Sus padres

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Estamos juntos, en el baño de su casa, ella con el test de embarazo en su mano, yo con un refuerzo de mortadela en la mía, ella me miró, el test era positivo y grité de la emoción, el refuerzo estaba delicioso que me excité hasta gritar, luego la miré a ella, sonreí y dice "lo tenemos", sonrió y me agarró la mano, y le fuimos a contar a sus padres.

Su padre era catador de panchos, una profesión noble, su madre era stripper, no tan noble, pero ganaba bastante dinero, fuimos hacia su padre, estaba sentado en la cocina, de espaldas a nosotros, comiendo panchos como si de refuerzos de mortadela se tratase, le toqué la espalda suavemente, se volteó y me hizo una guiñada mientras acercaba su mano hacia mi bulto, pero se dió cuenta de que estaba ella y retiró su juguetona mano, le contamos sobre el embarazo, se rió y le pegó un mordisco a su refuerzo y nos deseó suerte mientras se bajaba los pantalones, preferimos irnos antes de que nos pusiéramos excitados

Llegamos al trabajo de su madre, había hombres que me miraban y me tocaban, además de varias mujeres con poca ropa, "estamos en la playa" pensé, pero después me di cuenta de que no lo estaba, pero ella tampoco estaba, estaba bailando en un caño de metal al lado de su madre, no tenía dinero a mano, así que decidí comenzar a tirarle ravioles, ella gritaba y bailaba furiosamente, le tiré más ravioles y ella se acercaba a mí, pero decidí hablar con su madre, la cual al verme se excitó y me abrazó, sentí todo su cuerpo, sus curvas, sus codos y rodillas, me erecté y ella lo sintió, pero me alejé de ella, yo solo tenía una mujer, mi media naranja, mi relleno en mi raviol, mi carne en el tuco, mis lentejas en mi guiso.

Le contamos sobre el embarazo, ella se puso muy feliz, y nos felicitó, también le dijo a ella que podría trabajar allí para poder conseguir dinero para el bebé, éramos felices y nos queríamos, la amaba, como amo a la mortadela.

Rebeldía en el RaviolWhere stories live. Discover now