El calor y la desesperación comienzan a bajar por mi garganta hasta mi vientre, tus manos pesadas aún presionan con fuerza mi cuello y aunque tengo fuerzas para liberarme de tu agarre, hoy en verdad estoy dispuesto a morir por tus propias manos. Tu eres el único que puede hacer esto.
Son ya más de diez años juntos y al principio creí que estaba enamorado de ti. Hoy comprendo que no. Tiempo después supe lo que era amar a alguien, pero fue molesto y problemático. No veía un futuro con esa persona y al poner las cosas sobre una balanza solo pude elegirte a ti. Eres la persona que me complementa, tus defectos los completo con mis virtudes y mis defectos tu los completas con tus virtudes. No creo que alguien pueda aguantarme como tu lo haces. No creo que pueda encontrar a alguien que soporte verme despeinado por la mañana, caminando en ropa interior por la casa, con una taza de café mientras voy al baño. No creo encontrar a alguien que tolere mi pésimo sentido del humor. No habría persona que soportará mis parafilias en la hora del sexo, no como tu.
Y egoísta sonaré al decir que tú no encontrarás a alguien como yo. Por que todo lo que eres, yo lo he moldeado para que solo conmigo pudieras ser así.
En todo caso si tú algún día encontrarás a alguien mejor que yo, entonces alguien de los dos tendría que morir, ese fue el trato, ambos sabemos demasiadas cosas el uno del otro y si no queremos que usemos esas cosas en nuestra contra entonces debemos callar. Callar Hasta morir.
Y heme aquí, tendido sobre la alfombra con mis ojos en blanco, soportando tu cuerpo sobre el mío. El aire es cada vez más difícil de respirar. Cada vez te siento menos, no siento el calor de tus manos, no veo tus ojos, sólo puedo sentir una lágrima que cae en mi frío cuerpo. Es momento de cerrar el trato.
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Idolatrias Nocturnas
RandomUn poco de todo lo que se piensa, un montón de historias juntas y al final de leer solo serán palabras y papel.
