The perfect bucket list (Zayn Malik)

Capítulo 27

-aquí estas -escuchamos la voz agitada de Zayn. Y me puse terriblemente nerviosa- _____ te he estado buscando un buen rato, tengo que hablar contigo... -yo entiendo, me largo -Niall se levantó y me dirigió una mirada profunda, me revolvió el cabello con una mano justo como mi hermano solía hacerlo y se metió al salón de nuevo. Y sabia perfectamente de que Zayn quería hablar, también sabia que no iba a ser justamente una platica romántica donde él me dice que me ama y que quiere pasar el resto de mi vida junto a mi y casarnos y hacer muchas cosas súper lindas y perfectas y bla, bla, bla. Vamos, esas cosas no me pasan a mi. Zayn se sentó a mi lado igual o mas nervioso que yo, empezó a mover su pie rítmicamente contra el suelo antes de empezar a hablar. -sabes de que quiero hablar, el beso... Yo... Fue bueno pero... -tragué saliva. No lo arruines, Zayn, por favor. No lo arruines - pues... No sé bien porque paso ¿Sabes?... Quizás fue la emoción del momento...-él tartamudeó. Y supe que lo que seguía no iba a ser nada bueno- y no debió haber pasado nunca... en serio, nunca. -¡¿Qué?! -grazné. Se me salió sin siquiera pensarlo. Idiota, imbécil. No apliques esa linea conmigo. -sí... Jamas debió de haber pasado, porque me odiaría si nuestra amistad cambia por un maldito e insignificante beso -demonios "maldito e insignificante beso" palabras simples que me hicieron palidecer y sentirme patética. -entiendo... No va a cambiar nada Zayn... Solo fue un beso -dije, él negó levemente. Tenia su cabeza agachada y no podía ver su cara en absoluto. -no significó nada para ti ¿Cierto? -preguntó con voz baja. -oh, claro que no -mentí con un tono de ironía que no pude controlar. Solo fue el mejor beso que me han dado en toda maldita e insignificante vida- ¿Para ti si? -no... -lo escuché suspirar, seguía sin levantar la cabeza -jura que todo va seguir igual, vamos a olvidar este beso. -claro, nada paso -puse una mano en su espalda. Él se levanto rápido, de un salto y me miró con ojos tristes, seguramente temía por nuestra amistad. Tan lindo y tan idiota al mismo tiempo. Levantó su mano y acarició mi cara sin dejar de mirarme a los ojos. Ya le había dicho que el maldito beso no cambio nada ¿Por qué seguía con esa cara triste, entonces? Me mataba verlo así. Me acerqué y besé su mejilla sin poder detenerme. -todo está bien, Zayn -eres lo mas importante en mi vida -murmuró, con sus ojos verdosos. Pasó sus manos por mi cintura y me abrazó. Su cara quedó enterrada en mi cuello, sentía su respiración pesada y agitada ahí. -sabes que tu también lo eres en la mía, nuestra amistad no va a cambiar por cosas así... Insignificantes

-lo qu... -el celular de Zayn sonó haciéndolo quitar los brazos de alrededor de mi cuerpo. Vio quien era y bufó. -¿Qué sucede? -contestó con voz cansada. -¿Dónde jodidos estas? -gritó su papá. Tan fuerte que pude escuchar perfectamente.

-¡No me grites! Solo estoy aquí afuera, mierda Era casi increíble el odio que Zayn sentía hacia ese hombre. Su propio padre. -¡No seas grosero, maldición! Recargué mi cabeza en el hombro de Zayn para que no se pusiera tan de malas con los gritos. Por alguna razón parecía que yo podía ayudarlo a controlarse un poco y esa sensación era muy bonita, sentía como si yo significara algo para Zayn. Aparte, obviamente, de ser solo su maldita mejor amiga. -lo siento -arrastró las palabras y aunque no estuviera viendo su cara podía jurar que apretaba la mandíbula con coraje, odiaba ser amable con su padre. Pasó un brazo por mis hombros y lo escuché respirar mas calmado -¿Qué sucede? -te estuve buscando por todo el salón, pero de seguro estás con tu "amiga" disfrutando de la velada ¿Cierto? -Zayn se tensó en un segundo. -eso a ti no te importa... ¿Que demonios quieres? -ven por las llaves y llévate mi carro ¿Planeas andar toda la vida con autos prestados? ¿No te da vergüenza? -oh, pues... Está bien ¿en donde estás? -en la mesa -Zayn colgó y nos quedamos en silencio abrazados un minuto. Era un silencio agradable. Porque aunque él no me amara igual que yo, por lo menos podría morir en paz sabiendo que de una u otra forma le demostré mis sentimientos cuando nos besamos y quizás el olvidará ese momento en unos meses, o días, o minutos. Pero yo no lo olvidaría jamas. Y me abrazaba tan cálidamente que dejarlo de amar no era una opción valida. -¿Ya te quieres ir? -preguntó con voz calmada. -si, vámonos -él se levanto y me tendió una mano.

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-al fin -exclamé quitándome los tacones en cuanto llegamos al departamento. Suspiré moviendo mis pies en el piso y deleitándome con la sensación. -si te duele ¿Por qué te los pones? -se burló Zayn cerrando la puerta. -quería estar mas alta que tu -me volteé hacia el y levanté un poco mi cara para mirarlo a los ojos.

-pues a mi me encanta que seas una enana que me llega debajo de los hombros. -sí, sí, como digas, tú solo quieres ir por la vida burlándote de mí -me di la vuelta y caminé a la habitación sintiendo a Zayn caminando detrás de mí. -embustera, tú eres la que siempre te burlas de mí.

-eso es por que te quiero -admití volteándome hacia él y guiñándole un ojo. Entramos a la habitación y me tiré a la cama con el vestido aun puesto.

{Zayn}

Ella se tiró a la cama y yo sonreí. -hoy dejaremos la ventana abierta -ordenó mirándome a los ojos. Yo solo reí y asentí. -No me gusta dormir a obscuras. -está bien... ¿Dormirás con el vestido o que? -yo duermo como se me da la gana -se paró para abrir la persiana y se metió a la cama dispuesta a dormir -amé este vestido, no me lo quiero quitar... -puedes ponértelo mañana -comencé a quitarme la corbata y la camisa sin siquiera darme cuenta -¿No será incomodo dormir con eso? -si pero yo quiero... eh -me quité el pantalón por completo y su cara enrojeció de inmediato, no podía alejar la mirada de haya abajo. Yo me quedé quieto un momento cayendo en cuenta de la tontera que hice. Pero tenerla ahí enfrente, acostada en mi cama, mirándome de una manera no tan santa con sus hermosas mejillas ardiendo era demasiado para mi. ¿Qué demonios estaría pasando por su cabeza cuando me miraba de esa forma? Trate de ignorar ese tipo de pensamientos, tomé mi pantalón de pijama del escritorio, me lo puse y me metí a la cama con ella. -¿En serio dormirás de esa manera? -si -bostezó. Trató de abrazarme pero las estúpidas piedras de su vestido me raspaban el pecho y me alejé un poco. -me raspa tu vestido -me quejé. -uh, que delicado. No te voy a abrazar hoy -se dio la vuelta dándome la espalda. -no es mi culpa que le pusieran vidrios al vestido -no son vidrios, exagerado, y ya cállate -ya pues, si me tratas de abrazar en la noche con esa cosa puesta te voy a aventar de la cama -como siempre tan caballeroso -se rió aun volteada y yo suspiré.

Dormir esa noche seria un poco difícil, de acuerdo, mucho. Por fin la había besado y aunque para ella no hubiera significado nada para mi había sido asombroso, demonios, ahora no la podía mirar sin querer aventarme a devorar sus labios. Y aunque siempre había pensado que dormir junto a ella seria duro para mi ahora lo seria aun más.

Eran como las 3 de la madrugada y yo no había podido dormirme del todo. No podía dejar de pensar en ella y tenerla aun lado moviéndose como lagartija no ayudaba. En un momento ella comenzó a murmurar cosas sin sentido, no lo tomé en cuenta porque ya estaba acostumbrado a eso. De repente se levantó de la cama y haciendo mil movimientos se sacó el vestido y lo aventó al piso con todas sus fuerzas quedándose solamente en ropa interior. Maldije la hora en que abrió la persiana. La luz de la luna daba directo a su cuerpo y yo no podía despegar mi vista de ella.

Volvió a murmurar algo y abrió las sabanas para acostarse de nuevo. Se abrazó a mi cuerpo y soltó algo parecido a un ronroneo al encontrar mi pecho caliente. Mi corazón empezó a latir fuertemente ante su contacto. Porque aunque ella siempre dormía con ropa corta era muy diferente a que estuviéramos abrazados ambos en ropa interior.

Yo no soy de piedra, maldición, no aguanto tanto. Maldita seas ____. Tú y tu cuerpo perfecto, y tus labios carnosos que saben a gloria y... Oh dios. Mi miembro comenzó a cobrar vida cuando recordé aquella vez que entre al baño asustado porque ella no salía y vi sus preciosos senos que en ese momento se apretaban a mi pecho. Tomé aire y levanté la sabana para ver su cuerpo semidesnudo. Tenía una pierna arriba de las mías haciendo que su trasero quedara parado ante mis ojos. Y en ese momento no podría decir que estuviera pensando con la cabeza.