IX

608 21 1
                                    


Ella se levantó y yo aún permanecía en el suelo. - Te quiero lejos de mí. Aléjate de mí y de los míos. Eres un monstruo- comentó mientras se marchaba.


Rompí aquella flecha con mis propias manos, arrepentido de lo que había hecho. Estaba cegado por mis heridas del pasado, que no pude ver en quien me había convertido. Ya mi corazón no era el de un humano, era el de una estatua de museo gracias a mi desconfianza.


No tenía muros donde esconderme y protegerme, no tenía armadura para resistir los ataques, no me quedaba nada. -Por favor, no te vayas...- dije entre susurros. -Perdóname, pero ya no me queda nada. No quiero volver a esos muros, no quiero volver a vivir en soledad- le comenté, palabras que salían del corazón que ella me había revivido y robado.


Ella se detuvo, me escucho con tranquilidad. Quizás, solo quizás, logro entender mis palabras y entender mis miedos. -No soy un monstruo- Grité. - Perdóname- Grite llorando. -No soy quien crees. No soy lo que ves, lo juro... no soy lo que piensas-

do povt

Una carta abiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora