Con el paso de los años, la pequeña princesa iba creciendo. No sé muy bien si con gracia, pero sí era feliz. Ya a los tres años, con un mejor dialecto, empezaron sus clases de magia. A pesar que Azazel insistió en enseñarle solo, Weindirus quiso supervisar su entrenamiento. El Rey se había opuesto rotundamente, pero después de una pequeña "discusión" de parte de la diosa, tuvo que ceder.
Sin duda alguna, Lucinda tenía un gran talento para la magia demoníaca. En tan sola una semana pudo dominar los sellos de magia básicos. Y en un año ya había completado más de nueve libros de magia de nivel principiante, una fase que hasta para su tío le tomo tres años y medio completar.
Y gracias a sus lecciones de vuelo, volaba con elegancia. Su parte favorita del día era cuando sobrevolaba su pueblo y admiraba a su gente. De a poco su reino crecía. Más demonios de cada esquina del mundo se refugiaba bajo el ala de los reyes, y estos los recibía con los brazos abiertos. Weinxus era la tierra ideal para los demonios. Incluso los más viejos y los más grandes bestias se iban a vivir allí. Es por eso que su madre estaba ocupada con los trabajadores contruyéndoles nuevas casas y ampliando la red de acueductos.
Todos la pasaban bien... excepto para Mugaro. Las cosas cambiaron drásticamente para él un día de estos. Su padrastro había llegado del mercado con terribles noticias. Los soldados del Rey, conocidos actualmente como los Caballero Calahan, estaban reclutando a quien sea para su ejército, ¡incluyendo a niños! ¡Se llevaban a niños de sus casas y se los llevaban a la capital! Y, lamentablemente, la formación militar obligatoria aplicaba a todos los jóvenes, incluyendo a Mugaro. Solo era cuestión de tiempo para que vinieran por él.
Su madre, sumamente preocupada, preparó todo para su ida. Era peligroso si el Rey se lo llevaba a sus tropas, y más si descubría que era el Niño Santo. No soportaba que su hijo estuviera lejos de ella nuevamente, pero preferiría que estuviese con los demonios que con los humanos. Con una carta lo envió en caballo a Weinxus, donde sabía que Azazel lo refugiaría. Apenas salió de su casa, los caballeros Calahan ya estaban por llegar a su hogar. Tuvo que huir al bosque, perseguido por los humanos, bajo una lluvia torrencial. Les dejó un rastro falso del caballo y salió volando del lugar. Se mantuvo oculto, alejado de las ciudades humanas, y llegó sano y salvo a Weinxus.
Azazel, al leer la carta de su madre, lo refugió en su reino. Le dio una pequeña casa entre los suburbios, y le dijo que si necesitaba algo, podía acudir a él cuando sea. Ya antes sospechaba que los humanos planeaban algo malo, pero le pareció abusivo el reclutamiento militar obligatorio. Constantemente de preguntaba cuál era su plan.
Pero Mugaro, para no sentirse tan incómodo entre los demonios, los ayudaba en lo que podía, ya sea transportando cosas pesadas o trabajando en los campos de cosechas. A veces aparecía para cuidar a Lucinda o jugar con ella. Siempre que estaban juntos le hacían una broma pesada a sus padres o algún sirviente. Era divertido estar con el Niño Santo. La princesa ya lo veía como un primo.
Las cosas siguieron cambiando. De vez en cuando iban de visita con la abuela, o muchas veces Bacchus y Favaro los visitaban a ellos. Incluso Rita, la niña zombi, estaba contenta con la presencia de Lucinda. Aunque su curiosidad hacia los humanos iba creciendo; siempre escuchaba de parte del Teniente Lucius u otro soldado sobre el intento fallido de los humanos en invadir su reino. No los entendía. ¿Por qué tratan de pasar con violencia si simplemente pueden pedir el ingreso? Eran bastante extraños.
Pero lo más extraño que hicieron una vez fue retirarse; de la noche a la mañana se habían esfumado. Inspecionaron por completo el lugar donde habían acampado hace tantos los, y no quedó rastro alguno, ni si quiera basura. Esto le inquietaba a Azazel. Primero el reclutamiento, y después su repentina retirada. En definitiva el nuevo Rey humano estaba tramando algo.
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Lucinda, hija de Azazel
Fanfiction"Bahamut regresará en varios siglos. Para entonces su rival será la criatura más poderosa de todas, proveniente de una raza inigualable. Será más fuerte que los demonios, más ingenioso que los humanos, y más divino que los dioses. Esta criatura prov...