𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟷. 𝒬𝓊𝑒𝓇𝒾𝒹𝑜 𝐿𝓊𝓃𝑒𝓈

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Los lunes son los días que más odio. No creo ser la única que piense eso y eso me reconforta. Pero, a diferencía de todos los lunes pasados, hoy es el día que llegan todos los alumnos al internado después de sus deseadas vacaciones. 

Quisiera poder decir que las disfrute, pero no fue así; cómo todos los años desde que el director de esta institución decidió hacerse cargo de mí y "adoptarme", las pasó en el internado o en la casa de él con su familia. 

En realidad no me adopto, pero yo lo digo así porque él se hizo cargó de mi cuando yo decidí a mis 14 años seguir mis estudios en otro lado que no sea el orfanato, y él era un conocido de la persona encargada del mismo, así que decidió darme hogar en el internado. 

Volviendo al presente, hoy es el día que vuelven mis amigos y quiero ser la primera en recibirlos en la entrada. Así que me levanto con pesadez de mi linda cama para ir al baño a darme una ducha caliente que saque todo el sueño de mi cuerpo. Me tomó mi tiempo porque me puse la alarma 1 hora antes así tenía tiempo de arreglarme tranquilamente.

Después de unos 20 minutos salí con la toalla alrededor de mi cuerpo, con el pelo suelto ya medio seco de refregarme con otra toalla que deje en el canasto de la ropa sucia. Me fui a mi armario a buscar mi ropa interior, unos pantalones negros ceñidos al cuerpo como me gustaban, una blusa blanca suelta y mis championes blancos favoritos. 

Sigo con mi cabello secandolo un poco más con el secador que tengo en el mueble al lado de la cama. Lo dejo con mis ondas naturales, me encanta como me quedan, no son muy escandalosas de esas que te dejan el pelo siempre desordenado, sino de esas ondas suaves y de bajo volumen. Después de secarme procedo a maquillarme, me pongo mascara de pestañas y un brillo labial que tiene un sabor a fresas que me encanta. Es mi favorito. 

No soy de maquillarme mucho, solo lo normal que son los ojos y boca. Me gusta que mis ojos mieles resalten más. Ahora que lo pienso no les conte mucho sobre mi apariencia, aprovecho ahora para contarles; 

Tengo 17 años ya por cumplir los 18, ya saben que tengo ojos mieles, mi piel es morena cosa que me gusta porque hace resaltar más mis facciones. Soy muy bajita comparada con varías chicas de este internado, un metro y 55 centimetros para ser exacta. Me gusta usar ropa que resalten mis atributos que a decir verdad no son muchos, pero eso no quiere decir que no los ame; tengo caderas un poco anchas, cintura más pequeña, pechos medianos, culo considerable (eso es lo que más me gusta de mi cuerpo) y mi cabello es castaño claro con las puntas de un color rosado que me hice hace algunas semanas. 

Una vez con todo listo, dejo todo en su lugar correspondiente y voy hacía el comedor donde las cocineras ya estan preparando todo para el almuerzo. Me encuentro con el director en el pasillo mirando a los costados como verificando que todo estuviera en orden para los alumnos que llegarían hoy. 

Subio la mirada al frente encontrandose conmigo, y se que estaba yendo a mi habitación a levantarme como hacía a veces que me dormía y olvidaba el mundo. 

-¡Hola Mía! Justo estaba yendo a tu habitación, pero veo que te adelantaste. ¿Ansiosa por ver a tus amigos? -pregunta viniendo hacía mi para darme un abrazo y besarme la mejilla.

-¡Hola papá! -siempre lo llame así desde que el me permitió ese derecho cuando me trajo aquí. -Sí ya estoy lista y ansiosa por verlos. Siempre me emociona el día en que llegan todos así no me siento tan sola. -digo con la mirada perdida y él se da cuenta.

-Mía, sabes que siempre voy a estar para vos, se que no pasamos tanto tiempo juntos por mis deberes pero eso no quiere decir que estes sola. -Me dijo con la mirada triste sabiendo que hablaba del abandono de mis padres. Desde que ellos me dejaron tengo un vacio dentro de mí que solo se llena con él y mis mejores amigos, pero no es suficiente, siempre siento como si faltara algo...

-Lo se papá, perdón por hacerte sentir mal, se que has hecho tanto por mí que no se como agradecerte sinceramente. Lo siento -digo mirandolo con cariño y agradeciendole también con la mirada porque él sabe que lo digo de verdad. 

-No me pidas disculpas cariño, se que tuviste una infancia difícil, no pretendo que olvides todo y hagas como si nunca haya pasado, solo quiero que sigas adelante y no permitas que nada ni nadie vuelva a romperte de nuevo. 

-Me vas a hacer llorar -mi mirada se lleno de lagrimas sin derramar. Siempre me lo dijo y siempre me ponía mal porque por culpa de mis progenitores no podía abrirme a nadie y siento que voy a estar sola siempre. 

Nos abrazamos fuerte, su cuerpo transmitiendome su cariño, me acariciaba la espalda para así calmarme como siempre lo hizo desde que llegué y lloraba todas las noches aún sin superar mi pasado. 

-Bueno, vamos a la entrada a esperar a que regresen los demás -me dijo soltandome y sonriendome. 

Asentí y bajamos las escaleras del pasillo que va hacía los dormitorios. Moría de hambre pero comería con mis amigos. Salimos a la puerta principal viendo alrededor, ya habían autos y motos estacionadas en el estacionamiento, seguían llegando más vehiculos y sentía nervios como todos los años. 

Conocía a todos los alumnos, ser un internado medio chico tenía sus ventajas. En una esquina sentadas en los bancos estaban el grupito de las populares arreglandose el pelo y maquillaje. No las juzgaba, yo era igual con mi apariencia, pero para mi propio gusto, cosa que me diferenciaba de ellas que lo hacían por los chicos. 

Por otro lado en unos autos estacionados casí frente a la entrada, veía ahora a los chicos populares, riendose y peleando entre ellos como niños chicos. Ellos a diferencia de las chicas no estaban pendiente de su apariencia sino de sus lujosos autos y motos. Aunque para tener esos cuerpos si debían pasar horas en el gimnasio. Admitía que varías veces se me ha caído la baba cuando pasaban al lado mío en los pasillos. 

No pude seguir mirando porque dos personas me abrazaron de repente, tirandome al piso y riendose a carcajadas. 



Primer Capitulo, editado y más largo. 

Espero Que Les Guste..😘



Te Amo, Idiota (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora