If it's meant to be (It will be) (pausada)

Pequeñas victorias

Delfi sabía que lo había hecho era impulsivo y que lo impulsivo por lo general terminaba mal. Ella tuvo que haber consultado con Gaston antes de inscribirlos como pareja en la competencia del Roller pero no se pudo controlar.

Con Gaston evitándola toda la semana no había podido encontrar un momento para preguntarte si quería patinar con ella, cuando vio la hoja y notó los pocos días que faltaban para que se cerrarán las inscripciones, tomó su bolígrafo y anotó su nombre junto al de él.

¿No puede ser tan malo patinar junto a ella, verdad? Razonó tratando de creer que lo que hizo no estuvo tan mal como parecía. El nudo en su estomago le decía lo contrario.

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Cuando Matteo lo felicitó por haberse inscrito en la competencia con Delfi, la mente de Gaston no lo proceso, él en ningún momento acepto inscribirse con ella, debía ser un error. Justo en ese momento se encontraba ella riendo junto Ambar y Jazmín en el pasillo Blake.

-Hola ¿como es eso de qué estamos juntos en la competencia?- Preguntó Gaston interrumpiendo la conversación sin importarle.

La cara de Delfi le dijo todo: como en su entrecejo se formaron pequeñas arrugas y su sonrisa se transformó en una fea mueca, le recordó aquella vez en la que tenían 8 años y ella por accidente rompió su carro favorito y no sabía como decírselo. Delfina los había inscrito en la competencia.

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-Para Gaston, deja que te lo expliqué- rogó Delfi mientras perseguía a Gaston por todo el Roller. La verdad no le sorprendía la reacción de Gaston, él siempre ha odiado las mentiras pero una pequeña parte de ella esperaba que  estuviera de acuerdo, pero no, obviamente era demasiado pedir con Gaston. Siempre era demasiado.

-No me interesa, no tenías que habernos inscrito sin consultarme- Dijo Gastón finalmente encarandola, Delfi supo en ese momento que él no iba a dar su brazo a torcer al notar lo frío de sus ojos, sin embargo trató de razonar con él.

-Las inscripciones ya iban a cerrar si hubiéramos seguido esperando nos hubiéramos quedado afuera- Contestó la peli negra mirándolo a los ojos.

-¿ Y eso qué? - le preguntó, como si la idea de que patinaran juntos fuera tan inconcebible, tan ridícula. Como si ella fuera una desconocida que no valía ni un minuto de su tiempo.

-¿Tanto te cuesta patinar conmigo?- le preguntó suavemente rindiéndose. ¿Tanto te cuesta patinar con tu amiga?

Gaston ni siquiera se dignó a mantenerle la mirada como si el solo hecho de ella estuviera en su presencia ya fuera demasiado molesto. Delfina podía sentir las lágrimas formándose en sus ojos, decidiendo que ya no se quería humillar más salió corriendo del Roller tropezándose con Matteo en la salida.

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Gaston siempre había odiado ver a una chica llorar, nunca sabía que hacer y por lo general terminaba empeorando la situación, claro que todo esto lo descubrió con la práctica cuando era solo un niño.

En su infancia curiosamente el llorón del grupo era él. Ambar nunca lloraba, ni siquiera cuando se lastimaba jugando y Delfina era la clase de niña que lloraba solo cuando realmente sentía que debía hacerlo.

Todavía recordaba aquella vez en la que estaban trepando un árbol particularmente alto en los jardines de su casa. Por supuesto que la idea había sido de Gaston y Delfi qué nunca decía que no a un reto, aceptó.

Comenzaron a trepar hasta que Delfina piso una rama en falso y terminó cayendo sobre su brazo derecho, Ambar salió corriendo a la casa en busca de ayuda mientras Delfi lloraba descontroladamente.

-Gaston, duele mucho- decía ella entre sollozos mientras sostenía su brazo.

Para Gaston que en ese entonces nunca la había visto llorar de aquella manera era una situación aterradora y todo era su culpa. Si él no la hubiera retado a subir al árbol, ella no se habría caído y por lo tanto ahora no estaría llorando de esa manera. En ese momento juró que no volvería a ser el causante sus lágrimas.

Al verla correr del Roller con los ojos empañados, se dio cuenta que había roto su promesa y no pudo evitar que la ira que se apoderará de él, nunca en su vida se había sentido tan frustrado y confundido al mismo tiempo, no sabía como arreglar esta situación y ya se le estaba saliendo de las manos.

-upa, problemas de pareja-la voz de Matteo lo trajo de vuelta a la realidad Gastón lo miró y rodó de los ojos molesto por el comentario de su amigo.

-Mira Matteo, no estoy de humor para tus chistes- le contestó Gaston, bastante molesto con la situación.

-¿Que pasa? ¿Alguien tiene miedo de enamorarse? Tranquilo, las chicas no muerden mucho- Dijo el italiano de buen humor. Gaston en ese momento no puedo evitar preguntarse porque era amigo de Matteo. Al italiano le encantaba sembrar ideas en su cabeza.

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Gastón finalmente accedió patinar con ella de la manera menos personal posible: por un simple mensaje de texto.

Está bien, podemos patinar juntos como amigos.

Delfina no sabía si debía alegrarse porque finalmente aceptó o si debía sentirse triste por la manera en la que aceptó, claramente Gastón le estaba diciendo que clase la relación que quería tener con ella en el mensaje.

Como amigos, como amigos, como amigos.....

Delfina decidió que se enfocaría en la competencia en la que finalmente tendría un compañero que en sus problemas amorosos justo ahora. Pequeñas victorias pensó leyendo nuevamente el mensaje de Gastón.