Qué desagrado.
Me duele la cabeza y tengo la boca seca. Esta es una resaca de aquellas. Anoche, después de la fiesta en la mansión decidimos pasar a un bar. De donde no salimos en muy buen estado. Teníamos que celebrar que una de las dos había disfrutado de verdad esa fiesta.
— Uhhh —me quejo cuando un rayo de sol entra por mi ventana e impacta en mis ojos, haciendo que mi cabeza casi se parta. Me levanto y salgo de mi habitación en dirección a la cocina, de un mueble saco dos pastillas para el dolor de cabeza y me las tomo con un gigantesco vaso de agua.
Hoy es domingo y me toca asear la casa, tengo que hacer las compras del mes y preparar unos informes de un nuevo proyecto que prepara mi jefe.
— Compras primero —murmuro y me dirijo al baño.
🌸
— Hola mamá —digo cuando contesto mi teléfono.
— Hola hija, ¿Qué tal todo? —responde la dulce voz de mi madre.
— Todo bien mamá, aseando la casa —respondo animada. Me tiro en el sofá para hablar más cómoda.
— Que bien, domingo de limpieza —se ríe mi madre.
— En algún momento tenía que ocurrir —respondo asumida.
— Muy bien, me parece genial... Tu padre pregunta cuando vienes a visitarnos.
— En navidad estaré ahí mamá, ya se los prometí.
La idea de ir a Jacksonville a visitar a mis padres me entusiasma. Hace dos años que no voy, y tampoco la idea de pasar otra navidad sola y muerta de frío, llama mucho mi atención. Antes de venirme a vivir a Nueva York mi sueño era pasar una navidad rodeada de nieve y poder patinar sobre hielo en el Central Park, pero después de mi esguince el año pasado, ya no quería nada más ni con la nieve ni con el hielo.
— Perfecto, maravilloso. Tu padre te manda besos. Nos vemos hija, te amamos —dice y cuelga.
Quedo con la misma nostalgia de siempre al terminar una llamada con mis padres.
— Bueno... hay que seguir —murmuro dándome ánimo.
Tiro mi celular sobre el sofá y le subo a la música. Tomo la fregadora de piso y la uso de micrófono para empezar a cantar This Ain't A Love Song junto a Bon Jovi.
🌸
Pulso el botón del ascensor y espero a que llegue. Tambaleo el pie y muevo mi cabeza ligeramente al ritmo de Rihanna y Chris Brown que cantan Nobody's Business a través de mis auriculares. Cuando por fin llega el ascensor me subo y marco el piso veinte. Se suben tres personas en el piso doce y marcan el piso veintidós, mientras yo sigo moviéndome al ritmo de la canción hasta que llego a mi piso.
— Hola Hannah —saludo a mi mejor amiga cuando paso por delante de su escritorio. Ella también trabaja aquí, es la recepcionista. De hecho yo le conseguí el trabajo.
— Hola lindura —responde levantando la vista de su café.
— ¿Llegó Ray? —le pregunto. Tengo mucha confianza con mi jefe. Ya que es el mejor amigo de mi padre.
— No, el señor Smith aún no ha llegado —responde y vuelve a sorber su café.
— Oh okay, gracias —me despido y le tiro un beso.
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Olvídalo
RomanceSus ojos color turquesa fueron el motivo de que se dejara llevar en esa fiesta, solo pudo ver sus ojos y ya nunca los pudo olvidar. Fue un buen momento, solo eso fue... O eso pensaba hasta que el dueño de los ojos turquesa aparece nuevamente en su v...