El camino a casa fue entretenido, como lo prometió, Anthony fue más despacio que esta mañana.
Nada más abrir los ojos de nuevo veía mi casita delante de mi. Nos bajamos y me ayudó a quitarme el casco.
-Gracias.-Le dedique una pequeña sonrisa agradecida.
-No hay de que, señorita.-Se puso a hacer una reverencia que causó que me riera.
Nos pasamos los números cómo lo prometimos y lo vi alejándose de mí, causando más grande mi sonrisa. Me volví y empecé a caminar hacia la puerta.
Justo cuando abro la puerta mi abuelo se cae encima de mí.
-¿Abuelo, que hacías? No me estarías espiando, ¿verdad querido abuelo?-Le dije mientras hacía que se incorporar
-Yo...-Miro hacia los dos lados mientras se revolvía el pelo.- ¡No me digas que por aquí no se va a la cocina! Si es que tu abuelo ya chochea… Bueno voy a buscar la cocina que yo creo que tu padre la ha escondido para que no pueda ir a comer un trozo de pan por lo menos.
Me reí y subí a mi habitación a dejar las cosas y ponerme una ropa más cómoda. Cada vez las escusas de mi abuelo eran las peores, ya cada vez era más difícil de creerle. Me acosté en mi cama y empieza a sonar mi móvil. Veo la pantallita y era mi amiga Fia.
-¿Por qué te fuiste sin mí?
-Hola a ti también.
No cambies de conversación, ¿sabes que duro ha sido para mí esperarte al lado de Vinny, el sexy Marco y sus amigos?
-Muy duro lo veo yo para ti.-Me empecé a reír causando a ella que soltara una pequeña risa.-Me fui con Anthony, un bombón de persona. Me quiso traer hoy también y pues nos fuimos juntos otra vez. Además…
-Uuuyyy, esto suena a cosa ardiente, ¿seguro que habéis ido directamente a casa?
-¡Fia!
-¿Qué? Bueno… ¡No tengo la culpa de pensar mal! Si me contaras más y para ello que mejor quedando esta tarde con tu apreciada amiga y tener una tarde como las de antes.-Me propuso alargando las palabras y dramatizando un poco. Típico de ella.
-No puedo, he quedado con Anthony.
-¿¡Qué!? Esto era punto de día para habérmelo contado antes ¿por qué no lo has hecho?-Empezó a gritar como loca, hizo que apartara mi móvil de mi apreciada oreja.-Hay que ponerte guapa, con un vestido, un precioso peinado y…
-¡YAA!-Grité para que parara de hacer su listado de cosas.-Solo he quedado con el, esto no es la cita para el baile de graduación.
-Y lo más importante, no te pongas bragas de abuela, tangas y un sujetador sexy.
-¿Tú me has escuchado?
-Que si…lo he captado.-Noté que sonrió.-Pues ya me contarás mañana que tal fue.
-Claro. Te voy dejando ya. Chao amor.
-Chao y recuerda, solo eres mía.
Me reí por aquello y bajé a bajo, encontrando a mi abuelo hablar con Rossana felizmente mientras comía un par de cerezas que tenía él en un bol. Me acerqué a ellos y saludé a Rossana con un beso en la mejilla. Me puso mi plato de comida y empecé a comer, notaba como si alguien me observara, levanté la vista y era cierto, alguien me miraba. Era mi abuelo mientras comía lentamente una de las cerezas. Cada vez achinaba más los ojos y empezaba a comer más rápido.
-¡Luca!-Le dio suavemente en la espalda Rossana, causando que este echara su cereza masticada cerca de mí. Ascazo…-Deja de mirar a la chica así mientras come.