Capítulo uno

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[Pov (t/n)]

¿Acaso no puedo leer mis revistas en paz?. Otra vez mi madre se pone histérica y mi padre se enoja y comienzan a diacutir y blah blah blah. Me carga eso de ellos, pero a los padres no los elige; si uno pudiera elegirlos de seguro seleccionaría aquellos padres que te dejaran hacer lo que desees, pero que te enseñe de todos modos.

Soy (t/n), una chica de 23 años. Sigo viviendo con mis padres porque. . . es una larga historia. Sin embargo, hay tiempo, no hago nada aquí, simplemente soy un holgazán sin vida.


Yo estaba estudiando , hasta que llegó el examen más complicado, estaba segura que me iría bien, pero no. Reprobé aquella prueba, eso fue lo más vergonzoso que me pasó en la vida, ni siquiera decir que soy una vaga en casa de mi madre da tanta vergüenza como admitir que reprobé el examen. Cuando recibí mi resultado me sentí mal, desde ese día abandoné mis estudios. ¡Y Ahora soy un zángano en casa de mis padres!.

Iba a continuar describiéndome hasta que de repente.

–(T/N)(T/A)-Gritó mi madre.

Ahora no por favor.

–¿Qué sucede mamita? -Traté de sonar lo más amable posible, de seguro iba a suceder algo entre esta conversación. A veces me da lástima mi madre pero ya no sé qué hacer.

–Deberías seguir tus estudios. -Tenía que hablar, sabe que odio ese tema y siempre lo menciona cuando estamos discutiendo y quiere que me vaya de casa.

–¿Para qué? No es necesario, estoy muy cómoda acá -No sé cómo se habrá escuchado eso pero por su cara se nota que no se escuchó muy bonito.

–Mira, (T/N), ya eres grande. No puedo seguir manteniéndote, yo ya estoy vieja, tengo 51 años, pronto jubilaré y deberé ir a esos lugares de los abuelitos. -Su lástima se sentía en su mirada, en sus palabras y sus manos temblaban levemente.

–¡Pero, Pero! -Mi voz era alterada, no quería irme, ser un zángano es regalo de Dios.

Suspiré notando la importancia de esto.–Me iré a vivir con quien pueda, ya veré con quién.

–Muchas gracias (T/N).
Agradeció y se fue de mi habitación.

Sabía que en algún momento debería abandonar esta casa, pero sentía como los buenos recuerdos llegaban a mi mientras ordenaba una de las miles de maletas que debería hacer. La ropa, los útiles de aseo, las fotos, la tecnología, mis revistas, etc. Eran más cosas de las que pensaba, pero en un par de días ya estaba listo.













~












–Voy a vivir con mi prima y su padre -Comenté a mi madre cuando el camión que llevaría mis muebles a la otra casa había llegado. Se notaba que estaba desconforme con quién iría, pero tengo buenos lazos con ese par de inútiles.

–Está bien, te iré a ver una vez al mes. -Sonrió amable, eso me agrada mucho de ella, puede que hayan cosas que odie con mi alma, pero hay muchas cosas que amo de ella.

La abracé y luego me dirigí a mi padre. Él estaba sonriendo como si viera una yo cuando pequeña y una yo ahora dejando su casa.

–Cuídate.

–Lo haré papá, no te preocupes.

Me soltó y tomó la mano de mamá. Era la hora de ida, ya no los vería los 365 días del año, solo los vería 12 veces al año. El radio taxi que había solicitado ya llegó, dejé mis maletas en el maletero y me senté en los asientos traseros. Me despedí por última vez de mis padres con la mano mientras el auto comenzaba a andar.

Ya no hay vuelta atrás, ya abandoné mi casita.

~

Cuando llegué a mi destino, mi tío y mi prima me estaban esperando.

Sonreí ampliamente, mi tío y mi prima ya estaban esperándome. Cuando el auto se detuvo bajé rápidamente para poder abrazarlos.

Se podría decir que esto es igualito a cambiarse de colegio, nuevo lugar, nueva descripción. Si con mi mamá mi descripción era zángano inútil, aquí será parásito innecesario. ¡Voy a vivir mejor que nunca!.

¡Somos uno! || Osomatsu X Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora