Cuando sabes que el amor eres tú, no necesitas saber más nada. Cuando sabes que la felicidad y la paz eres tú, no necesitas de otras miradas. Cuando sabes que la luz eres tú, no necesitas cobijarte bajo la luz de más nadie. Cuando sabes eso, no caben dudas en tu alma ni te sientes menos que nada, tampoco te sientes más, sólo estás ahí, flotando apaciguada, contemplando el mundo, la naturaleza, mirando con los ojos del alma. No necesitas ver tu reflejo en la vida del otro y ya no importan las carcasas, esa apariencia que mostramos al mundo por temor a ser rechazada. Ya no necesitas inventar excusas y ni siquiera sentirte aprobada. Sólo estás ahí latiendo a tu propio ritmo, mostrando tu inocencia de niño, sin jugar con las palabras. Estás ahí, plena, llena de luz, flotando apaciguada. No necesitas andar corriendo tras una vida que no te lleva a nada, mostrando lo que haces y no haces para sentir que tu autoestima aún puede ser salvada.
Cuando sabes que el amor eres tú, no necesitas saber más nada. Porque el amor lo traemos desde el vientre de nuestra madre y nos ha sido regalado como un don inigualable. El amor, la felicidad, la libertad y la paz están en nosotros... no lo busques afuera, encuéntralo en ti, siéntelo, y verás cómo tu visión cambia, verás como ves con otros ojos, cómo tu mente cambia. Sentirás la dicha de saberse realmente amada. Verás al mundo con amor y al fin comprenderás que no es el otro el que te amarga, el que te hace daño, el que te olvida, el que te regaña. Sabrás que vales mucho y dejarás de lado todas esas pequeñeces que te atormentan, te ahogan y te hacen ver fantasmas en la gente que te ama. Dejarás de compararte y se irán tus traumas. Ya no te sentirás desencajada y todo tu ser brillará, incluso en las madrugadas, cuando todo duerme y el mundo parece estar en calma. Sabrás que el amor eres tú cuando al fin te abraces y sueltes tu mente para encontrarte así como eres, como fuiste creada, única, maravillosa y amada.
ESTÁS LEYENDO
A solas conmigo...
PoesíaEl amor y las palabras... la vida entera caminando por una cuerda floja, la vida entera queriendo salir por mi boca...