CAPITULO 6

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Castigada.

Castigada por mi propio hermano.

¿Acaso se creía mi madre? ¿Creía que era una niña? Diablos que no tenía ningún derecho sobre mi solo por haber nacido cinco minutos después que yo.

Solo por ser malditos mellizos.

Ahora tendría que ir del instituto a departamento y del cabe decir, aburrido departamento al aburrido instituto. No es que haya tenido planes antes de que mi hermano me castigará, pero necesitaba libertad, una que no tenía casi nunca.

Pocas eran las veces en las que me encontraba centrada, completamente sola y con la mente en blanco, sin tener que preocuparme por si el dinero que Ahston ganaba era suficiente para ambos o siquiera para el.

Tener que estar en los ambientes más estresantes que aparecieron en mi vida no me hacen pensar cosas más positivas, creo yo que en algún momento explotaré por ser tan malditamente considerada con todos los aspectos de mi vida.

Personalmente pienso que tal vez debería de dejar de perder mi tiempo imaginando los problemas de los demás cuando yo de por sí no puedo ni con los mios, pero en algún momento en el que estoy intentando poner mi atención principal a mis errores, me desvío y en mi mente aparecen los enigmas de los demás.

Es injusto por que yo no pedí nacer así, lamentablemente soy una persona que a pesar de toda la mierda que por alguna vez pude haber pasado junto a mi hermano, todavía toma en cuenta a la multitud.

Pero es.... Frustrante....

En cierto punto.

- ¡Michy! -grito mi hermano afuera de mi habitación, por suerte le había puesto el pestillo para que no pudiera pasar, aunque pensándolo bien podría entrar a la pieza sin la necesidad de usar una llave. - ¡¿Me puedes explicar qué es esto!?

- ¿Ahora que? -me pregunté a mi misma, para rodar los ojos y acercarme a la puerta para que el susodicho ingresará.

- Tiene sangre. -fue lo primero que me dijo cuando lo vi, sin saber ni un poco de lo que estaba diciendo, Ashton levantó el vestido y me enseñó la mancha roja que se mostraba en la parte del trasero.

- Mierda. -susurre, mordiendo mi labio con fuerza cuando me di cuenta de algo.

Corrí hacia al baño para asegurarme de lo que en mis pensamientos estaba era verdad. Dios.... ¿Como no me pude dar cuenta? ¡Hoy era veinte! ¡A mi me viene el periodo puntualmente los veinte de cada mes!

Diablos que manche el vestido de la hermana de Drew.

En el peor de los casos creo que hubiera llegado a manchar la pared, o tal vez su cama... Aunque con tanta cualquiera que pasa por su cama no me sorprende que por hay una bote sangre.

- Eso es mío..... Pero lo puedo explicar. -mencione a Ashton, el me veía con el ceño fruncido y al parecer aguantándose las ganas de golpear o romper algo.

- Adelante. -dijo con la sonrisa más cínica que me podría haber dado a mi, su hermana, en toda mi vida. Hizo un ademán con su mano y entonces tuve que decirle.

- Es mi periodo. -mentiría si dijera que mis mejillas se quedaron del tono pálido natural de mi piel, pues en estos momentos me podía comparar con la maldita nariz de Rodolfo el Reno.

- Bien.... -creo que de todo lo que le podría haber dicho de respuesta a mi hermano, desde un "Tuve sexo con Drew" hasta un "Me diagnosticaron cáncer" no se esperaba lo más normal que eran mis días rojos.

Avergonzado era el resultado de haber preguntado eso, cabe decir que mi hermano pocas veces se avergonzaba, ni siquiera lo hizo esa vez cuando lo descubrí teniendo un encuentro íntimo con su C-O-M-P-A-Ñ-E-R-O, por que si, era un hombre.....

¿Y se avergonzaba por que le había dicho que me había llegado la menstruación?

Solo dos personas en tu familia pueden ser los más raros, tus hermanos, ya sean mujer o hombre y tus padres, más tu madre y ya que yo no tengo padres solo me queda Ashton para el bipolar de la familia...

Mi familia.

- Tenía la intención de tomar una ducha, así que... -mencione para la final dirigir mi mirada hasta donde estaba mi puerta, Ashton pareció comprender al instante y salió dejando el vestido en mi cama.

- Quiero que lo devuelvas. -grito ya afuera de mi habitación.

Suspire derrotada pues eso se suponía que no tendría escapatoria y que obligatoriamente tendría que estar nuevamente a solas en el mismo espacio con Drew.

Me importó poco pues lo único que quería en esos momentos después de tanto drama, era recostarme y hallar la forma de olvidarme de todo lo que hace menos de unos días había comenzado a ocurrirme.

(...)

Ashton no está.

Lo primero que vi cuando desperté fue un papel, muy extraño a decir verdad, lo tome entre mis manos y me di cuenta que era la letra de mi hermano, abrí la que era una carta, suponía.

El mensaje era claro, sencillo, pero con las palabras equivocadas "No hagas nada que yo no haría,en mi ausencia" ahora mismo me preguntaba ¿Que cosa no haría mi hermano?

Probablemente ya había intentado de todo, por lo que creo que me estaba dando carta libre a hacer lo que yo quisiera.

Sonreí para mis adentros y deje la carta, tome mi chaqueta y salí de el departamento más rápido de lo que podría hacerlo un gato del agua.

El frío viento de Brooklyn me golpeó el rostro, y no era para menos cuando estábamos comenzando octubre, pero por suerte al quitarme el vestido me había puesto vaqueros y no leggings.

Camine por la calle sin un rumbo fijo, hasta que me tope con un parque, un tanto solitario para mucha gente, pero no para mi, pues sonara mal pero estaba acostumbrada a la soledad.

Ingresé sin importarme mucho lo que hacía, probablemente y como otras veces me quedara aquí por un largo rato en el cual Ashton volvería a nuestro departamento y descubriría que no me encuentro ahí, pero no me importa.

Me senté en una banca ni bien entre en la zona verdosa, inhale el aire, sintiendo como era más puro por las plantas que había a mi alrededor.

Dios, no sabía hasta que punto llegaba a ser un parque tan.... Relajante.

Completamente dispuesta a dormir, sin tomarle mucha atención al asunto de si me robaban o no, alguien interrumpió mi siesta.

- ¿Michy? -susurro, acercandose a mí y sacándose los audífonos.

- No lo tomes a mal pero de todas las personas que me quería encontrar tu estabas fuera de la lista. -le respondí yo, el hizo una seña de que le dolió y yo solté una pequeña risa.

- ¿Sabes que me encanta verte sonreír? -me dijo el, a lo que quede un poco sorprendida por que de todo lo que me podría haber dicho, eso no estaba muy dentro de lo normal.

- ¿Si? -murmure poniéndome de pie, sintiendo de repente la necesidad de hacerlo pero a la vez tambaleándome un poco. - Pues a mi me encantan tus músculos. -no se de donde salio eso, lo juro.

Tampoco se de donde salio mi valentía para que en medio del parque, metiera una de mis manos por debajo de su camiseta y acariciara su pecho, mientras que la otra mano apretaba uno de sus brazos.....

Bueno tal vez el hecho de que casi solo los dos estuviéramos en ese lugar contribuye pero esa es otra cosa.

- Michy.... -dijo haciendo que me detenga de acariciar sus abdominales, lo mire a los ojos y sus pupilas estaban notablemente dilatadas. - ¿Te sientes bien?

- Yo... Yo.... -empecé a murmurar de repente mareando me, y teniendo que apoyarme en sus hombros par poder quedarme en pie. - Yo.... Atrapame. -le susurré antes de caerme.

Drew impidió que llegara al suelo, y me cargo cuando supo que estaba en la posición correcta, yo no pude hacer más que pegarme a su pecho al oler el aroma que desprendía....

No me daba cuenta pero....

Me estaba haciendo adicta a eso....

Me estaba haciendo adicta a Drew.





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⏰ Última actualización: Dec 31, 2017 ⏰

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