Meses después de que se arreglaran las cosas con Erik, nació una pequeña niña, Emma, que se volvió los ojos de Erik, de hecho, este siempre se levantaba cada vez que la pequeña despertaba en las noches. Leo también estaba encantado con su nueva hermanita, aunque le molestaba que se la pasara durmiendo y que no pudiera jugar con él.
Las cosas con Erik iban bien, a veces peleábamos, pero era por el carácter de Erik, a veces llegaba a ser muy tonto y me molestaba que se enojase por cosas pequeñas, pero no nos volvimos a separar o a pelear como niños pequeños. Para las vacaciones teníamos pensado ir a España, para ver a las chicas que no las veía desde el nacimiento de Emma, todas seguían en sus relaciones y parecían felices.
Hoy Erik me había invitado a salir así que dejaríamos a Leo y Emma con su madre e iríamos a comer, en estos momentos íbamos en el auto, Leo y Emma en el asiento trasero, en cuanto llegamos a la casa de la madre de Erik nos salió a recibir y tomó la mano de Leo mientras que cargaba a Emma en el otro brazo, reí ya que estaba completamente enamorada de sus nietos, la ayudo con las cosas de los niños, y nos despedimos de ella.
Erik me lleva a un restaurante bastante caro en el centro de Dortmund, entramos y nos llevan a una mesa, nos sentamos y le sonrío mientras el rubio toma una de mis manos entre las suyas.
"No recuerdo la última vez que pudimos salir solos" Le digo mientras la mesera nos pasa el menú y nos sirve dos vasos de agua.
"Ni yo" Me dice, nos demoramos en elegir que vamos a pedir ya que todo lucía realmente apetitoso.
Cuando finalmente elegimos lo que queríamos comer, la mesera se fue con nuestra orden, y Erik comenzó a jugar con nuestros dedos, era raro estar los dos solos sin el ruido que metía Leo, o los soniditos que hacía Emma cuando estaba despierta, así que los dos disfrutamos del silencio.
Cerca de 30 minutos más tarde, llegó la comida, y me llevé una grandísima sorpresa cuando veo mi plato, y este decía.
¿Te casarías conmigo?
Miro a Erik completamente sorprendida, y me fijo que estaba arrodillándose a mi lado, lo miro a los ojos.
"Tam, desde el primer día que te vi, hace ya muchos años atrás, me di cuenta que llegaste a poner mi vida patas para arriba, que ibas a cambiar completamente mis planes, pero no pude alejarme de ti, aunque sí hice que alejaras de mí, y sufrí como un idiota por eso, pero te volví a encontrar y con un lindo tesoro al que amo, y me diste otro pequeño tesoro" Me dice y yo sonrío con lágrimas en los ojos, si de nuevo estaba llorando "Y sé que soy el idiota más grande del mundo, pero te amo, y quiero estar el resto de mi vida contigo" me dice y yo no tengo palabras, ni siquiera habíamos hablado de casarnos, pero como le iba a decir que no cuando se había tomado el tiempo de hacer todo esto.
Y ya que no podía hablar, comienzo a asentir y trato de buscar las palabras, pero se me hacer casi imposible el hablar.
-
Basta decir que ha sido cerca de un año desde que Erik me lo propuso, y el gran día era hoy, me había levantado súper temprano, solo estaba Emma conmigo, Leo se había ido con su padre al hotel, yo estaba en casa, mis padres habían viajado, las chicas también, no me creía que este día había llegado ya, no me creía que iba a ser la esposa de Erik Durm dentro de unas horas, estaba en un ensueño, me estaban maquillando mientras que Emma jugaba con Vir en la cama, la niña reía y me hacía sonreír.
Las horas se pasaron volando, estábamos todas listas, Emma lucía tan linda en su vestidito que me la comía, íbamos en el auto a la iglesia, había un montón de periodistas afuera de la iglesia, nos bajamos, ya estaban todos los invitados dentro de la iglesia. Erik estaba en el altar, lo miré y mordí mi labio, luce tan bien en traje, Emma entra caminando de la mano de mi madre, y Leo corre a abrazarla. Llego al altar del brazo de mi padre y me entrega a Erik, lo miro a los ojos y sonrío aún más.
"Luces hermosa" Me dice.
"Tú luces genial" digo y besa mi mejilla.
La ceremonia pasa rápidamente, y me pongo algo nerviosa, cuando el sacerdote le pregunta a Erik si quiere casarse conmigo, ya que se demora un poco en contestar, me mira a mí y luego a los niños, siento el miedo de que salga corriendo, y sé que estuvo a punto de hacerlo por la mirada en sus ojos, pero finalmente responde, un sí que hace que mi respiración se calme.
"Puede besar a la novia"
Y nos besamos.
La fiesta era cerca de la iglesia, bailé con Erik, y nos divertimos con nuestros amigos, fue un día bastante especial, aunque aún me preocupaba el hecho de que Erik haya dudado en la iglesia. Cuando entramos a la habitación de hotel, comenzamos a besarnos, y nos desnudamos lentamente, disfrutando de nuestra primera vez estando casados, entra en mí lentamente, y lo disfrutamos ambos llegando al clímax juntos. Nos recostamos desnudos en la cama y lo miro a los ojos.
"¿Realmente querías casarte conmigo?" Susurro de la nada, ya que no me podía sacar lo que había pasado de la cabeza. Y Erik me mira a los ojos suspirando.
"Estaba esperando esa pregunta" Me dice acariciando mi mejilla. "Cualquier hombre duda en el altar Tam" Me dice besando mis labios.
"Sólo los que no están seguros" Digo en contra de sus labios.
"¿En serio quieres comenzar una pelea en nuestra noche de bodas?"
"No quiero pelear, quiero saber si alguien te obligó a casarte conmigo, noté que querías escapar en medio de la ceremonia"
"Quizás por un momento lo pensé, pero no podría hacerte esto" Me dice y se pone sobre mi cuerpo besando mis labios "Porque te amo, y pensé que lo tenías claro, te amo, y sólo a ti" Me dice y nos perdemos de nuevo en los besos.
Y así es como pasamos de ser 'amigos', a amantes, y finalmente a marido y mujer, y creo que nada de esto hubiese pasado de no ser por Leo, el pequeño Durm.
FIN
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Holi,
han llegado al final de esta historia, pero las cosas no acaban aquí, hay una segunda parte :)
Espero que la haya disfrutado de leer tanto como yo disfruté el escribirla, muchas gracias por los votos y por los comentarios <3
SALUDOS Y BESOS <3
Tam
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Klein Durm // Erik Durm (TERMINADA)
FanfictionErik Durm es un gran futbolista alemán, completamente enfocado en su carrera como para tener distracciones. Tan concentrados que ni siquiera tiene idea de la existencia de su hijo