Capítulo 3

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En el interior de la casa conversabamos sobre lo que pasó. Disimuladamente me 

levanté del sillón y caminé hacia la ventana. Aún estaba oscuro y me di con la pata de la mesa. Me quedé contemplando la noche fría y temblorosa. Con esos fuertes vientos que podían matar a alguien. De momento apareció una sombra de una persona pasando por el lado oeste de la casa del vecino derecho. Mi corazón se aceleró porque no me esperaba eso. No le comenté nada a nadie. Me senté de nuevo.

  Cuando todo estaba en profundo silencio, que ni los coquíes se escuchaban, la televisión se prendió sola. De primer instante pensamos que alguno de nosotros había apretado un botón del control sin querer. Pero rápidamente reaccionamos y nos acordamos de que no había luz. La televisión no tiene baterias como para prenderse sin luz. Esperamos unos, verdaderamente, cortos segundos a ver si prendían los demás electrónicos, pero no. Cundió el pánico. Los latídos de cada uno se podían escuchar claramente sin estetoscopio. Por lo menos a mi me dió escalofríos como si alguna prescencia del más allá estuviese a mi lado. Yo soy muy cobarde y me tapé los oídos y cerré mis ojos para evitar ver y escuchar algo que me diera miedo. Mi respiración estaba algo rápida.

  Una luz blanca, casi penetrante, se movía encima de mis parpados. Quería dejar mis ojos cerrados, pero a la misma vez quería saber que estaba pasando frente a mi. Hubo una lucha en mi mente. Por último ganó mi gran curiosidad y abrí los ojos.

  Mientras todo permanecía apagado, la televisión estaba prendida. Había un hombre muy guapo, de unos 37 años. Tiene pelo castaño con algunas canas, ojos verdes y pequeños y tez muy blanca. El fondo de la pantalla era azul. Él comenzó a hablar. Pensé que iba a hablar en español, pero hablaba otro idioma que yo no podía reconocer. Jamás en mis 16 años lo había escuchado. Era un idioma sumamente raro. Luego apareció otro hombre en un pequeño cuadrado en una de las esquinas bajas de la televisión. Traducía al español. 

   - Quiero que sepan que Sara está bien. Los hemos estado espiando desde hace muchos años atrás porque queremos saber como son los humanos, y especialmente su familia porque nos atrae su forma de vivir. Bueno, no se asusten cuando los vayamos a buscar porque nosotros no somos malos. Queremos comer su comida, pensar como ustedes. También quiero que sepan que nosotros no somos como nos ponen en sus películas. Tampoco vivimos en naves, eso solo es un medio de transportación. Bueno hasta pronto. - tradujo aquel hombre con un terrible acento

  Esto tiene que ser una broma. Es totalmente absurdo. Nisiquiera parecen extraterrestres. Eso es una persona común y corriente como nosotros, solo que es muy, muy blanco. No quiero que aceptar que estos seres no comunes aquí existan. Es que no puede ser. Quiero llorar!

  Había un tornado de opiniones, lloriqueos y mucho miedo. Nadie podía creerlo. Quié lo creería? Ni los científicos. Todos estabamos anonadados. No sabías que debíamos hacer. Mi abuelo tiraba maldiciones pues pensaba que era una broma. Mi madre estaba nerviosa. Los niños lloraban. Y yo estaba en una esquina del sillón con los brazos alrededor de mis piernas encogidas, pensando. Pensando en esta gran estupidez; en esta estúpida broma de muy mal gusto que nos habían hecho.

  Horas después ya estaba más tranquila porque me puse a escuchar música con mi mp3. Estaba escuchando Asking Alexandria. No me gusta mucho el death core, pero mis amigos rockeros me lo han introducido. Ami me gusta más el rock alternativo o el metálico. Tenía el volumen en lo más alto y no podía escuchar nada.

  Aún permanecíamos todos en el mismo lugar. Algunos aún permancían pensando en lo mismo. Por ejemplo: mi hermano. Aunque se veía muy concentrado en el Nintendo Ds, tenía un miedo profundo. Él es de las personas que se quedan pensando en lo mismo por varios días hasta que por tanto pensar, se le olvida lo que estaba pensando. Todavía es casi un bebé, pero se toma las cosas muy a pecho. Yo no puedo ser así. Leilani me miró y dijo algo que no pude escuchar, pero si pude leer sus labios. Dijo "Qué es eso?"

GartianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora