Toda nuestra vida está marcada por encuentros y desencuentro. Marcada por aquellos encuentros amorosos que conquistaron nuestro cuerpo y nuestra alma. Encuentros entre amigos después de una larga estadía fuera de casa. Encuentros entre padres e hijos, entre madres y hermanas. Encuentros con extraños que nos han dejado una enseñanza. Encuentro con uno mismo en las noches de desesperanza, y en los días de calma.
Toda nuestra vida está marcada por encuentros y desencuentros. Desencuentros con aquel que llegó tarde, sin saber que le esperábamos. Desencuentros amorosos con aquel que creímos amar y salió disparado. Desencuentros en palabras, en gestos, en miradas. Desencuentros provocados por los miedos, por los prejuicios, por las miradas. Desencuentros en tiempo y en distancia, desencuentro en latidos, en sintonía, en esperanzas.
Toda nuestra vida marcada, marcada por esos encuentros que al final quedaron en la nada, trémulos y miedosos perdieron la oportunidad dada. Marcada por esos desencuentros, a minutos de serlo todo o no serlo nada. A minutos de encontrarnos, de cruzarnos o de seguir como fantasmas, ciegos a otros ojos, a otras almas. Marcada por el destino y sus dos varitas mágicas, encuentros y desencuentros se alternan para darnos batalla. Depende de nosotros cual elegimos para repararnos y seguir en pie... sin dejar de vivir y dando batalla.
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A solas conmigo...
PoesiaEl amor y las palabras... la vida entera caminando por una cuerda floja, la vida entera queriendo salir por mi boca...