Estoy peleando con la impresora cuando mi celular suena avisando un mensaje de un número desconocido, que ya no es tan desconocido para mi.
*Te vi el sábado en el bar muy bien acompañada, ¿tu novio?*
Me molesta su intromisión en mi vida.
*No te importa, ah y yo también te vi acompañado... linda tu novia*
Sigo mi lucha con la maquina hasta que logro imprimir unos informes. Mi celular no vuelve a sonar y lo agradezco, estoy muy liada como para tener más distracciones.
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— Maddie, mañana tenemos una reunión con el señor Wood —me avisa Ray cuando entro en su oficina a dejar unos papeles.
— ¿Qué? , pero si ese tema ya estaba solucionado —alego a mi jefe. No quiero ver a ese hombre, ¿qué parte no se entiende? El mundo conspira en contra de mi.
Aunque pensándolo de otro modo. Mañana podría reportarme con gripe y así pasar de ese tema.
— Lo estaba, pero al parecer al señor Wood le surgieron nuevas preguntas —murmura. Claro, por ejemplo si Marc es mi novio.
Hijo de....
— Maddie, arregla todo para mañana. Cambia mis reuniones, tenemos que ir nosotros a su oficina.
— Genial —murmuro enojada.
— Eso es todo, puedes irte si quieres, yo me quedaré revisando unos papeles y me voy.
— De acuerdo. Buenas tardes Ray, nos vemos mañana. —salgo de la oficina enojada. Ese tipo quiere arruinar mi semana pero no lo va a lograr.
Paso por el escritorio de Hannah que ya se esta preparando para arrancar.
— Vente conmigo a mi casa y nos tomamos algo —le digo a mi pelirroja amiga.
—Amo la idea —dice y sale de su escritorio. Nos dirigimos al ascensor y esperamos que llegue.
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— Entonces tiene novia —murmura Hannah con respecto al tema Wood.
— Lo mismo creo, pero no deja de molestarme, o sea, me manda mensajes preguntándome quien era el chico del bar, dice que me quiere ver y que no olvida lo que hemos pasado —estoy indignada.
— Entonces habla con él —repite.
— Olvídalo —camino hacia la cocina y al prender la luz, la ampolleta se quema.
— ¿Qué pasó? —grita Hannah cuando se corta la luz en todo el apartamento.
— La luz de la cocina hizo corte, déjame que quito la ampolleta y das la luz. —Con la ayuda de la luz de mi celular busco un paño, luego me subo a la isla de la mesa y quito la ampolleta.
— ¿Listo? —grita Hannah desde la sala.
— Listo, enciende el interruptor —grito de vuelta.
Voy a comenzar a bajarme cuando la luz llega, pero la mesa se mueve haciendo que caiga al suelo, impactando mi cabeza primero que el resto de mi cuerpo. Se me apaga todo y solo escucho el grito de Hannah.
— ¡Amiga! —no escucho ni veo nada más. Mis parpados ganan y me duermo.
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Olvídalo
RomanceSus ojos color turquesa fueron el motivo de que se dejara llevar en esa fiesta, solo pudo ver sus ojos y ya nunca los pudo olvidar. Fue un buen momento, solo eso fue... O eso pensaba hasta que el dueño de los ojos turquesa aparece nuevamente en su v...