NARRA CAMILLE
Cuanto tarda... Se ha ido hace 40 minutos. No creo que le haya pasado nada malo, pero con ese loco como padre, quien sabe. Me estoy empezando a preocupar por él.
Esperaré 10 minutos más, empiezo a sentirme mal por haberle dejado ir solo sabiendo como van las cosas en su casa.
(Pasados 10 minutos)
No espero más, voy a ir a ver.
Estaba preocupada por él, pero no tanto como para ir corriendo, así que fui andando.
No tardé mucho en llegar, pero cuando lo hice, no se escuchaba absolutamente nada. Fui hasta la puerta, y escuché a alguien llorar.
Llamé a la puerta 4 veces. Entre nosotros dos, siempre dábamos 4 golpes a la puerta pausados, para saber que éramos o él o yo el que llamaba a nuestra puerta. Escuché la voz de su madre decir:
- Pasa, cariño.
Abrí la puerta, ya que estaba abierta. Vi a su madrecon una mejilla roja, como de un golpe. La nariz también estaba roja, pero de haber llorado. Los ojos los tenía hinchados por el mismo motivo. Tenía la base de una copa rota en la mano. No entendía nada de nada.
- ¿Estás bien, Lynn?
- Si te soy sincera... No.
Lynn es el nombre de la madre de mi mejor amigo. Ella y yo, éramos muy amigas. Cuando sufría maltrato, me llamaba, y aunque sea más pequeña que ella, le daba consejos. Muchas veces, el consejo era que denunciara, pero sin saber porqué, ella retiraba las denuncias que su hijo ponía por ella.
- ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está?
- La respuesta a esas dos preguntas, está en la cocina.
Mientras me dirigía a la cocina, no dejaba de preguntarme por qué no había venido mi mejor amigo a recibirme en la entrada, o por qué no había exclamado: ¡Chica de azul! al oír los 4 toques en la puerta, o por qué no me había dicho por a ventana que no había helado de frutas del bosque. Son cosas que él siempre hacía, no entiendo por qué esta vez no las había hech..
Mierda. Lo vi. Lo vi, lo vi.
Todas mis preguntas se respondían en una palabra: Muerto.
Pequeñas lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. Puse mis manos tapando mi boca.
Me acerqué a él corriendo, y puse mi mano en su pecho. No, no tenía pulso.
Fue entonces, cuando besé a mi mejor amigo. No sé por qué lo hice. No sé si lo hice para saciar mis ganas. No sé si lo hice por intentar que despertara, como en las películas que siempre me ponían de pequeña. Lo que si sé, es que le besé tantas veces como la vida me hubiera permitido, pero no pude hacerlo, pues Lynn, dijo:
- Lo siento, Cam, no te mereces esto
- Tú tampoco, Lynn. Además, tú eres su madre.
- Tú la chica a la que él quería
- ¿Cómo sabes eso?
- Sé por quién está loco mi hijo.
- No quiero sonar egoísta, pero, ¿si él me quería, por qué nunca me pidió que fuéramos algo más? - dije, extrañada
Ella, no dijo nada. Sólamente me dio lo que parecía una nota bastante larga.
- Es la última nota que te escribió mientras estabas en coma. Deberías leerla.
Abrí la nota, y en el título ponía: Nota 619
Ya había llorado unas cuantas veces mientras la leía, pero al acabarla, no soporté no volver a hacerlo.
Miré a Lynn y le dije:
- Así que fui su chica de azul desde siempre...
Las comisuras de los labios de Lynn se elevaron, formando una sonrisa muy tierna.
- Él siempre te quiso, Camille
Sonreí levemente:
- Y yo siempre quise a Matthew, Lynn
Ya sabéis el nombre del chico. ¿Qué os parece?
Votar y comentar si os ha gustado >w<
En el próximo capítulo la nota de Matthew que Amy ha querido guardar para no dañar a Camille... (Eso lo dice Amy en el cap. 32)
¿Qué creéis que dice la nota? *_*
ESTÁS LEYENDO
¡Hey, tú, chica de azul!
Short Story¡HISTORIA SIN CORREGIR! Camille se despierta en la cama de un hospital. No sabe lo que hace allí, así que se desconecta de todas las máquinas a las que está conectada y se va a casa. Una semana más tarde le escribe un desconocido. Al parecer, tiene...