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Al llegar a la casa que le habían conseguido hace ya bastante tiempo a Kate, se paró frente al lugar en donde se supone debería haber una puerta a inhalar algo de aire, Oscar revisa cada rincón de la casa en la cual no se encuentra ni un alma, y ahí se da cuenta que uno de sus mayores temores podría hacerse realidad, sale de la propiedad abandonada y recorre todo el barrio buscando a la única chica que hace su corazón latir sin frenesí.

Pero después de pasar hora intentando localizar a Kate se da por vencido y regresa a su casa,en la cual unos preocupados chicos lo esperan.

-¿La encontraste?. Pregunta el pelinegro a los que el niega suavemente con la cabeza gacha.

-¿Nada, no dejo una nota?¿O cualquier indicio de su paradero?. Esta vez habla el Pelinaranja con mucha preocupación a lo que el Oscar vuelve a negar.

-Darren, enserio la he buscado por todo el barrio y no hay rastro de ella. Habla al pelinegro con obvio desespero en su tono de voz.

-¿Oliver puedes echar un ojo a los otros barrios? y si es posible pregúntale a Simón o a Fidel si los ves. El pelinaranja asiente y sin esperar más sale a todo lo que da en busca de la que el considera como su hermana menor.

Las horas pasan las cuales se transforman en días, dos para ser exactos, y no hay señales de Kate lo cual hace que estén todos muy angustiados.

Por otro lado Kate esta tranquilamente sentada en un parque muy lindo lleno de niños jugando, parejas sentadas y personas paseando a sus mascotas lo que hace que ella recuerde a su fiel compañero canino el cual dejo en su casa. Seguramente sus amigos lo notaron y lo están cuidando o eso espera ella, se levanta y continúa su camino viendo todo a su alrededor hasta que choca con una pared, pero al levantar la vista se da cuenta que no es una pared sino algo peor, es el mismo chico con el cual discutió el otro día.

-¿Otra vez tu?. Pregunta con desagrado viéndola con aires de superioridad, lo que hace que la sangre de la joven hierba de rabia.

-Hola a ti también, es un gusto volver a verte la verdad. Habla con una cantidad muy grande de sarcasmos en su voz.-Pero tengo cosas que hacer. Lo rodea pero las palabras que salen de los labios del chico hacen que pare abruptamente.

-¿Cómo qué? ¿Revisar la basura?. El chico empieza a reír y cuando menos se lo espera un pequeño puño le golpea la mandíbula haciéndolo retroceder y acariciar la zona magullada, cuando va a gritarle unas cosas no muy apropiadas para ser dichas a una mujer nota que ella ya no está, gira sobre sus talones y ve que va bastante lejos ya.

Mientras Kate se siente satisfecha por su hazaña, diciéndose a si misma que tendrá que felicitar a Oliver por enseñarle a defenderse, ya que en las calles eso es muy importante.

Pasa un rato caminando hasta donde sus pies deciden llevarla, lo cual es a su casa, al entrar su amigo canino la recibe con alegres ladridos y subiéndose encima de ella, haciendo que esta caiga al instante mientras recibe lamidas de parte el perro. Decide que va a acostarse un rato y al hacerlo el animal se acomoda junto a ella y los dos caen en un sueño profundo.

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Despierta por un movimiento en su hombro y lo primero que ve son cinco pares de ojos viéndola con un sin fin de sentimientos reflejados en ellos.

-¿Dónde demonios estabas Kate?. La primera en romper el silencio es Maggy mi mejor amiga de cabello rosa, aunque en estos momentos sólo se ve que me quiere matar.

-¿Por ahí?. Responde la chica tratando de sonar segura pero sólo logra que suene a pregunta.

-¿Donde? ¿Sabes lo preocupados que estuvimos? Pasamos dos malditos días buscándote. Lo último le sale a manera de grito haciendo que Kate en haga pequeña en su lugar.

-Perdón, pero en mi defensa es su culpa por querer meterme en una "escuela" a la cual no quiero asistir. Dice a la defensiva cruzando sus brazos mirando a cada uno de sus amigos a excepción de Oscar, trata de no verlo a los ojos ya que al ser traicionada por su mejor amigo le duele mucho.-¿Me podrían dejar sola? En este momento no quiero ver a ninguno de ustedes. Se escuchan los pasos de todos al salir de la casa Y hasta que no escucho más pasos no levantó la cabeza.

Al hacerlo se encontró con la mirada del peliazul con dolor en ellos, lo que hizo que su corazón se estrujara causándole un pinchazo en el pecho.

-¿Qué haces aún qué? Creo que fui muy clara al decir que no quiero ver a a ninguno de ustedes. La rabia que destila por los poros de la joven hacen que Oscar quiera ponerse de rodillas e importarle que lo perdone, decirle que el en un principio no estuvo de acuerdo, pero entendió que era por su bien, hacerla entender a ella que el mataría por su bienestar, pero lo único que hizo fue bajar la cabeza y lanzan un suspiro lleno de pesar para después retirarse de la vivienda.

Los opuestos se atraenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora