Después de caminar algunos pasillos y subir uno que otro piso, al fin llegué a mi aula, donde mis amigas me esperaban.
-Dan, ¿Dónde diablos te metiste?- Me preguntó Tara, una chica de cabello corto y castaño.
-No sonó mi alarma- Suspiré dejando caer mi mochila sobre mi pupitre.
-Pues te perdiste una prueba de álgebra- Llegó Iris.
-No sé si alegrarme o preocuparme- Ironicé.
-Cali, pensé que nunca llegarías- Escuché una voz femenina a mis espaldas. Era Berenice, una chica muy linda, que desde el primer semestre declaró sus sentimientos hacia mí.
-Por poco y no- Reí levemente.
-¡Hey Dan!- De repente, siento un gran peso sobre mí. Era Marissa, una de mis amigas más cercanas. Siempre estaba a mi lado, pese lo que pese. Se había abalanzado sobre mí, haciendo que me tambaleara un poco y me apoyara en la banca, para no caer.
-Hola Mari- Sonreí devolviéndole el abrazo.
-Hey, ¿Qué tal si hoy vamos a la plaza?- Sonrió ampliamente Tara.
-Lo siento, debo trabajar- Resoplé.
-Algún día debemos salir- Insistió Iris.
-Será después, ahora es momento de Etimologías- Escuchamos la seria voz de la profesora, la cual estaba al frente del grupo. Rápidamente, cada una tomó su asiento y puso atención a la clase.
Sinceramente ésta clase no era mi favorita, por lo que me mantuve en silencio y me dediqué a mirar por la ventana.
Observaba detenidamente cada hoja que caía de un enorme árbol que se encontraba dentro del plantel, al lado de mi edificio. En realidad no había mucho que mirar, hasta que... De nuevo él.
Al parecer su grupo estaba en gimnasia, todos corrían alrededor de las canchas. Mis ojos lo seguían sin parar. Pasaron tan solo unos segundos cuándo escuché la voz de la profesora.
-Bien chicos, es todo por ésta sesión- Se despidió mientras tomaba su portafolio.
-¿Qué?- Pregunté extrañada frunciendo mi entrecejo.
La profesora avanzó hasta la salida, sin embargo, antes de salir comentó.
-Y señorita Calixto, si tan interesada está en la gimnasia, debería de practicarla- Al terminar, se retiró sin mirarme.
Mis mejillas se tornaron rojizas, ¿A caso me quedé viendo dos horas a ese chico?.
-¿Qué fue eso?- Me preguntó Marissa mientras se acercaba.
-Dan miró la ventana en toda la clase- Respondió Iris a mis espaldas.
-¡Fueron segundos!- Alegué extrañada.
-¿Qué mirabas?- Preguntó Tara asomándose por la ventana.
-Nada- Bufé.
-Chicas, la profesora Claudia está enferma- Llegó Berenice.
-Genial, descanso-
-¿Vamos a cafetería?- Propuso Iris.
-Andando-
Todas nos levantamos y pusimos en camino a la cafetería. En el camino todas reíamos y contábamos algo interesante que habíamos vivido el fin de semana.
Cuando bajábamos las escaleras, olí un aroma distinguido. Giré mi cabeza en la búsqueda de ese exquisito olor. Al momento de hacerlo, choqué con un cuerpo.
YOU ARE READING
¡Hey Dan!.
Teen FictionDanielle es su nombre. Una joven adolescente común y corriente. No era la típica nerd ni mucho menos la chica rebelde que se enamoraba de su opuesto. Ésta es la historia de una chica más, una estudiante más; alguien tan común como tú y yo. Su vida a...