"Soy una chica de provincias, no he roto un plato ni un perdido corazón, puedo pasear por la Plaza sin que las miradas me detengan. Me gustan las escapadas a las rebajas para perderme en los probadores donde los hombres vigilan las cortinillas mal cerradas. Me gusta tomar un vermú con mi apuesto ejecutivo que terminará jugándomela con la rubia de turno. Otro hombre sin futuro. Volveré a los bailes cuerpo a cuerpo, a los besos secretos bajo el aguacero tormentoso en una noche sofocante. Volveré a comerme el corazón para sobrevivir a otro invierno de despedidas napoleónicas. Siempre me quedarán las noches desveladas chateando en las webs de contactos con tipos que buscan esposas complacientes y las tentaciones varoniles en la fila de la carnicería de cualquier supermercado."