Eran las ocho de la tarde y estaba empezando a oscurecer. Emily estaba en su habitación, todavía algo triste, pensando si ir o no a la fiesta. Después de lo ocurrido esa tarde, ella solo quería olvidarse de ese imbécil que la había humillado (¡dos veces!) ante sus nuevos amigos. Y ya era más que obvio que aquel muchacho no la soportaba, la quería lejos, y aunque ella no sabía bien porqué, ya no le importaba. Cuanto más lejos estuviese de él, mejor. Recordó cómo León la había defendido hacía unas horas, y supo que una tonta pelea con un idiota que no tenía nada que ver con ella ni con su vida, no podía impedir que ella se divirtiera. Y por todo eso, decidió ir a esa fiesta, aunque cruzaría los dedos para que León estuviera en lo correcto y Sam no estuviese allí.
Decidió ir a bañarse y prepararse para la fiesta.
Una hora después estaba lista, con un vestido corto de color verde claro, muy de verano y bastante informal, pero realmente bonito, y unas sandalias beige. Se colocó un poco de maquillaje, rímel, brillo labial, y se desenredó el cabello. Se miró al espejo, no del todo convencida con su look, pero se dio cuenta de que era hora de irse. Tomo su bolso y bajó las escaleras.
-¡Mamá, papá! Me voy, no vuelvo tarde- avisó, acercándose a la puerta.
-¿A dónde vas?-le preguntó Brandon.
-Una fiesta.-dijo ella, y al verlo tan arreglado (con una camisa Kevingston impecable, un pantalón blanco, y una sonrisa radiante) le preguntó-¿A dónde vas tú?
-También tengo una fiesta, resulta que no eres la única que ya tiene amigos aquí-dijo su hermano.
-Es en la calle Venus Road 2447.-dijo ella, sospechando. Brandon abrió los ojos de par en par.
-Que incómodo-dijo, encaminándose hacia la vereda.-Me invitan a una fiesta donde estará mi hermanita… Pues, vamos entonces, no es lejos de aquí.
-Vamos-dijo Emily, y luego agregó- Y no soy tu “hermanita”, ya tengo dieciséis.
-Exacto, una niñita-dijo su hermano, burlándose.
Caminaron unas cuantas cuadras, discutiendo sobre las edades, y riéndose de vez en cuando. Llegaron a una enorme casa de tres pisos, bien iluminada. Desde afuera se oía la música. Entraron. Una multitud de personas entre las que Emily no conoció a nadie. Miró hacia todos lados. Un par de chicas se acercaron.
-Hola lindo-dijo una de ellas a Brandon-Me llamo Michelle.
Brandon sonreía de oreja a oreja. Para cuando Emily quizo darse cuenta, su hermano estaba en plena pista de baile, abrazado con la rubia, bastante acalorados. Ella no sabía con quien hablar, ni a donde ir. Buscó con la mirada a León, pero no lograba localizarlo.
Comenzó a avanzar entre las personas, y al no reconocer a nadie, creyó que quizás se había equivocado de fiesta… pero no, estaba segura que León había dicho Venus Road al 2447. De repente, su mirada se detuvo en dos grandes ojos color verde que la observaban desde lejos. Se quedó congelada unos instantes, sin bajar la vista, centrada en aquellos ojos penetrantes, y viendo como cada vez estaban mas cerca de ella. Reaccionó al darse cuenta de que Sam estaba parado justo en frente de ella, y salió de su extraño trance. La mirada del chico era distinta. Esta vez no la miraba con odio. Era más bien parecida a una mirada de dolor.
-yo…-comenzó a decir Sam, pero Emily se alejó unos pasos. No tenía pensado encontrarse con el allí.
-¿Qué haces aquí?-le preguntó, algo bruscamente.
-Puedo preguntar lo mismo, te dije que te alejaras-dijo el chico.
-Vivo en esta ciudad ahora, y resulta que voy a las fiestas que quiero-dijo Emily, cansada de que la pasaran por encima- Si tienes algún problema, aléjate tu de mí, y todos felices.
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Nuevos amigos
Teen FictionEl principal objetivo de Emily al llegar a Summer Beach es hacer nuevos amigos. Conocerá a un grupo de chicos muy particulares que ocultan un oscuro secreto, que ella se dispondrá a averiguar, cueste lo que cueste. ¿Que es lo que esconden León, Sam...