Capítulo 5

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Y tras ese rato tan maravilloso de almuerzo y las demás horas escuchando a Fia, hablando de su dios griego. Toco la última y milagrosa hora, matemáticas. No soportaba esas horas que tocaban con el maravilloso profesor. Nunca entendía las matemáticas. Me rallaban, nunca las iba a entender, ya me di por vencida. Ni los maravillosos profesores de prácticas que tenía me servían de ayuda. Siempre me tocaban hermosos chicos, con ello ¿Qué quería que aprendiera teniendo mejores vistas en otros lugares?

-Señorita. Señorita Ciavarello.-Dio una gran palmada en mi mesa, ya me tocaba mi momento de volver al maravilloso mundo de la realidad.-Deje de pensar en cosas que no le convienen y piense más en las matemáticas. A ver si así aprueba por lo menos con un cinco.

-Lo que diga profesor.-Suspiré y miré a la puerta.

-¿Se puede?-Y ahí apareció lo último que quería ver.

Las chicas suspiraban. Si estuvieran de pie en fila y con unas faldas las chicas se les podría ver las bragas caídas y el suelo lleno de babas ¿qué le veían? Que me respondieran a esa duda. Es guapo ¿y? Huele hasta aquí que es un usa chicas, que solo las usa para divertirse, ¿nadie podía oler eso? Aparté la vista y vi a mi amiga colocándose bien el pelo. Ella deseaba que por lo menos compartieran por lo menos un hola y no solo miradas. Yo contenta de que no se fijara en ella, no quiero que juegue con ella, que solo la utilice si no quiere quedarse sin sus pelotas.

-Que sea la última vez que viene…-Miró su reloj mejor y gruño.-¿Veinte minutos, enserio?

-Estaba…¿en la biblioteca?-Se recargo el peso en su otra pierna y miraba con esa mirada angelical y gilipollas a la vez.

-No me venga con escusas. Siéntese al lado de Ciavarello.

Y ahora tenía las miradas de todas las chicas en mí. La tensión que notaba me daba miedo. Con la mirada asesina de todas y esas ganas que tenían de hacerme algo no me molaba.

-La otra mesa esta ocupada profesor ¿dónde apoyo mi mochila sino?-Fijo su mirada seria en mí.- Mi mochila necesita un lugar alto donde no se manche y que esté al lado mío, y esta mesa me viene de perlas y…-Su mirada no había cambiado de forma. Aun seguía con su seriedad.-Vale me callo.

Aparté la mochila y se sentó mis arrogante. No me quedó más que seguir la clase que estaba explicando, aunque no me enterara de nada. Antes preferiría eso que echar la mirada al otro lado y verlo ahí a mi lado.

Dejo de explicar y dejo ejercicios para hacer. No tuve otra cosa que hacer. No podía concentrarme en esos ejercicios teniendo a otro haciendo ruidos con sus pies. Giré mi cara y esta a milímetros de la mia. Empezó a sonreír.

-Lo tienes mal.-Soy demasiado imbécil. Me quede observando su sonrisa. Atrapó mi boli y empezó a escribir.

-¿Qué?-Y empezó a tachar todo. Mi trabajo a la mierda. Empezó a escribirlo, para ser chico tenía letra bonita. Garabateaba y en un pequeño instante ya estaba hecho.-Y así es.

-Bien hecho Garibaldi.-Y ahí apareció misteriosamente el profesor. No podía gritar ¡estoy detrás vuestro! O ¡Os estoy vigilando! No…su forma más peculiar era aparecer de la nada.-Creo que te voy a asignar como tutor para Ciavarello, así aprueba de una vez por todas.

-Pro…-Y se fue hacia delante. Gire mi cara a lo especie niña de exorcista y ahí estaba él sosteniendo mi boli y haciéndose el desentendido.-No me lo puedo creer.

-Se va a tener que esforzar en mis clases.-Dijo burlesco.-Te prometo que no suspenderás un examen más.

Gracias que sonó el timbre y me pude ir rápidamente. No me apetecía hablar con nadie ¿por qué a mi? ¿Por qué justo él tenía que saber mates? Yo creía que un chuloputas no le hacían falta los estudios, vaya que no le importaban una mierda ¿no?

-Madame.-Me giré y vi a un chico que me sonaba de algo. Su cara no la recordaba, esos ojos verdosos y pelo castaño ¿por qué no me sonaba?-No me mires con esa cara de asesinar, soy Anthony tu chofer de esta mañana.

Vaya con mi chofer secreto, era todo un principito.

-Me preguntaba si querías que te llevara a casa. No me importaría llevarte vivimos al lado casi y.-Empezó a sonreír y sus ojos se volvieron brillantes.-Te prometo que iremos más despacio.

-me parece…

-Me parece que no va a ir contigo.-Apareció Marco por detrás.- Así que vete, que solo podrás ir.

-¿Quién ha decidido eso?-Le pregunté para que me mirara, que sintiera que existía y que soy una persona que puede hablar. Clavó su mirada en mí. Sus ojos se volvieron de un tono más oscuro y veía los músculos de la mandíbula que se tensaban.

-No vas a ir con el.-Su voz sonaba seria, hizo que me recorriera un escalofrío que no me gustó nada.

-Voy a ir con él ¿algún problema? ¿No? Hasta mañana.-Agarré la mano de Anthony y lo alejé de ahí.- Quisiera ir por ahí contigo para agradecerte ser mi chofer.

-Yo estoy encantado de serlo. Pero aun así acepto. Dame tu número cuando lleguemos y te llamare más tarde.-Guardó las mochilas y me ayudó a poner el casco.-Con el puesto estás muy guapa.

-¡Claro que no!-Le di un pequeño empujoncito y el empezó a reírse. Me contagio esa risa.

Nos montamos y giré la cabeza hacia atrás. Ahí estaba él, con Vinny y unos amigos suyos. Su mirada directamente en nosotros. No podía decir cómo sería aquella expresión. Pero buena no era, ¿qué le importaba a él con quien iba?  

-Vámonos.-Dijo por encima del ruido de la moto. Agarró mis manos y se las llevó a su cintura.

Sonreí por aquel gesto de él y apoyé mi cabeza en su espalda. Desaparecimos de ahí rápidamente.

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BUUAAAAANOOO CHICAS PANDAS AQUI ESTOY OTRA VEZ Y CON CAPÍTULO PROMETIDO DEL VIERNES, ESPERO QUE OS GUSTE. COMENTAR. VOTAR Y SI QUEREIS COMPARTIRLO (:

ESPERO QUE SE OS VENGA UN BUEN FINDE A TODAS DESPUÉS DE ESTA SEMANA AGOTADORA Y MMMM...... NO ME VOY AQUÍ A PONEROS UN TESTAMENTE.

QUE ESO, QUE OS DIVIERTA EL CAP ¿qué os parece esa actitud tan rara de Marco? Extraña ¿ah?

UN ABRAZAZOOO PANDIL A TOODAS Y BESOS AMOROSOS Y HASTA EL VIERNES!! <3 <3

Aléjate de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora