Capítulo 2

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Qué desagrado. 

Me duele la cabeza y tengo la boca seca. Esta es una resaca de aquellas. Anoche, después de la fiesta en la mansión decidimos pasar a un bar. De donde no salimos en muy buen estado. Teníamos que celebrar que una de las dos había disfrutado de verdad esa fiesta.

— Uhhh —me quejo cuando un rayo de sol entra por mi ventana e impacta en mis ojos, haciendo que mi cabeza casi se parta. Me levanto y salgo de mi habitación en dirección a la cocina, de un mueble saco dos pastillas para el dolor de cabeza y me las tomo con un gigantesco vaso de agua.

Hoy es domingo y me toca asear la casa, tengo que hacer las compras del mes y preparar unos informes de un nuevo proyecto que prepara mi jefe.

  — Compras primero —murmuro y me dirijo al baño.

                                                         🌸

— Hola mamá —digo cuando contesto mi teléfono.

— Hola hija, ¿Qué tal todo? —responde la dulce voz de mi madre.

— Todo bien mamá, aseando la casa —respondo animada. Me tiro en el sofá para hablar más cómoda.

— Que bien, domingo de limpieza —se ríe mi madre.

— En algún momento tenía que ocurrir —respondo asumida.

— Muy bien, me parece genial... Tu padre pregunta cuando vienes a visitarnos.

— En navidad estaré ahí mamá, ya se los prometí.

La idea de ir a Jacksonville a visitar a mis padres me entusiasma. Hace dos años que no voy, y tampoco la idea de pasar otra navidad sola y muerta de frío, llama mucho mi atención. Antes de venirme a vivir a Nueva York mi sueño era pasar una navidad rodeada de nieve y poder patinar sobre hielo en el Central Park, pero después de mi esguince el año pasado, ya no quería nada más ni con la nieve ni con el hielo.

  — Perfecto, maravilloso. Tu padre te manda besos. Nos vemos hija, te amamos —dice y cuelga.

Quedo con la misma nostalgia de siempre al terminar una llamada con mis padres.

  — Bueno... hay que seguir —murmuro dándome ánimo.

Tiro mi celular sobre el sofá y le subo a la música. Tomo la fregadora de piso y la uso de micrófono para empezar a cantar This Ain't A Love Song junto a Bon Jovi.

                                                                                    🌸

Pulso el botón del ascensor y espero a que llegue. Tambaleo el pie y muevo mi cabeza ligeramente al ritmo de Rihanna y Chris Brown que cantan Nobody's Business a través de mis auriculares. Cuando por fin llega el ascensor me subo y marco el piso veinte. Se suben tres personas en el piso doce y marcan el piso veintidós, mientras yo sigo moviéndome al ritmo de la canción hasta que llego a mi piso.

  — Hola Hannah —saludo a mi mejor amiga cuando paso por delante de su escritorio. Ella también trabaja aquí, es la recepcionista. De hecho yo le conseguí el trabajo.

  — Hola lindura —responde levantando la vista de su café.

  — ¿Llegó Ray? —le pregunto. Tengo mucha confianza con mi jefe. Ya que es el mejor amigo de mi padre.

  — No, el señor Smith aún no ha llegado —responde y vuelve a sorber su café.

  — Oh okay, gracias —me despido y le tiro un beso.

OlvídaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora