Dulzor de medianoche

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El ambiente estaba más tenso que la ultima vez en la cabaña junto a Ashley y Rafael, mi mano sostenía un peligroso cuchillo con el destino mi padre... Supe que esto sería complicado y más cuando pase una vida defendiendo a mi abuelo de unos asesinos sin corazón que le arrebataron su vida de una forma horripilante, pues ahora se que esa vida se manchó como lo harían mis manos prontamente...

Estaba en el baño de mi habitación neutralizando mi mente para lo que vendría prontamente, mis manos eran un sinfín de nervios, mis entrañas estaban corriendo una maratón.

Entro por la puerta Allan primeramente y se arrodillo frente a mi pidiendo disculpas, su arrepentimiento era tan grande que me prometió tras haber concluido la misión, irse lejos de Corea y dejar sellado todo.

-Alla existen cosas que no podrás olvidar jamás – Nos dimos un fuerte y cálido abrazo antes de que esta casa se volviese una masacre de enfermos.

-Aquel día antes de la fiesta con Paul... Hicimos una promesa, ¿Lo recuerdas?

Sus ojos tan lindos que poseía se entristecieron al escuchar el recuerdo prometido, sus manos buscaron las mías y se unieron delicadamente:

-Una vez tenga que marcharme no podré volver a verte Alice... Tengo tantas ganas de darte una vida sin problemas, me importas demasiado.

Mi corazón palpitaba rápidamente, estaba verdaderamente sintiendo cosas por ese chico de cabellos claros como la nieve, pero... Nuestro destino no era para que estuviésemos juntos:

-Creo que en alguna próxima vida podremos pasear de la mano en nuestro parque favorito, ver películas tarde por la noche y contarnos historias de misterio en una noche estrellada – Estaba segura de mi decisión, habría querido una historia menos caótica y más centrada entre Allan y yo, pero las circunstancias no lo aprobaban

Mis ojos conectaron con los suyos, estaba claro que el quería algo de mi como yo lo deseaba de él, sus acciones eran torpes y algo indecisas pero el tiempo se va muy rápido. Afirmo que lo besé, sus labios eran fríos como un copo de hielo, fue como acariciar con tu alma una noche nevada bajo el fuego casi extinto.

Un ultimo abrazo y su mirada ya me había dicho adiós, quizás no un adiós eterno, pero si un adiós a esta vida.

La señal por Eric fue dada, me sorprendía la forma en como estos chicos actuaban, James y Rafael cruzaron el umbral para acabar con la fiesta que poco a poco estaría tomando su aire allí abajo:

-Alice, a los cinco minutos que nosotros bajemos al sótano lleva a nuestro padre a su estudio y distráelo. Si no logras inmovilizarlo antes de tiempo Rafael irá hacía el estudio y puede que te ayude, no antes confiamos en que podrás cerrar la historia por tu cuenta.

Me arme de valor, tome una chaqueta de cuero donde podría ocultar el arma sin ser vista.

Los chicos fuero y empezaron la primera parte del plan, tal y como lo planeo Eric, entro la ultima pareja por la puerta del sótano, consecuente a que los chicos sigilosamente entraron tras la última pareja y era mi turno de actuar.

Baje normalmente la escalera, tratando de no hacer sospechar a mi padre quien aún estaba en su habitación, quizás arreglándose, armándose por cualquier reacción negativa de alguno de los compradores. Me escondí entre las plantas de la entrada de la casa y mi padre fue tal como lo planeado hacía su estudio.

Lo seguí sigilosamente e irrumpí su silencio llamando a la puerta:

- ¿Papá? ¿Estás aún despierto? – Eran casi las 04.00 Am así que mi pregunta no fue tan estúpida después de todo.