amigo.
-¿Es el chico con el que estudias?
-Ah sí, él.
-Y te gusta.
El chico se sonrojó.
-Él no me gusta.
-Claro que sí- el hermano menor sonrío y se fue.
Gerard se quedo sentado en la cama pensativo, se acostó y cerro los ojos; al poco tiempo se quedó dormido.-¡Gerard!
Era Frank, estaba de pie bajo uno de los arboles del parque, se dirigia hacia él.
-Frank- En cuestion de segundos había llegado donde él se encontraba.
Se miraron a los ojos, Gerard se acerco más y lo tomó por la cintura, el chico de ojos pardos se paró en la punta de sus pies, sus labios estaban a punto de tocarse y...Sonó el despertador, Gerard se sobresalto y cayó de la cama. Ya se le hacía tarde.
-Ah, maldita sea- murmuró incorporándose.No de nuevo, no de nuevo, no de nuevo; pensaba Frank, corría por el pasillo, cuando chocó con alguien.
-Agh, fijate... Oh, Frank.
-Ah, hola Gerard- le sonrió- mmm, voy tarde a historia.
-Oh, cierto y yo a artes.
Ambos echaron a correr por el pasillo, en direcciones contrarías.
-Nos vemos después.
-Si, te veo luego.-¡Hola Frank!- se escucho la voz chillona de Annie por toda el aula.
-En serio ¿yo que te hice?- murmuró mientras dirijia la vista al cielo.
La rubiecilla se aproximaba a él.
-Hola Annie- dijo sin entusiasmo.
-Uh ¿qué te sucede?- la chica hizo un puchero.
No te soporto, pensó.
-Nada, estoy bien.
-Ah, esta bien. Ven sientate conmigo- sonrío de oreja a oreja y lo tomó del brazo y como antes había hecho lo arrastró hasta su lugar.Frank intentaba tomar notas pero Annie no le dejaba prestar atención.
Ya cállate, pensaba mientras la miraba de reojo
-Oye ¿no crees que deberias de tomar notas?
-Hum, no ¿para qué?, si de nada sirve- dijo mientras se aplicaba brillo en los labios.-Pueden salir muchachos- dijo el profesor.
-Ya era hora- se quejó la chiquilla- nos vemos en física.Pasaron dos clases más, no había coincidido en ninguna con Annie, y se alegró por eso; pero tampoco había visto a Gerard.
-Vamos ya dilo, di que podemos irnos- murmuraba mientras garabateaba su cuaderno.
Faltaba un minuto para salir de clase, Frank tenía pensado correr hacia el aula de física y llegar antes que Annie, ademas quería ver al atractivo chico que le daba tutorías.
-Salgan- dijo el Profesor Williams.
El bajito salió como alma que lleva el diablo, incluso tropezo con una de sus compañeras, Melanie. Llegó al aula de física en cuestion de segundos y, como era de esperarse, Gerard ya estaba ahí.
Entró enseguida que alcanzo a ver la melena rubia de Annie a lo lejos.
-Hola Gerard- dijo mientras se acercaba a su lugar.
-¿Qué tal Frank?- le dedicó una amplia sonrisa.
Se sento junto a él. Ambos sonrieron y Gerard se sonrojó, era la primera vez que Frank lo notaba.
-Ah ¿hoy vamos a estudiar?
-Sí- volvio a sonreírle.
Annie los miraba desde la puerta con el ceño fruncido.-Vamos Frank ¡apresúrate!
Comenzaba a llover, y aún faltaba un buen tramo por recorrer hasta la casa de los Way.
-Ya voy ¡espera!- le respondió justo cuando el pelinegro doblaba en una esquina.
Iero apretó el paso. Faltaban unas cuantas calles para llegar a casa de Gerard.
-¡Gerard esperame!-Toma- el mayor le tendio una toalla.
Hacía unos minutos habían llegado a la casa de Gerard y estaban empapados. Frank caminó hacia él, se tropezo con la alfombra y cayo sobre el chico.
Sus labios estuvieron a punto de tocarse y ambos se sonrojaron.
Escucharon la puerta principal al cerrarse, era Michael.
-¡Mikey!- Gerard alzó la cabeza.
-Ah, emm, continúen- dijo mientras apretaba el paso hacia las escaleras.
Frank se quitó de encima de Gerard.
-¡Ah, no es lo que piensas!- dijo este último.
El otro chico estaba sentado en el suelo, aún sonrojado.
-Ah, hum yo... me ire a mi habitación. Así que en serio continúen- subió las escaleras corriendo, como un niño asustado.
-Pero, Mikey no...- una puerta se cerró.
-Lo siento Gerard.
-Ah, no importa fue un accidente.
Un muy extraño accidente, pensó mientras volvia a sonrojarse.
-Creo que deberíamos comenzar a repasar.
-Sí, creo que sí.-Enserio Mikey, Frank y yo no estabamos...- se sonrojó- haciendo nada.
Hacía unos minutos que Frank se habia ido a su casa, enseguida que se cerró la puerta Gerard fue a aclarar las cosas con su hermano, no quería que pensara que era gay, aunque, por Dios, por supuesto que lo era, sólo no quería que su hermanito se enterara.
-Ajá.
-Oh vamos Mikey, él se tropezó y... bueno cayó sobre mi. Anda créeme.
-Te creería pero bueno, no todos los días encuentras a tu hermano con su "amigo" sobre él y a punto de besarse.
-No ibamos a besarnos.
-Ajá.
El pequeño era necio.
-Agh Mikey.
Él solo sonrió.