Lee TaeMin

Mamá

Kim TaeYeon había tenido a su primer hijo, un pequeño varón tan lindo y pequeño que hacia a TaeYeon pensar que el más mínimo toque lo rompería.

Observo a su bebe una vez más, le parecía que jamas podría dejar de verlo, era tan hermoso, digno de un altar, podría pensar ella. Sus mejillas rosadas y su piel reseca lo hacían verse sucio, a pesar de que se supone que el parto había sido hace unas horas y ya habían limpiado a fondo a su hijo.

-Te daré un baño tibio y muy rico cuando volvamos a casa, mi amor.

El pequeño se removió oyendo la voz de su progenitora, y esta sonrió al verlo reaccionar ante su voz.

-ven ahora a dormir amor -sonrió y se aclaro levemente la voz para empezar a cantar- un pequeño soñador, con gran aspiración. Crecerá con gran fervor, y sera un gran señor... Sera interesante, también importante y su vida sera lo mejor~

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Dos semanas después, TaeYeon había llegado a casa, había hecho unos ajustes en la habitación de su bebe, incluyendo llevar una tina y hacer un paso de agua tibia hacia la habitación de su bebe. No importaba que hace dos semanas fuera su primer parto, eso no la detuvo, era una mujer muy independiente, pues el hombre que le toco por marido era un desentendido.

Y no, ella no lo había elegido, su padre tuvo la gran idea de casarla con el por que el hombre tenia dinero, el cual no era demasiado, pensaba TaeYeon. Pero su opinión estaba de más en la discusión. El hombre era desinteresado y solo la quería para mantener una mujer a la cual presentar ante la gente y algunas veces para el sexo, de una de las minimas veces en que mantuvieron contacto sexual, es de donde nació el bebe de TaeYeon, al cual, llamo TaeMin... Lee TaeMin. Odiaba el hecho de que a pesar de que el hombre negara a su hijo, luchara tanto por que este llevara su apellido, ella con gusto le habría puesto kim, pero aquel que se hacía llamar su esposo, intervino y lo hizo apellidarse Lee.

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TaeMin era jalado de sus pequeñas manitas mientras lloraba fuertemente por el dolor tanto físico como emocional que la situación le causaba. No entendía que era lo que pasaba, por que su papá sacaba a su mamá de la casa, no entendía por que esta gritaba y lloraba, no entendía por que el hombre no quería que TaeYeon lo cargara. Estaba asustado, quería que todo se detuviera, que todo fuera tranquilo, que su padre se fuera, para poder lograr esa tranquilidad que deseaba.

Desde hace unos meses, el pequeño de ahora dos años era encerrado en el cuarto por su madre, justo cuando su padre llegaba. Después de eso oía gritos que no distinguía, cosas se rompían y TaeYeon lloraba, lloraba como jamas llegaba a hacerlo en bastante tiempo. Cuando la puerta era abierta, la mujer traía moretones y mallugaciones en el cuerpo. TaeMin no entendía por que, pero estaba acostumbrándose a ver así a su mamá.

TaeMin dejo de sentir las manos de su madre en las propias y la puerta fue cerrada. Su padre lo miro y lo puso en el suelo.

-TaeMin, pase lo que pase, tu no abras la puerta, mami tiene que irse de la casa.

-¿por que?-preguntó con su mala pronunciación y voz quebrada... e infantil

-Por que mami es mala, y no debe estar contigo, por que es mala para ti.

TaeMin asintió.

Pocos días después, el hombre empaco sus cosas, las de TaeMin, y dejaron la ciudad, viajando al otro extremo del país, para así poder evitar que TaeYeon los encontrara, por que si la mujer pensó que podría tener de regreso a su hijo, estaba mal, ella no volvería a verlo. Y de eso se encargaría Lee SooMan.