Capítulo 33

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HARRY OBSERVA AL viejo sentado en el otro lado de la mesa, tiene la mandíbula tensa y la mano agarrando con fuerza un tenedor. Puede sentir sus uñas clavándose en sus palmas, pero es una distracción para evitar saltar sobre la mesa y asfixiar al viejo quien, por supuesto, no dejará de hablar.

Nicola le permitió a Harry utilizar el comedor después de que todos ya hubieran cenado, así que todos están en sus habitaciones a esta hora. Hay un par de guardias fuera, por insistencia de Nicola, a pesar de que Harry puede con el viejo y los dos guardias si lo necesitara. No puede decir si Nicola le está subestimando, o si simplemente aún se pregunta dónde yace su lealtad. Es más probable que sea la última.

El bastardo no ha dicho ni una sola palabra desde que el guardia le trajo a la sala. Simplemente se sentó y empezó a comer la pequeña porción de pollo y arroz que le dieron. Nicola no quería alimentarle, pero era parte del trato que Harry hizo para obtener la información que quería.

Secretamente quiere que el viejo se atragante.

No sabe cuánto tiempo ha pasado. No toca su propia comida. Sus ojos están lanzando dagas al hombre, su mirada es la peor que puede poner. Su agarre en el tenedor se hace más firme, la rabia empieza a apoderarse de él. Se está impacientando.

Después de un par de momentos en silencio, clava el tenedor en la mesa, levantándose de la silla. "Suficiente. Dime lo que me prometiste o dejaré que te devuelvan a la celda."

El doctor apenas se inmutó ante el acto repentino de Harry. Alza una ceja mientras mira a su creación, metiéndose una cuchara entera de arroz en la boca. Hace esperar a Harry hasta que traga antes de hablar. "¿No se me permite disfrutar de mi última cena?"

"Deja de jugar conmigo," gruñe Harry.

El doctor suspira dramáticamente, limpiándose los labios con una servilleta. La deja sobre su regazo, entonces junta las manos bajo su barbilla, con los codos apoyados en la mesa mientras mira a Harry. "¿Recuerdas tu primera semana de entrenamiento?"

La mandíbula de Harry se tensa. "No estamos aquí para hablar del pasado."

"Quizás no, pero me prometiste una cena. ¿La gente no suele charlar casualmente mientras cena?"

"Nada de nuestras vidas es casual," contesta Harry. "Dime cómo devolverles los recuerdos."

Por su puesto, su pregunta es ignorada. "Eras tan tímido por aquel entonces, ya sabes. Sólo éramos tú y yo. Echo de menos esos tiempos, de verdad. Sabes cuánto he admirado tu fuerza y carácter. Siempre me he sentido orgulloso de llamarte hijo--"

"No te atrevas. No tienes derecho a llamarme así."

"Aunque es cierto, ¿no? Prácticamente te crié. Apuesto a que tienes más recuerdos paternales conmigo que con tu padre de verdad. Al menos yo me quedé contigo."

Harry no sabe lo que está haciendo cuando agarra ambos lados de la mesa, lanzándola a un lado para tener vía libre hacia el viejo. El doctor se pone en pie sólo para ponerse detrás de su silla, como si le fuera a proteger.

Harry agarra la silla, pero en vez de tirarla, la empuja hacia atrás con el doctor, presionando la parte superior contra la garganta del viejo.

"Si no estuviera desesperado, no estarías respirando ahora mismo," dice lentamente, sus oídos escuchando los rápidos latidos del hombre. Puede actuar firme y tranquilo todo el día, pero su cuerpo no puede mentir con tanta facilidad. "No estoy aquí para que me restriegues por la cara cómo destrozaste mi vida. Nunca te he visto como un padre, así que quítate esa ilusión de la cabeza."

The Uprising (Book #3 - The Inception Trilogy) // EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora