Solo Una Noche-YoonMin; Pausada.

Comienzo.

Nuevo día, nuevo comienzo lejos de su padre, la madre tenia una nueva pareja, no era de extrañar. Estaría feliz por ella, pero esperen, había un pequeño problema. Su pareja tiene un hijo, un nuevo problema, vendría a vivir junto con nosotros.

Bajo las escaleras y encontro a su madre preparando él desayuno.

—YoonGi, arreglate por favor— Bufo su madre desde la estufa, algo que era típico de ella al sentir molestia.

—Tiene algo de malo?—Rodé los ojos, reprochando las palabras de mi madre.

—Hoy vendrá Namjoon a desayunar con nosotros, aparte hoy empezara a vivir aquí con su hijo, no quiero dar malas impresiones por ti—

—Madre, Namjoon ya me conoce—

—Lo se mi vida, pero preocupate por tu imagen solo un momento— Acaricio la mejilla de su único y torpe hijo.

—Lo haré si me contestas algo— Sonreí de forma maliciosa, la duda me estaba carcomiendo.

—Que es lo que pasa?— La mujer se sentó en la mesa recargando sus codos en la mesa, mirando con cautela al menor.

—Como se llama su hijo?— La pregunta al fin salió, de sus labios inmediatamente.

—Al parecer Park Ji Min, Es un buen chico, y se llevaran bien— Sonrió en cuanto soltó el nombre dej ajeno.

—Lo que tu digas madre— Di la media vuelta subiendo a mi habitación, esta verdaderamente curioso por aquello.

Busque la ropa adecuada y empecé a vestirme, él nombre de aquel chico que sería mi hermanastro rondaba por mi mente.

"Park Ji Min, Park Ji Min, Park Ji Min"

Él timbre había sonado, avisando que Namjoon había llegado junto a su hijo, baje las escaleras y en efecto era él junto a su hijo Park Ji Min, me hacer que y salude a Namjoon.

—Hey YoonGi— Habló Namjoon, con esa sonrisa que portaba siendo adornada por sus dos oyuelos en las mejillas.

—Que gusto volverte a ver namjoon— Salude de manera cortes, como tenía que tratar a un hyung.

—YoonGi, él es mi hijo Park Ji Min, yo se que se llevaran bien— Esta vez su voz hizo eco de nueva cuenta, presentando a su hijo con orgullo.

¿Esa cosa era su hijo? Vaya que fortuna.

—Mucho gusto— Habló un JiMin tímido debido a él aura que emanaba el chico de piel pálida y de rostro intimidante.

No respondi nada, aquel chico era lindo, tenia un trasero muy deseable, pero seria frío con él, lo bastante para que supiera que yo haría de él lo que Yo quisiera. Tomamos asiento y comenzamos a desayunar. Todo acabo y Namjoon y mama saldrían a pasar juntos un rato, nosotros asentimos y subimos a mi habitación, tendríamos él cuarto para los dos.

—Escuchame bien muñequita de porcelana, tu lado del cuarto sera ese— Señale el lado izquierdo, dejando en claro que no le quería de mi lado.

—Entiendo, pero ¿por que tienes que ser tan frío y cortante?- Frunció el seño sin comprender demasiado la situación.

Entendía que los hermanastros fueran un dolor de culo, pero con esa actitud podía llegar a pensar en cómo golpearlo, Min YoonGi le estresaba de igual forma.

—¿Te importa?— Habló el mayor denotando la incomodidad que sentía. Después de todo no era normal que de un día para otro se te cayera el teatro siendo hijo único en la familia.

—Un poco, eres atractivo pero tu actitud es pesima— Habló el azabache con el mismo tono burlesco.

—¿Quieres callarte y dejarme dormir?— Bufo en respuesta el mayor, solía vivir tranquilo y con decencia, esto estaba siendo diferente.

—Pondré un poco de musica— Susurro el chico de baja estatura sin temer a las reacciones ajenas.

—Ni te atrevas Jimin—

—Lo haré, no te tengo miedo—

YoonGi se levanto de la cama, acercándose mas a él, logrando acorralar al azabache en él cuarto, normalmente las personas estaban acostumbradas a hacer su santa voluntad sin pensar en terceras personas, pero el era la autoridad, el manda y tu obedeces.

—Aquí harás lo que yo diga y mande— La penetrante mirada del mayor fulminaba con fuerza los ojos ajenos, odiaba ser contradecido.

—Tranquilo, no me hagas daño— Cerro los ojos al sentir aquella mirada tan pesada, llena de odio y confusión.

—No lo haré imbécil, pero si le sigues jugando al vergas conmigo quedaras muerto,¿entendiste?— Apretó la mandíbula mientras amenazaba con aquel vocabulario tan lindo que poseía el mayor de ambos.

—Entendi, solo dejame— Suplico con las pocas ganas que le quedaban.

—Ahora vete y dejame dormir— Canturreo mientras se quitaba de su lado, yendo directo a su cómoda y dulce cama quien la recibía con los brazos bien abiertos.

—Lo siento YoonGi, yo solo quiero entenderte— Susurro cabizbajo, de una forma extremadamente sumisa y de la cual estaba confundiendo a todo mundo.

—Si quieres entenderme sólo obedece mis reglas y no digas nada cuando yo te de tu merecido— Refutó soltando todo el aire que contenía en sus pulmones, quedándose callado para así intentar conciliar el sueño que tanto anhelaba desde la noche anterior.