Dulzor de medianoche

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Llegué a casa, no había nadie ni Eric ni papá solo me acosté en mi cómoda para descansar un buen rato pero fueron pasos que invadieron mi cuerpo de terror. Se escuchaban muchas personas abajo me asome por la esquina de la escalera y vi a Eric con un grupo de chicos detrás del.

Al parecer Eric no sabía que llegaba hoy día pero no era necesario bajar. Dentro del grupo estaba Adam, me preguntó que hacia aquí en casa recién llegábamos del viaje pero me dio igual, me fui a acostar nuevamente pero me llegaron mensajes de....Rafael preguntando cómo me encontraba, conteste algo fastidiada pero este no paraba e incluso mando bastantes fotos las cuales las borre al instante.

-Es un tonto...- observe mi imagen en mi espejo y me fije de mis notorios cambios después de volver del campamento.

Mi cabello lo utilizaba más suelto de lo común, sentía menos vergüenza al vestirme y no pasaba horas tratando de buscar algo para impresionar a Adam cada vez que lo veía. Me alegre al darme cuenta del daño que me produje por tanto tiempo me avergonzaba imaginarme a la antigua Alice. Muchas veces me reía sola al recordar momentos en el campamentos donde dejaba en vergüenza a Adam con sus típicos coqueteo.
Trate de dormir pero me sentía observada, alguien tenía su mirada posada sobre la mía y no despegaba ningún segundo. Era extraño por más que observara no había nadie estaba todo vacío y volvía a conciliar el sueño. Me levante para ir por un vaso con agua y comencé a bajar las escaleras temblorosa viendo que mi padre estuviese dormido, efectivamente estaba roncando como nunca salí de su habitación para bajar a la planta baja camine por los pasillos hasta encontrarme con uno de los amigos de Eric y uno de ellos era un tal ¿James? no le salude ni nada pero si noté como su mirada se posó en mi y no la quito en todo momento. No le presté atención pero mire por la ventana que estaba en la cocina y vi a muchos chicos con Eric en fijarme bien note a uno con una espalda que me era muy familiar más de lo normal como la de ¿Rafael? el cabello azabache y piel extremadamente pálida en ningún momento se dio vuelta pero otro Déjà vu apareció en mi mente para dejarme toda la noche pensativa.

A la mañana siguiente los chicos se habían ido uno por uno fuera de casa, pero los murmullos y risas eran notorias aún de la segunda planta. Realice mis actividades normales para tomar el autobús fuera de casa pero en el camino me encontré con Adam en su Volkswagen Golf rojo muy llamativo para mi gusto, me saludo comúnmente y me ofreció llevarme me hubiese negado pero debido al atraso que llevaba entre dentro para saludarle seriamente:

-Buen día Adam. ¿Cómo amaneciste? Oh muy bien gracias Alice gracias por tu preocupación - me imitó burlón con un toque de picardía - Hace unas semanas eso decías todo el tiempo.

Sonreí falsamente tratando de complacerle por mera educación pero este se dio cuenta de mi actitud y paró el auto bajo un árbol, nerviosa le mire aún mas enfada mientras que este me observo detenidamente como si tratara de descifrar un acertijo:

-¿De verdad empezaras a tratarme de esa forma? Alice se que hace un tiempo no era el mejor chico y menos contigo. Puedo admitir mis errores pero me he planteado cambiar desde el campamento que no me he dedicado a hablar con Ashley -

Sus ojos mostraban un particular brillo rojizo, este se acerco acortando cada centímetro entre ambos sentía su respiración sobre la mía. Al notar la poca distancia gire mi rostro algo molesta, sabia el daño causado pero aún así tenía el descaro para volver a hablar conmigo:

-Vamos Adam...-corte toda dulzura- entiende que el daño ya está hecho, si me destrozaste cada noche soñaba en donde te disculpabas por convertirme en lo que soy hoy en día- suspire aireada, esta conversación no llevaba buen camino pero sabía que no habría mejor momento para decirle el resentimiento que tenía- Me cansé de tus engaños.