Burning Desire (Negan)

Capitulo 14

Trate de moverme pero algo pesado me lo impedía casi por completo, mi cuerpo entero se sentía caliente y solo quería encontrar algo frío. Desperté por completo al darme cuenta que me era imposible moverme y fue cuando me percate que estaba atrapada entre los brazos de Negan.

Cerré los ojos con fuerza, si no estuviera envuelta en los brazos de Negan, estaría dándome de golpes por haber sido tan débil y estúpida.

Sentí que se removía detrás de mi, indicándome que se estaba despertando y me maldije nuevamente, si no me hubiera movido tan brusco hubiera podido ahorrarme la pena de hablar con él sobre lo que había pasado anoche.

— Buenos días — escuché su voz rasposa debido a que se acaba de despertar.

Sus brazos se movieron un poco para dejarme mover un poco, lo cual agradecí infinitamente, casi no podía respirar.

— Buenos días — contesté mientras mi corazón volvía a acelerarse al sentir sus labios en mi hombro derecho e ir subiendo lentamente por mi cuello.

Mientras que sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo desnudo, cerré los ojos y mordí mi labio, si seguía así no iba a poder salir de su cama, nunca.

— Negan — mi voz sonó más como un gemido a que como una orden, lo cual solo hizo que mi enojo conmigo misma aumentará.

Escuché su típica risa para después sentir su cuerpo moverse aún más cerca del mío, sus manos bajaron mas hasta posicionarse entre mis piernas.

— No me digas que quieres que me detenga ahora — me susurró al oido sensualmente.

Solté un leve gemido al sentir como sus dedos entraban y comenzaban a hacer un movimiento circular, haciendo que mis manos se movieron hasta las de él para apretarlas un poco.

— No... — volví a gemir.

Escuché como soltaba un gemido ronco para después sentir su erección sobre mi trasero, haciendo que gimiera aún más, sus labios volvieron a mi cuello ahora mordiendolo un poco, gemí aún mas fuerte al sentir que introducía un dedo más.

— ¿Cómo puede ser que estés tan mojada? — su pregunta había hecho que volviera a gemir — volteate — me ordeno.

Lo hice sin pensarlo dos veces, había mandado a mi sentido común a un pequeño cuarto para que no saliera en el momento menos apropiado y arruinará toda la diversión.

Sus labios fueron directamente a los míos, mientras que su mano izquierda tomaba mi rostro y su otra mano me daba placer.

Gemí al volver a sentir su erección, solo que esta vez en mi pierna.

— Debo de admitir que me sorprendió al ver que eres un poco ruidosa, gatita — pego su frente con la mía, los dos teníamos la respiración agitada.

— Negan — suplique y sabía que le gustaba que dijera su nombre, le hacía creer que le pertenecía. Deje que lo creyera si es que iba a salir beneficiada en la situación.

— ¿Qué? — preguntó como si no entendiera que era lo que quería.

— Por favor — volví a suplicar.

Esta vez no hizo más preguntas, simplemente se posiciono encima de mí para terminar con la necesidad de sentirnos más cerca.

Enrede mis piernas sobre su cadera, ansiosa por sentirlo dentro de mi.

Negan volvió a besarme hasta que poco a poco fue bajando a mi cuello dando leves mordiscos, haciendo que gimiera y arqueara la espalda.

— ¿Qué es lo que quieres? — preguntó cerca de mi oído.