Capítulo 7: El misterioso martillo de Nuevo México.

3.8K 329 23
                                    

Ni siquiera podía darle crédito a mis oídos cuando mi pá, después de recibir un llamado para una ceremonia para honrar su más reciente acto de heroísmo, me miró y me preguntó:— ¿Quieres acompañarme?

   Obviamente, primero tuve que girar sobre mis talones para asegurarme de que ni Pepper ni Natalie (Que terminé por enterarme que su verdadero nombre era Natasha Romanoff) estaban detrás de mí. 

   Escuché la carcajada de mi pá después de eso. 

   —La ceremonia es mañana, niño. Jarvis te va a ayudar a escoger algo de tu armario —me explicó mi pá, tomando una manzana de la mesa antes de comenzar a subir hacia su nuevo taller, ubicado en la torre Stark, nuestro nuevo hogar después de que mi pa destruyera toda la casa.

   Seguí su ejemplo y tomé una manzana del cesto, dejándome caer en el sillón para ver la televisión un momento antes de retomar mi tarea. 

   —Oye, Jarvis. ¿Hay algo interesante? —le pregunté al aire, como siempre que quería hablar con Jarvis. Habíamos pasado una buena cantidad de días en paz absoluta, lo que era algo completamente inaudito, tomando en cuenta que tan solo una semana atrás un maniático ruso estaba diseñando androides con el propósito de matar a mi pa, pero a pesar de la racha de paz, yo no podía dejar de estar atento a cualquier cosa extraña que estuviera sucediendo y para no pasar por alto nada extraño, tenía la gran ayuda de Jarvis, que me informaba de las noticias más relevantes del día. 

   —Encontraron un martillo que parece resistirse a todas las leyes de la física y han construido una base científica a su alrededor para estudiar la extraña energía que proviene de él —informó éste, mostrándome imágenes sobre lo sucedido. No tenían una gran calidad, a decir verdad, pero todo lo que logré distinguir fue un enorme cráter alrededor de un martillo de tamaño bastante considerable con unas inscripciones extrañas en él. 

   —¿Y dónde dices que es esto?

   —Nuevo México, Peter. 

   Miré con más detenimiento las imágenes. En algunas había lo que parecía ser una gran fiesta alrededor del martillo y en otras había un magnífico edificio cubriendo todo ese perímetro. 

   —¿Papá lo sabe?

   —Sí, aunque no le ha dado importancia al asunto. Esta demasiado ocupado planeando sus vacaciones —otra de las cosas que pareció haber cambiado con mi pa después de su casi-muerte, fue su sentido del cariño por mí. No nos llevábamos mal en el pasado, pero nuestra convivencia se veía limitada a las horas de la comida y los pequeños ratos que yo pasaba husmeando en su taller; pero ahora podía estar con él a la hora que quisiera, podía hacerle las preguntas que quisiera e incluso podía recibir un desayuno hecho por él. Y ahora iríamos de vacaciones. 

   —¿No crees que ese martillo es extraño? —le pregunté a Jarvis, poniéndome de pie del sillón y tirando los restos de manzana. 

   —La energía que emana es extraña, ha atraído a físicos de todo el mundo para su estudio. Es lo más particular que he encontrado en él, ciertamente —confesó Jarvis. 

   —¿Puedes mantenerme al pendiente de ese martillo, Jarvis? Hay algo extraño en eso —le pedí a mi amigo, que casi pude imaginármelo asintiendo y anotando su nueva tarea en una hoja de papel. A veces me preguntaba cómo sería Jarvis si fuera humano. 

   Me puse de pie, aún sin ganas de terminar mi tarea. Me dirigí hacia el taller de mi pa, dos pisos arriba, mientras tarareaba la divertida canción del comercial de cereal. 

   Entré al taller de mi pa sin hacer mucho ruido, temiendo desconcentrarlo. Parecía estar ensamblando un par de piezas, y si sabía algo era que detestaba que lo interrumpiera mientras trabajaba. 

Cuando papá se fue. [SuperFamily Marvel]Where stories live. Discover now