Capitulo 16

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 Los dos días habían pasado en los que Dwight ya había hecho un mapa para que pudiera seguir y así yo pudiera pasar desapercibida, sabía que mi escape se encontraba cada vez más cerca, por alguna u otra razón los días pasados me había querido retractar pero Dwight siempre me hacía entrar en razón y volvía a estar decidida en irme. Lo difícil era cuando me encontraba sola con Negan, sabía que no podía ponerme nerviosa frente a él o comenzaría a sospechar pero conforme pasaban los días no podía mantenerme quieta o no podía dormir como quisiera.

— ¿No puedes dormir? — escuché a la voz adormilada de Negan a mis espaldas.

Me removí entre sus brazos algo incomoda, mis planes por querer actuar normal habían fracasado.

— No — respondí finalmente — creo que el dormir por la tarde fue una mala idea.

Sentí como me atraía más a sus brazos, haciendo que mi espalda se pegará mas a su pecho.

— No te vi dormir en la tarde — respondió aún adormilado.

Sonreí levemente.

— Creo que el que debería dormir eres tú, se nota que mueres de sueño.

— Tienes razón — respondió — otra noche te ayudare a que puedas dormir, te lo prometo.

Al día siguiente iba caminando por los pasillos y Dwight pasó a un lado mío dejándome una nota en la mano, sabía que nadie podía ver que habláramos o todo el plan se iría por la borda. Cuando llegue a un lugar menos concurrido la abrí y la leí; decía que todo estaba listo para mi escape y que no debía de tardarme más de lo habíamos planeado.

Para mi buena suerte el día que me había quedado en la azotea, las cosas se habían calmado más de lo esperado y eso nos ayudo a que mi escape no se atrasará.

Las especificaciones de Dwight eran claras; tendría que salir a las 4 de la mañana donde se hacía el cambio de turno y yo podría salir desapercibida por al menos unos 10 minutos.

— Tú puedes hacerlo, es pan comido — traté de darme ánimos al sentir como el nerviosismo comenzaba a llegar.

Camine de vuelta a los pasillos para dirigirme a mi tarea del día.

Las horas pararon tan lapido que por la tarde comencé a sentirme un poco mal, me levanté de la mesa en la que me encontraba ayudando y me dirigí a mi habitación o bueno, a la habitación de Negan. Cerré la puerta y respiré hondo, el estómago lo tenía revuelto, las manos me sudaban y la cabeza me dolía.

— No te puedes poner nerviosa ahora — susurré mientras volvía a respirar profundamente.

La noche llegó tan pronto que volví a sentirme mal, decidí volver a la azotea para tratar de tranquilizarme y sentir el aire sobre mi rostro para mantenerme cuerda y no cometer ninguna locura.

Al llegar recargue mis codos sobre el concreto que hacía un barandal, se podía ver todo el santuario desde arriba, el bosque que lo cubría y la poca luz que emanaba ya que no querían que los caminantes vinieran hasta acá sin ser requeridos.

No sabía cuánto tiempo había estado en este lugar pero sabía que había sido bastante al sentir unas manos rodear mi cintura, supe de inmediato de quien se trataba, sonreí y me recargue sobre su pecho mientras seguía viendo el santuario.

— ¿Qué haces aquí? — pregunté después de unos minutos en silencio.

— Es hora de cenar — me informo, al escucharlo me di cuenta que se encontraba cansado.

Al pensar en la comida hizo que mi estómago se revolviera.

— No tengo hambre — susurré tratando de mantener a raya mi nerviosismo.

Burning Desire (Negan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora