Capítulo cuatro

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[Pov (T/N)]

Ugh, desperté del asco. Tenía algo de resaca y aún tenía sueño, la cama era cómoda pero con el calor que sentía fue horrible.

–Espero que haya una ducha aquí ya que me siento fatal.

Comenzó mi búsqueda, guardé las llaves de la habitación en mi bolsillo y busqué por el lugar duchas.

Pasé varios lugares, hasta que lo encontré.

¡Duchas!.

Entré rápidamente a la habitación de baño y me empecé a dar el gusto de poder ducharme y despejar toda esa flojera que volvería cuando llegue a casa.

No me demoré más de cuatro minutos, odio estar media hora bañándome, y odio a las personas que hacen eso.

Fue refrescante, me sentí aliviada cuando me volví a poner las mismas prendas que llevaba puestas desde ayer.

Sabía que no se me quedaba nada más en la habitación así que solo fuí a entregar las llaves.

-A sido del asco, lo único que quiero es llegar rápido a casa para poder dormir en la camita cómoda de mi dormitorio.- Dije caminando, intentando ubicarme.

Por más esfuerzo que hacía no lograba saber dónde se suponía que estaba, ugh, por mi gritaría todas las ordinarieses que me sé.

Pensé unos segundos.

-¿¡Por qué soy tan estúpida!?.- Grité, los de la acera me miraron raro, aunque a mi me valió pepino.

En ese instante saqué mi celular y llamé a Melanie.

-¿Hola?.

-¡Melanie, mi salvación!. Ayer me perdí en la calle y terminé durmiendo en un motel a las 12 de la noche si no recuerdo mal y, y quiero que me guíes.

-Eh... bueno, pero será solo la excepción, estoy ocupada.

-¡Gracias! ¡Melanie, eres la mejor!.

Me preguntó en qué calle estaba y me empezó a dirigir desde esa calle, no estaba tan lejos la casa, llegué en una media hora caminando. Cuando corté escuché que Melanie decía algo dulce y tierno que no estaba dirigido para mi, ¿Me debería poner espía ninja de la mejor liga? es una buena opción...

Aunque no creo, de seguro ella tiene mejores relaciones que yo así que no me sorprendería si llega de la mano con un idiota.

Pero a ese idiota podría darle una patada...

Bueno, para qué voy a pensar en ello, tengo la casa para mi y quiero descansar.

Entré a la casa y grité "Ya estoy en casa". No recibí respuesta así que esto es para mi solita.

–¡Qué bello es vivir!.

Dije lo más fuerte que pude mientras me estiraba. Cuando terminé ese estirón, suspiré como si me sintiese una Diosa, pero de esos Dioses que todos le rezan y oran y van a sus templos y les agradecen en año nuevo y todas esas cosas que hago en año nuevo.

¡Somos uno! || Osomatsu X Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora