- ¿Qué vas a disparar tú? Ni siquiera tienes pistola, mocos..
Saqué el as que tenía en la manga, bueno, en realidad era una arma. Era una pistola. La tengo desde hace unas semanas que ya la tengo, pues mi padre cada vez se pasa más con mi ángel protector.
Mi madre.
- Sí que la tengo papá. Y no creas que no sé usarla, porque sé. Y muy bien.
- ¡Cuidado cielo!
No lo vi venir, pero mi padre se abalanzó contra mi, y ambos nos caímos al suelo. Intenté quitarle la pistola, pero me dio una bofetada. Con mis pies, intenté quitarle de encima mío, pero no pude. Hice algo mejor. Le di lo más fuerte que pude donde a un chico le duele más. Gritó, y retorciéndose de dolor y con ayuda de la fuerza de mis pies, conseguí que se cayera para atrás, y se dio con la cabeza.
Se estaba frotando la cabeza a causa del golpe que le había dado. No sé porque, mi madre se fue a otra parte de la casa, pero no me importaba, porque mi padre se empezaba a recuperar mientras se levantaba.
Cuando acabó de levantarse, llegó a la altura de 1.80 m, y sonrió como si algo malo fuera a pasar. Me hizo sentir inferior, pero entonces me acordé de mi objetivo. De mi meta. De por quién luchaba. Luchaba por mi madre. Ella siempre luchó por mi por todo. Siempre me decía que me fuera a jugar con mis amigos cuando sabía que mi padre la iba a pegar. Me había estado protegiendo todo este tiempo, y ahora yo debía hacerlo por ella más que nunca.
Mientras pensaba en mi madre, mi pesadilla me dio un puñetazo en el vientre, causándome un dolor que no se puede expresar con palabras. Lo más rápido que pude, pasé por debajo de las piernas de mi padre, me levanté y estaba detrás de él. Salté con todas mis fuerzas, apoyándome en él, y le di con la pistola en la cabeza. Aprovechando que estaba arriba, me agarré a su espalda. Como si me fuera a montar a caballito, como lo hacía de pequeño.
Con la diferencia que ahora sabía encima de quien me subía.
Le tapé los ojos, y empezó a tambalearse hasta que cayó al suelo. Gracias a mis reflejos, conseguí saltar antes de caerme con él.
Aprovechando de que estaba en el suelo, fui corriendo a hacer una llamada. No llevaba ni 20 segundos, que mi padre me cogió del cuello. Me subió, restregándome contra la pared, y empezó a ahogarme contra ésta.
- Hasta aquí has llegado.
Sentí que me estaba muriendo, y él no se daba por vencido. Así que como pude, le escupí en la cara.
Antes de que dijéramos nada ninguno de los dos, mi padre cayó al suelo después de un sonido como de... ¿Cristal rompiéndose?
Mi padre cayó al suelo, mientras yo también lo hacía ya que me había soltado. Detrás de mi padre, vi a mi madre.
Estaba con la base de la copa de la que bebía mi padre alcohol en la mano, medio rota.
- Nadie toca a mi hijo. Mucho menos tú, imbécil.
No me lo podía creer, ¡Mi madre había dejado a mi padre inconsciente! Le había dado en la cabeza con su propia copa.
- Te la debía, chico de azul.
Mi madre, suele llamarme chico de azul. Sabe que yo llamo así a Cam, y mi madre me llama igual.
Abracé a mi madre, me había salvado la vida.
No duró mucho nuestra felicidad, pues se escuchó como mi padre le quitaba el seguro a su pistola, y apuntó a mamá. Sin hablar, sólo moviendo los labios, le dije a mi madre: Confía en mi. Pareció entenderlo, me sonrió.
- Vale ya de hablar.
- No te atreverás
- ¿Quieres comprobarlo?
- Lo compruebo yo mismo
Apunté a mamá.
- ¡Así me gusta, hijo! - exclamó el desgraciado
- Lo siento mamá, te quiero.
Le quité el seguro a mi pistola, y apunté a papá.
- Papá
- ¿Si, querido?
- Vete a la mierda
Finalmente, me apunté a mi.
- Espero, mamá, que tengas una mejor vida y que no tengas que ver nunca más a este descarado.
- Papá, tú no te tendrás que preocupar por verla más. Estarás el resto de tu vida entre rejas. He llamado a la policía, he dicho que tienes una pistola guardada y que estás loco. Por cierto, ¿qué hace una persona con una pistola en la mano?
- Disparar
- Exacto
Llevé la pistola a mi cabeza, y disparé. Mi padre puso cara de sorpresa, mientras mi madre, enía hacia mi llorando y sollozando.
- Mamá.. Quiero que sonrías. - después de intentarlo varias veces, lo consiguió.
- Gracias mamá. No quería que mi último recuerdo fuera verte llorar.
No aguanté más, caí al suelo, quedándome dormido. Dormido, para siempre.
ATENCIÓN: EL LIBRO NO ACABA AQUÍ, HAY MÁS CAPÍTULOS. ESTE NO ES EL FI NAL
CUANDO SEA EL FINAL PONDRÉ "FIN"
Sé que no os esperabais esto, lo sé. Nadie se lo esperaba. Espero que no hayáis llorado.Simplemente, os dejo con vuestros pensamientos (Que podéis compartir en los comentarios)
Espero que os haya gustado el capítulo :) Si es así, votar y comentar :D
Os quiero, chao <3
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¡Hey, tú, chica de azul!
Kısa Hikaye¡HISTORIA SIN CORREGIR! Camille se despierta en la cama de un hospital. No sabe lo que hace allí, así que se desconecta de todas las máquinas a las que está conectada y se va a casa. Una semana más tarde le escribe un desconocido. Al parecer, tiene...