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Han pasado dos días desde que me escribiste y casi muero de emoción. Eres una persona muy abierta, tan poco tiempo pasó y ya siento que te conozco tanto...

He pensado en ti cada día, cada noche, cada ráfaga de viento que pasa trae volando los sentimientos que tengo hacia ti pero nunca se los lleva.

No es sano tenerte en mi mente todo el tiempo y lo sé, pero no sé cómo hacer para no quererte, qué tengo que hacer para no amarte como te amo.

Y duele, duele como el infierno, porque a pesar de que crea que eres un ángel tienes tus demonios detrás de esa faceta de chico perfecto. Y no es un insulto, claro, todos tenemos defectos y solo las personas que realmente valen la pena saben reconocerlos sin alejarse de nosotros.

Me pregunto si algún día encontraré a alguien así, alguien que pueda verme con unos ojos especiales, alguien que sepa reconocer lo bueno en mí por más que yo no quiera mostrarlo, alguien que se preocupe tanto por mí como si fuese su propio cuerpo o al menos parte de él. Alguien que me tenga un amor sincero pero que no intente ponerme por sobre todas las cosas. Alguien que sea fiel a sus sentimientos, costumbres y pensamientos y no intente impresionar a nadie por pretender ser alguien que no es realmente.

Sé que es imposible lo que pido, tanto como la opción de que esa persona seas tú.

Es lo que yo siento y quizá me equivoque, lo sé, pero estoy dejando de lado todas mis ilusiones para poder darle lugar a la realidad.

Musical ChemistryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora