Capítulo 1 - "Stephen King".

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Mirar Facebook un sábado por la tarde era suficiente para saber que mi vida social era un asco, en realidad no hacía falta que fuera un sábado y que justo chismoseara lo que otros publicaban en dicha red social para saber que no tenía vida social.

Pero resultaba entretenido ver cómo la gente exponía, bajo sus 3000 amigos como mínimo, sus problemas sentimentales, indirectas por aquí, indirectas por allá y no faltaba el que tratara de dárselas de importante e intelectual compartiendo post's de cultura general.

Todo esto me parecía estúpido, y me parecía aún más estúpido el hecho de que a mí me pareciera entretenido. Pero entre tantos memes hubo algo que en particular captó mi atención.

"Si quieres vivir una historia de novela, ruega al cielo que su escritor no sea Stephen King"

Humor literario y no pude evitar reír, reaccionando con un "me divierte". Se me dio curiosidad mirar quién lo había compartido y sorpresa la que me llevé al ver el nombre del ex personero de la institución.

Si mal no recordaba era un tipo cari bonito, un tanto odioso y creído mencionado en cada rincón por las demás alumnas pubertas. No me caía mal, había podido dirigirle la palabra una que otra ocasión mientras trataba de coquetear con dos de mis amigas al mismo tiempo. Por instinto llevé la flecha del mouse a su perfil y lo presioné sin pensar, su perfil se encontraba lleno de publicaciones filosóficas y verdades políticas, considerándolo un tipo idiota y particular se me hacía extraño que tuviera esos gustos pocos peculiares, pero quién era yo para saber si era verdad o no. Restándole importancia me encogí de hombros y me salí de su perfil, ya aburrida de apreciar lo mismo me atreví a dirigirme a la parte superior derecha de la pestaña para cerrar la ventana, pero justo cuando lo iba hacer una notificación de mensaje llegó a mi buzón.

Dahyan Millers.
"¿Conoces a King?" 18:23.

Si he reaccionado a la publicación es porque sé, ¿No? Lógico. Pensé.

Elehia Williams.
"Escritor de novelas de terror, no son mis favoritas, pero es un buen escritor" 18:27.

No tardó ni un par de segundos para que apareciera mi mensaje como leído y en la pantalla comenzarán a moverse tres puntos suspensivos para saber que estaba escribiendo su respuesta.

Dahyan Millers.
"Hablamos por WhatsApp ¿le parece?" 18:27.

¿Acaso tenía yo su número?.
Ahora que lo recordaba sí.

Elehia Williams.
"¿Tienes el mismo?" 18:29.

Dahyan Millers.
"Si" 18:30.

Elehia Williams.
"Voy" 18:30.

Ví como en seguida mi mensaje fue leído, salí de mi perfil de Facebook y entre las almohadas de mi cama busqué mi móvil. Cuando lo encontré no pude evitar soltar un Por fin acompañado de un suspiro.

Busqué entre mis contactos el nombre del chico, toqué la pantalla táctil de mi celular para escribir un simple hola.

Pasaban minutos y aún no veía respuesta de su parte, y en ese lapso de tiempo escuché como mamá gritaba desde la cocina.

-¡Elehia! ¡Elehia!- el grito pasó de ser un eco lejano y cada vez se escuchaba más cerca en dirección a mí habitación. El pomo de la puerta se giró para dejar a simple vista su figura- El pan y la leche se ha acabado, necesito que vayas al súper mercado y los compres.

-Louisa se encuentra en su habitación haciendo nada- repliqué.

-Al igual que tú. No te estoy preguntando, ve- ordenó.

Mi celular sonó y lo tomé entre mis manos para darme cuenta que había una respuesta de su parte. No lo leí enseguida para no parecer una desesperada, desplegué la pestaña de notificaciones hacia abajo para leer lo que decía. De la misma forma en que lo había saludado él me había respondido.

Mi madre ya había salido de la habitación y ni cuenta me había dado, protestando en murmullos al recordar mi mandado, busqué mi sandalias de piso, me las puse, y tomé el dinero que se encontraba sobre el paredón de la cocina y salí.

Cuando consideré que había pasado el tiempo suficiente me atreví a responder.

Elehia William.
"¿Quieres saber cómo conocí a King? Jaja" 18:45.

Dahyan Millers.
"Claro " 18:45.

Una vez dentro del negocio, me dirigí a la sección de lácteos y tomé una botella de leche, saqué el dinero de mi bolsillo y una vez en la caja le pedí a la señorita que me diera una bolsa de pan que se encontraban detrás de su persona.

-¿Cuánto es?- pregunté desinteresada mientras mi mirada estaba en la pantalla de mi móvil leyendo lo que había escrito, aún sin ser enviado.

-15 con 60 centavos- respondió la castaña.

Le entregué el billete de 20, esperé el cambio y me dirigí nuevamente a casa con los artefactos en cada una de mis manos.

Al llegar dejé los productos y cambio en el mismo lugar donde había encontrado el dinero, me dirigí nuevamente a mi habitación y releí mi mensaje.

En el le explicaba el hecho de cómo mi película favorita me había recomendado un buen escritor y una excelente obra como lo era It.

Elehia William.
"Lastimosamente no lo terminé de leer" 18:55.

Dahyan Millers.
"Hay tres cosas en esta vida que no se pueden dejar incompletas " 18:56

Interesante.

Elehia William.
"¿Ah si? Como por ejemplo... Jaja" 18:56

Creyendo que su respuesta iba a tardar mi celular sonó enseguida con tres notificaciones de su parte.

Dahyan Millers.
"Un libro" 18:57.
"Una cerveza" 18:57.
"Y una cogida" 18:57.

Elehia William.
"Mentiría al decir que no estoy de acuerdo" 18:58.

Dahyan Millers.
"Lo sé" 18:59.

Solté una pequeña risita la cual no tardó mucho, mi mirada se dirigió a la hora que marcaba la pantalla bloqueada de mi iPhone y me llevé las manos a la cabeza al recordar que había quedado con Johan.

-¡Mierda!- solté- Si me ducho ya, tendré 15 minutos para alistarme y otros 15 de trayecto para llegar a su casa- murmuré tratando de calmarme.

Pero era inútil, el tiempo era insuficiente.

Me introduje más rápido que flash a la bañera, después revisé mi armario cuidadosamente y elegí un short de jean y una camiseta suelta, me maquillé lo más ligero posible y una vez conforme con mi imagen apliqué loción sobre mi cuerpo para después salir en busca de un taxi.

Eran las 7:20 y me fijé de toda la cantidad de mensajes desesperados que tenía del chico, sonreí por hacerlo enloquecer de furia y le avisé que ya iba en camino.

Iba a ser una noche increíble.

Casualmente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora