Oliver

110 16 1
                                    

Entré a aquella sala, todos me miraban cómo si fuera el mismo demonio, eso creaba un pequeño sentimiento de preocupación en mí, no sabía que iba a pasar conmigo o si ganarían las ganas de poder demostrar que soy inocente o de salir corriendo cómo todo un cobarde.

Tomé asiento mientras mantenía mi mirada fija en mis manos, no podía dejar de jugar con ellas ya que los nervios me invadían.

—Puede comenzar a dar su testimonio señor Sykes—Apenas terminó de hablar tomé aire e intenté aguantar las ganas de llorar al recordar ese horrible momento.

                         Flashback

Hannah....mi querida Hannah había acabado de dejarme, nisiquiera ella misma sabía por qué lo había hecho pero ¿quién querría estar con un idiota cómo yo? Nisiquiera sabía cómo era posible que mi propia madre me siguiera amando, era la única persona en la que podía confiar y posiblemente la única que jamás me haría daño tal y cómo los demás lo habían hecho a lo largo de mi vida.

Volví ma....

Recuerdo a la perfección cómo nisiquiera pude terminar la frase al haber visto aquella escena tan horrible, mi propia madre estaba tirada en el suelo con varias heridas en ambos brazos, al principio juré que había sido un intento de suicidio pero la conocía demasiado bien y sabía que ella no sería capaz ni de pensarlo.

Una persona en específico venía a mi mente, mi padrastro.

Aquel hombre que había arruinado mi vida, había abusado de mí, y me había maltratado en distintas ocasiones.
Era más que obvio que él había sido el responsable de este horrible crimen.

A lo lejos podía escuchar sirenas, era obvio que la policía había venido por mí. Era la escena perfecta para poder deshacerse del chico con esquizofrenia, nisiquiera sabía por qué quería hacerlo, después de todo lo único que él hacía era aprovecharse de mí.

—Oliver Sykes queda detenido por el homicidio de Carol Sykes—me tomó con bastante fuerza de los brazos mientras otro oficial me esposaba, sabía que estaba jodido.

El resto simplemente pasó demasiado rápido frente a mis ojos, era cómo ver muchas fotografías en una presentación. Simplemente no pude reaccionar, me metieron a la patrulla y yo...yo me preguntaba que había hecho para merecer esta clase de vida.

                 Fin del Flashback

Después de haber terminado de contar mi historia pude notar cómo mis ojos ardían, era más que evidente que quería llorar, me sentía demasiado inútil al no haber podido haber hecho nada para poder haber salvado la vida de la única persona a la que le importé.

No quería que todos las personas presentes me vieran romperme cómo si estuviera hecho de cristal pero era inevitable, yo no era de piedra y aún así lo fuera creo que seguiría preocupándome por las personas que amo tal y cómo siempre lo he hecho.

—Oliver Scott Sykes—Al juez le pasaron un papelito, ya habían tomado una decisión—El juzgado lo declara inocente—El juez dió un golpe con su mazo, el sonido de ese objeto golpeando contra la madera será algo que jamás olvidaré.

—¡ALTO AHÍ!—El abogado de mi padrastro se levantó golpeando con un poco de fuerza la mesa para que le prestaran atención—No dejaré que esto se quede así, la señora Carol Sykes merece justicia y usted no puede dejar ir cómo si nada al jóven que la asesinó.

—¡YO NO LO HIZE!—grité enojado desde mi asiento.

—¿Y cómo sabemos que no mientes?—Mi padrastro puso su dedo sobre los labios de su abogado pidiéndole que se callara—Oliver te conosco desde que eras un niño pequeño, se que aveces no puedes diferenciar la realidad de lo que tu mente crea y eso te enoja mucho. Tú mismo has golpeado algunas personas por eso para luego no recordar nada de lo ocurrido.

—D-Deja de mentir, ambos sabemos que eso no es verdad.....

—¡Vamos Oliver! Siempre te quedas mirando a un punto fijo antes de comenzar a destruirlo todo, no le mientas a papá.

¿Papá? ¡Ese hombre jamás podría ser considerado mi padre! Un padre debe cuidar y amar a sus hijos, no condenarlos a un sufrimiento eterno.

—¡TÚ NO ERES MI PADRE!—Me acerqué bastante enojado a él sin poder dejar de mirarlo, no sabía que pasaba conmigo pero solo quería hacerle daño, mucho daño.

—Oliver cálmate....—Por primera vez pude ver cómo se sentía intimidado por mí.

—¡TÚ LA MATASTE!—Lo agarré de la corbata para poder acercarlo a mí, mi respiración chocaba con bastante fuerza contra su cara mostrando mi ira—¡ERES UN MALDITO ASESINO!—Le di un puño en la nariz, vi cómo la sangre quedaba en mis nudillos, se sentía demasiado bien poder hacerle daño—Vete al infierno....

—¿¡VES CÓMO TE PONES OLIVER!?¡ESTÁS LOCO!—Me empujó para poder alejarse de mí—Su señoría, Oliver Sykes es un monstruo, no merece ser declarado inocente. Él si mató a Carol Sykes.

—Le recuerdo que está prohibido referirse a una persona cómo monstruo—El juez acomodó sus lentes y me miró—Debido a la actitud que acaba de mostrar el señor Oliver Scott Sykes lo declaro culpable y con una pena de tiempo indefinido haciendo servicio comunitario en una prisión para mujeres hasta que se consigan más pruebas y testimonios para resolver el caso de la señora Carol Sykes—El juez volvió a golpear la mesa con su mazo.

¿Culpable? Entiendo que sea agresivo pero juro que yo no la maté. Él me provocó para que me enojara a mitad del juicio, apuesto a que debió haber sido una estrategia para librarse de mí.

Nisiquiera tengo fé en que puedan encontrar alguna prueba y en caso de que lo hagan se que será en mi contra.

To Die Is To Awaken •Sysack•Where stories live. Discover now