- ¿Tu eres el bibliotecario? - pregunté
- Exactamente. - respondió él muy amable
- Emm... pues te preguntaré algo a ti ya que en la oficina no supieron explicarme. -
- Dime, con gusto te contesto. -
- ¿De qué son los examenes para escoger el grupo? -
- Son intelectuales y físicos. ¿Ya estas preparada? -
- No. Por eso pregunto. No sabía sobre qué eran. Pero gracias por decirme. -
- De nada. -
El bibliotecario no era un robot porque no tenía la marca en el cuello. Me pareció muy amable. Era alto, pelo castaño, super blanco, guapo y ojos marrón claro. Me cayó muy bien.
Fui corriendo hasta afuera para irme con el chofer. Ya estaba un poco tarde. Él estaba allí parado en el lugar de siempre.
- ¿Señorita, dónde estaba? - preguntó el chofer
- Sorry... -
- Disculpe, no puedo identificar esa palabra en mi diccionario español. -interrumpió
- Es perdón en inglés. -
- Oh. Prosiga. -
- Estaba en la biblioteca preguntando algo. -
- Está bien. La próxima vez me tiene que avisar. -
- Si, si. -
En la biblioteca de la casa busqué información en todos los libros y no encontré nada. Decidí estudiar cualquier cosa. Ciencias, Matemáticas; traté de buscar la historia de este mundo y no había nada. Yo que creí que los extraterrestres lo sabían todo y que tenían todo tipo de información, pero no es así. Aunque quizas son tan inteligentes que no necesitan tener la información en libros o internet.
Los dos proximos días los pasé estudiando y estudiando aunque no me aprendía casi nada. No soy de este tipo de personas que aprenden las cosas así de fácil. Yo necesito de un maestro que me explique cada detalle y asi me aprendo las cosas. Estos libros hablaban, pero a mi no me funcionaba así. Cuando llegó el día tan esperado, estaba sumamente nerviosa. Creo que me preparé más o menos; estudié y también hice ejercicios.
Llegué a la oficina con la camisa azul. Al lado de la puerta se encontraban las sillas, eran normales igual que en mi planeta. Frente a ellas estaban las paredes de oficina, hechas de cristal, que dividian los escritorios. Me temblaban las piernas y tenía el cuello tiezo por los nervios. Me senté a esperar que me atendieran, que por lo menos me dijeran a donde tenía que ir. Bajaba y subía el pie derecho en expresión de ansiedad y sobaba mi pelo negro con la mano izquierda. Al fin apareció una robot con una bata en la mano de esas que se ponen cuando estas en el hospital. ¿Será para mi? Me miró y sonrió ella.
- Buenas mañanas, Bettis. -
- Buenos días... robot. -
- Mi nombre es Fushoc. -
- Oh... Fushoc. -
- Este es tu primer día de las pruebas "Escoger". -
O sea que son varios días, pensé.
- Tendrás que utilizar este vestido para tu prueba intelectual. - continuó
- ¿Qué me van a hacer? - pregunté asustada y con los ojos bien abiertos
- Su prueba.. - sonrió - Sígame, por favor.
Me paré y la seguí. Entró por un pasillo blanco que estaba situado en la misma oficina, era largo y estrecho. Al final del pasillo se encontraba una puerta. La puerta subió y una luz blanca chocó con mis ojos. Me acostumbré a la luz y pude ver una grande habitación blanca; en el techo era de cristal y solo entraba la blanca luz por ahí, pero no se veía el negro espacio estrellado. A un extremo de la habitación se encontraba un espejo. Ya me imagino qué clase de espejo era este.
ESTÁS LEYENDO
Gartian
RomanceUn simple día gris le cambió la vida a Kriss rotundamente tras ser raptada, junto con su familia, por unos seres raros. De camino al nuevo planeta, conoce a uno de estos seres y queda flechada, como amor a primera vista, aunque ella no cree en tal c...