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Han pasado muchos días, el incidente de esa fiesta mi peor pesadilla y el asco que siento en mi cuerpo al ser tocada por manos extrañas hace que apenas pueda salir de mi habitación.

Eric me deja todas las mañanas el desayuno en la puerta y yo lo recojo a las horas después.

Allan viene todos los días a casa y conversamos a través de la puerta escuchando nuestras respiraciones.

Mi padre todas las noches entra en mi habitación y reconforta mis lágrimas.

Quiero salir de esta habitación una vez más, pero temo a todo lo que pueda suceder fuera de esta, alguna vez mi padre me dijo que el hogar es nuestro nido donde los polluelos maduran y crecen para volar por el mundo adulto, pero nunca me dijo las horribles cosas que existían fuera de casa.

Mamá me llamo hoy por la tarde, me pregunto cómo estaba y que se había enterado por la televisión del suceso, pero solo me dio dinero y un lo siento.

Rafael se coló por mi habitación y casi le muerdo su brazo, solo me abrazo y me acompañó por la noche mirando la luna.

El caso de mi abuelo no lo he perdido de vista y he vuelto a escribir el pequeño cuaderno que James que despedazo hace unos días.

Al estar encerrada en mi habitación descubrí que realmente era muy espaciosa y bonita, tenía varios libros interesantes en esa estantería que abandoné a los once años.

Quizás lo único bueno que descubrí al estar encerrada en mi habitación fue que descubrí los ardientes deseos y amor entre Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy.

Pasaron las semanas, Allan había desaparecido por completo, Paul y Ha-neul no me dirigían la mirada y lo agradecía enormemente. Las clases eran normales, yo seguía estudiando de forma recurrente y cada día me esforzaba más y más por obtener buenas calificaciones, era evidente querer escapar de una ciudad llena de basura y los llamados señores de la noche. Los ataques de Rafael fueron disminuyendo y yo caí en la cuenta que no quería involucrarse con la hermana de uno de sus amigos, a la vez de la golpiza que se llevó la última vez con Allan.

Fue esa misma tarde de primavera en donde en el instituto apareció un carro policía de investigaciones, todos interesados por la posible situación de ¿Qué hacían los policías en el instituto? ¿Acaso otro estudiante vendía droga dentro del recinto y llegaron a encarcelarlo?

Fue en ese preciso instante que un hombre alto, canoso y una nariz tan enorme busco el nombre del joven: Paul Bae y Alice Bracco.

Nos llevaron a una pequeña sala de reuniones del instituto, el profesor a cargo de nuestra clase estaba preocupadísimo mirando el reloj esperando a que el Viejo policía entrara por la sala. Sus miradas eran petrificantes y era más que obvio que estaba muy decepcionado de sus alumnos

-Prefiero realizar esta acción rápidamente antes que alguien tome cartas en el asunto, Paul Bae estas arrestado por acoso sexual y cómplice de violación a una menor de edad.

-Deben estar bromeando! - replicaba Paul indignado - Alice es mi amiga, yo nunca violaría a ninguna chica.

-Estás seguro muchacho? - El policía extendió unas fotos algo borrosas, aun visibles donde salían específicamente la escena ocurrida.

-E-ESE NO SOY YO! - ¡Estaba enloqueciendo poco a poco, pero quizás para mi era algo bueno, caería realmente en su propia trampa - Además analice las fotografías, ¡el joven que esta junto a Alice no se parece en nada a mi! fue tomada por alguien más! estoy seguro

Dulzor de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora