Maldita suerte

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23 años. Ayer había cumplido sus 23 años, y TaeMin podía decir que se encontraba feliz, no supo muy bien en toda su vida lo que era la felicidad, pero supuso que la felicidad podía sentirse como lo que el sentía desde hace tres años, cuando llego a casa de key y este lo acogió y ayudo.
Incluso podía decir que su vida estaba completa, ya no tartamudeaba como antes, se lo habían dicho varias personas, y el se alegraba de que su problema hubiese disminuido en esos tres años.
Sin embargo, siempre reflexionaba al final del día, y sentía que su vida podría estar completa y estable, pero algo en su mente le recalcaba que hacia falta algo, no entendía como en ese ambiente podaría sentir que algo le faltaba, pero así era, y no entendía, no sabia, y quería saber que era eso que ahora le faltaba, ahora que tenia todo.

Como todas las mañanas, se levantó, se duchó y vistió, delineo sus ojos y arreglo su cabello. Salió del golden hotel, establecimiento de key que usaban como casa, y tomo un taxi a la boutique. Cuando llego, JongHyun lo esperaba ya dentro.

JongHyun era el novio de Key, y como TaeMin no aguantaba la cortina del local, JongHyun iba cada mañana a abrirla para el, desayunaban y JongHyun se iba. Era modelo de la marca de ropa masculina que key producía. Claramente notaba el amor que esos dos se tenían, y se alegraba por ellos. Era muy lindo ver a su amigo sonreír, le hacía sentir que todo a su alrededor estaba bien.

-Bueno Tae, me voy. Tengo cesión a las 11 y ya son 10:42.
-claro Jong, que te vaya b.b.bien
-Igual a ti, que vendas mucho.

Se despidieron con un beso en la mejilla y JongHyun se fue, TaeMin puso algo de música para distraerse pues la t.v le aburría y se sentó a leer un poco.
La ropa que TaeMin se dedicaba a vender, era solo femenina, pues la ropa masculina se vendía en otra parte, y TaeMin se dedico a esa ya que, según key, un chico diciendo a las mujeres como se les veía la ropa, ayudaba más a la imagen positiva que estas se hacían hacia si mismas.

La hora de comida llego, y junto con ella, llego key, que cada día iba a comer con él. Este día traía ensaladas y bebidas dieteticas, así que no se vieron en la necesidad de cerrar el local y salir, algo que a ambos les agradaba, pues después no querían lidiar con el peso de la cortina para levantarla.

-Entonces, como va el día Taetae- preguntó key mientras juntaba la basura de la comida y TaeMin lo ayudaba

-Pues bien, no ah habido demasiada venta, pero si eh vendido algunas prendas. No va ni mal ni bien.

-ya veo-asintiódirigiéndose al baño para tirar la basura- bien, tampoco van bajas las ventas.

Al rato key se fue...

Esa era su rutina diaria, JongHyun estaba en el local cuando él llegaba, desayunaban y después Jong se iba, pasaba solo hasta la tarde, solo con la compañía de algunas chicas o mujeres que iban a comprar. En la tarde llegaba key, comían y convivían dos horas antes de que key se fuera, y volvía a quedar solo hasta que daban las 6 de la tarde, entonces Jong y Key llegaban, cerraban y se iban al hotel, donde cenaban, TaeMin ya no vivía en la misma habitación que key, el ahora estaba en una que estaba un piso abajo. Sin embargo siempre desayunaban cenaban en el bufete, de vez en cuando salían a algún bar y se divertían. Al final del día Jong y Key se iban a la habitación de arriba y el se quedaba en su habitación... Solo. Cuando lo pensaba, no sonaba tan mal, cuando lo analizaba, se daba cuenta que gracias a jonghyun el ahora no vivía con su mejor amigo, pero no. No le molestaba, solo, se sentía un poco solo a veces. Tal vez algún día lograría acostumbrarse.

-Disculpa-una voz lo saco de sus pensamientos- ah te veías tan entretenido pensando, pero... Me gustaría saber cuanto cuesta el vestido que está en exhibición.
-eh? oh no, no se preocupe- sonrió apenado- ¿cual dice?
-El dorado con negro.
-Oh, si... Ese es muy bonito, ¿no? personalmente me gusta mucho, a pesar de que lo hayan traído hace apenas dos días -sonrió -

-Oh, así que es reciente-sonrió la mujer viendo el vestido completamente embelesada.

-claro que lo es. Puedo mostrárselo, si no le queda pero quiere llevárselo, podemos arreglarlo para usted- informó TaeMin acercándose al vestido para ponerle las manos encima y mirar a la mujer- ¿quiere que se lo muestre?

-uhm... Bien, muéstramelo.

TaeMin sonrió complacido y asintió. Esa era su técnica de venta, alagaba la ropa cuando le preguntaban por ella, y se acercaba a los maniquíes pretendiendo que iba a quitarles la prenda para después preguntar si querrían que se la mostrase... Al verlo ahí ya con las manos sobre las prendas, no les quedaba más que decir que si (en la mayoría de los casos). Esto las animaría a probarse la ropa y con suerte se enamorarían rápido de ella, con TaeMin diciendo como comenzaría a verse con los arreglos que le harían a las prendas si las llegaba a comprar, después de todo aquello, se decidirían sobre querer la ropa, aceptando. Entonces, al final, TaeMin les daría el precio, y eso las haría verse obligadas a comprarse el vestido que ahora ya habían dicho una y mil veces que querían.

Y ya habían pasado ese proceso. Ella quería el vestido... No sin antes pedir la opinión del vestido a su esposo.

-Es que es para una fiesta que tenemos, es el segundo aniversario de su empresa y va a ser un evento muy bueno- decía la mujer emocionada mientras marcaba en su celular. Después de una corta llamada la mujer corto- Él viene en camino.
-Seguro le gusta, es hermoso y elegante, ademas de que no necesita casi de ajustes, eso es lo mejor.
-De verdad que me alegra, así se vera casi igual a como me lo estoy probando ahora.

Platicaron sobre el gran evento, sobre como ella resaltaría entre todas, y les causaría envidias. Hasta que fueron interrumpidos.

-¿Que tal se me ve?-fue lo primero que la mujer dijo al ver a su marido.
-Oh, se te ve bien-dijo el hombre con admiración...

La mujer sonó demasiado ilusionada al dar las gracias al comentario, pero TaeMin no pudo evitar congelarse en su lugar al oír aquella voz, simplemente no podía creer que tuviera esa suerte, esa estúpida y maldita suerte de mierda. Se giro cuando la mujer lo llamo, rezando por que su mente solo le estuviese jugando una mala broma pero no era así.

La vista del hombre se quedo fija en el, mientras él temblaba viendo al hombre con el temor que no sentía hace años... Ambos rígidos, confundiendo a la mujer que los veía desde fuera de la controversia.

-p...papá-la voz de TaeMin salio en un susurro que aunque fue bajo, ambos adultos pudieron escuchar-....




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