Mis ojos permanecían en las manecillas del reloj que estaba un poco más arriba de la pizarra, los viernes suelen ser más tediosos y cansados que los otros días, y es justo en la última clase cuando el caminar de las manecillas se vuelve más lento.
Solo faltaban trece minutos, la punta de mi lápiz golpeaba una y otra vez sobre la madera de mi pequeño escritorio, la clase de Sexualidad del señor Wang era aburrida, es por eso que no solía prestar atención en sus palabras, su voz era tan lenta y parecía un susurro, como si algún ecualizador modificara su voz dejándola en la mínima potencia.
— ¿Por qué los homosexuales deberían tener los mismos derechos que nosotros? — La voz de uno de mis compañeros me sacó de mis pensamientos. La palabra homosexual era tan chocante, me molestaba escucharla — Es incómodo verlos besarse enfrente de nosotros.
—No es incómodo — ¿en qué momento la clase había comenzado un debate? Otra voz resonó en el aula — es asqueroso.
Justo al otro lado del salón se encontraba Jimin, estaba encogido de hombros y permanecía dibujando algo en su cuaderno, él se había declarado gay ante la sociedad desde el año pasado, sin embargo él no podía evitar sentirse intimidado con aquellos insultos que sin ser consiente, terminaban metiéndose en sus oídos.
—Son seres humanos como tú y como yo — Wang se había recargado en su escritorio cruzando sus brazos a la altura de su pecho — no puedes imponerles tu idea de ello.
— ¡No profesor, ellos no son iguales a nosotros! — Hoseok, quien compartía lugar conmigo interrumpió las palabras del señor Wang — No podría imaginarme tener algún tipo de relación con un marica.
— ¡Joven Jung, cuide sus palabras!
—Lo siento profesor, pero es verdad, están enfermos, es nuestro deber ayudarles a sanar — había empuñado su mano golpeándola contra la otra y una sonrisa ladina adornó su rostro.
Hoseok había sido mi mejor amigo desde que éramos niños, a lo largo de nuestra niñez y adolescencia Hoseok había demostrado su nato odio a los homosexuales.
—Además no soy el único que opina eso — se giró para verme, su brazo rodeo mis hombros —, mi amigo piensa lo mismo que yo, ¿no es así Yoongi?
—C-claro.
El tiempo había pasado rápido, los minutos se habían agotado y el timbre era la señal de ello.
Mis compañeros de clase armaron un alboroto al levantarse de sus lugares y guardar sus cosas, entre todas aquellas personas, alcancé a ver la espalda de Jimin salir del salón, sabía que estaría afectado por lo sucedido, tenía que ir con él.
— ¿Por qué no vamos a divertirnos? — Su mano había palmado mi espalda, me giré para verle, su mirada estaba clavada también en la espalda del chico frágil que acababa de salir solitariamente por aquella puerta.
— ¿A qué te refieres Seok?
—Digo que debemos de ayudar a Park con todos sus libros — su sonrisa ladina y un brillo en sus ojos fueron lo último que vi antes de que caminara en dirección a la salida —, parecen un poco pesados. ¡Vamos!
Metí torpemente el resto de mis libros y corrí detrás de Hoseok, lo que estaba a punto de aproximarse no era nada bueno.
—Hoseok, no, ¡espera! — Logré sostener su brazo — Hoseok, es viernes, porqué no mejor nos largamos de aquí, estoy cansado de este lugar.
— ¿Qué? — Su entrecejo se frunció y casi de inmediato desvió la mirada y miró detrás mío — ¿Namjoon, vienes? Molestaremos a Park.
—Claro, no podría negarme — Namjoon era igual o quizás un poco más homofóbico que Hoseok.
— ¡Park! — Emprendieron la caminata gritando al unísono el apellido de Jimin.
Jimin se giró por unos instantes antes de correr en dirección a los sanitarios. Mi cuerpo se congeló, quise correr en cuanto vi que ese par había entrado a los sanitarios detrás de Jimin.
Por un par de segundos, mi cuerpo reaccionó, mis pies me llevaron en esa dirección, la puerta estaba cerrada, tomé valor y la abrí de golpe.
Los libros de Jimin estaban esparcidos por el piso, las hojas arrancadas con los apuntes perfectamente escritos de Jimin yacían dentro de los escusados.
Namjoon sostenía con fuerza sus brazos entonces Hoseok dio un golpe en medio de su estómago haciendo que Jimin se doblara por el fuerte dolor.
—Yoongi, es tu turno.
—No puedo hacerlo — Hoseok ignoró mis palabras y siguió estampando sus puños en el estómago de Jimin.
— ¿Me dejarás toda la diversión a mí? — Tomó los cabellos de Jimin levantando así su rostro — Yoongi, no es divertido si tú no lo haces, acaso ¿olvidaste que este maricon te beso a la fuerza?
Trague saliva y negué con la cabeza. — Tienes razón.
Me acerqué a Jimin, su respiración era pesada, sus ojos estaban cristalizados y sus lágrimas caían en picada manchando la camiseta totalmente blanca del uniforme escolar.
Hoseok se hizo a un lado y el rostro de JiMin cayo bruscamente. Mi mano se posó en su cabeza, ahora era yo quien sujetó sus cabellos levantando su rostro. Sus ojos me miraron y miré como mi silueta se reflejaba en ellos, una leve sonrisa se formó en sus labios y asintió.
—Lo siento — mis labios se movieron sin soltar palabra alguna antes de estampar mi puño en su mandíbula.
✿ Epitafio ✿
¿Lechuga con pan? o ¿Pan con lechuga?
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Epitafio
FanfictionCuando se es adolecente se enfrentan diversos obstáculos en torno a la esencia del ser mismo, inseguridades por la orientación sexual surge a flote, sin embargo, ¿qué se hace dentro de una sociedad homofóbica que solo reprime los verdaderos deseos...