II

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   ¿Cómo llegué a quererte tanto?

  Hay personas que me dicen que este sentimiento no es amor, es obsesión. Sea lo que sea, es una de las mejores cosas que me pasó.

  ¿Cómo podría llegar a describirte?

   Eres una obra de arte, la canción con la letra más linda que leí en mi vida. Tus ojos oscuros son tan profundos como el océano, su brillo es casi idéntico a los faros que alumbran el camino cuando la noche se acerca. Tu sonrisa. Mi Dios, tu sonrisa. Hay muchas personas que matarían por ver una imagen así todos los días y yo soy una de las pocas que tienen al menos una posibilidad de verla. Tu voz es preciosa, cantas con la misma dulzura con la que suena un arpa. El sentimiento que le dedicas a cada canción hace que se me ocurra una idea de lo bella que es tu alma. Cuando tocas tu amada guitarra mi mundo se paraliza. La forma en la que me caricias con cada melodía me recuerda por qué amo tanto la música (y a ti).

   Pero las palabras no me alcanzan para dar a conocer mi punto de vista, apenas puedo expresarme.

   La gente me pregunta si estoy escribiendo cartas de amor y mi respuesta siempre es la misma: escribo para no explotar. Escribo tantas oraciones cursis en estas hojas de papel que ni siquiera pretendo hacerte llegar. Escribo tantos párrafos en los que dejo partes de mí que nunca me atrevería a mostrar. Escribo en tantas hojas sin fecha ni nombre que jamás en la vida te podría enviar.

   No paro de pensar ni un segundo en ti, te apoderaste muy rápido de mí, realmente no lo veía venir.

   Mis notas bajaron y eso es muy malo ya que nunca fui de tener notas muy altas, así que estoy por debajo del promedio.

   En la clase de química, en la que antes prácticamente me dormía, ahora me pongo a pensar en cosas como que las moléculas son como las personas que buscan la felicidad. Si no la tienen, intentan cambiar para buscarla o en el peor de los casos, si son muy inestables, se terminan suicidando.

   El único momento en el que pensar en ti me ayuda es en el que bailo mis diversas coreografías. Probablemente no llegue a ser una profesional como las que se ven en la televisión pero no me quejo. Prefiero bailar conectándome totalmente con la música, con la letra, con mi alma y no simplemente bailar con el cuerpo. Me gusta ser yo misma al momento de moverme, marcar los pasos a partir de los latidos de mi corazón y no ser un robot que solo sigue los pasos y la intensidad que la coordinadora dicta.

   ¿Cómo fue que te vi?

   Todavía recuerdo aquel día en el que te conocí. Me caías tan mal que ahora no puedo creer que estés revolucionando cada parte de mí como si fueras un huracán. Pero se me está terminando el espacio de esta hoja tan cursi, así que probablemente esa historia sea para escribir en hoja aparte, en una hoja que después me darán ganas de tirar a la basura, así como dicho recuerdo, como dicho suceso.

Musical ChemistryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora