Capítulo 1

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   30 minutos después, la policía había llegado a la escena del crimen. Todos los alumnos fueron desalojados del área y fueron mandados a sus dormitorios, por ahora solo quedaba el alumno que entró al baño y la chica que gritó. Ellos fueron interrogados y al salir no dijeron nada.

Bianca, una chica italiana de altura promedio, cabello negro, ojos azules y de tez blanca, no dejaba de preguntar por lo sucedido. Ella era bastante curiosa y hasta que no tuviera respuesta no dejaba lo mismo.

Acercándose a Samanta por el pasillo de la chicas, le preguntó con tranquilidad que había pasado. Pero ella no quiso hablar.

— Bianca, por favor. Deja de preguntar, me da ganas de vomitar al recordar ese momento. Te aconsejo que me dejes en paz, antes que llame a la policía.

Bianca resignada, bufa por su fracaso. Rápidamente da media vuelta y corre hacia Josue, donde estaba en los bebedores de agua del pasillo, le pregunta lo mismo que le dijo a Samanta. Pero igual que ella se niega hablar.

— ¿Por qué tanto secreto hacia ese cadáver? — Pregunta Bianca enojada por no recibir respuesta.

— No es secreto, Bianca — Replica Josue — . Solo que a veces las personas no, nos sentimos bien hablar de estas cosas.

— ¿Seguro que es eso? O solo quieres ocultar algo.

Él suelta un gruñido.

Ya fastidiado por el interrogatorio de Bianca, decide terminar el tema.

— Por tu bien Bianca, te aconsejo que no te metas en esto.

dicho eso, Josue camina más rápido hacia su dormitorio.

Con el fracaso hacia adelante, Bianca camina a hacia las escaleras para llegar a su habitación... Seguramente Alicia; la mejor amiga de ella, estaría allí, las dos compartían el mismo cuarto. Durante el tiempo que subía, podía escuchar algunos murmullo de personas arriba, al principio pensó que seguro era, Madelein y Adelaida quienes estaban hablando, pues era la primera habitación, pero se pudo escuchar una voz de hombre después «¿Por qué un hombre estaría aquí, si está prohibido que venga a las habitaciones de las chicas?» Medito Bianca al acercarse más donde provenía el ruido. Mientras más se acercaba podía escuchar mejor la conversación. Provenía casualmente de la habitación de Madeleine y Adelaida. Bianca sonrío por sus adentros al adivinar las personas. Pero esta vez no estaban solas... Estaban acompañadas de un hombre encapuchado.

— ¡Sabes que quiero mi dinero y es ahora! — Gritó el desconocido ya cansado. Podía verse la cara de susto de aquellas dos estudiantes.

— Nosotras te daremos tu paga, pero será dada cuando termines el último paso. Lo sabes muy bién ¡Ese fue el contrato! — contraataca Adelaida.

Bianca se acerca a la puerta, estaba cerrada, así que decide pegar su oreja para escuchar.

— ¡Ya no me interesa el maldito contrato! ¡quiero mi pago! ¡Y ES YA!

— Por favor, cálmate. Podemos resolver esto sentandonos.— Ofrece Madeleine.

Un sonido fuerte se escucha, Bianca se alarma. Madeleine y Adelaida gritan.

— ¡Ya me cansé de todo esto! ¡No seguiré...!

— ¿¡Como que no seguirás con esto!? — Interrumpe Adelaida.— ¡Un Trato; es un trato! ¡Tú diste tu palabra!

— ¿Como quieres que de mi palabra, si no me pagan mi trabajo? — Dice frustrado.

— ¡BIEN! — Gritó Madeleine.— Te daremos tu dinero a las 8:00 pm. ¿Feliz?

Bianca estaba confundida ¿Por qué tenía que pagarle a alguien? ¿Y para qué? La curiosidad de nuevo rodaba por ella, pero unos paso la desconcentra, vienen de adentro... «¡oh no!» 

EL SÍMBOLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora