Escrito en los genes

Capítulo 1

"Somos una raza avanzada de monos en un planeta menor de una estrella muy promedio. Pero podemos entender el Universo. Eso nos convierte en algo muy especial."

Stephen Hawking

Puebla de Zaragoza, México
Viernes, 12 de octubre de 2040

-"El Presidente de la República Octavio Cervantes publicó anoche en su cuenta oficial de Twitter que el día de hoy en punto de las 12 del mediodía dirigirá un mensaje a la nación. En su publicación se lee que 'es un mensaje de interés nacional, el cual se transmitirá a todos los sectores de la población. Por lo tanto, les pido a todos los mexicanos que estén pendientes de lo que voy a decirles, ya que es algo que cambiará el rumbo de nuestra nación' ".

-Vaya, parece que mi padrastro sí va en serio- dije, mientras me llevaba una cucharada de cereal a la boca.

Nunca en mi vida creí que este día que parecía tan normal terminaría con algo así. Era algo que nadie se habría imaginado, o más bien algo en lo que nadie había creído que fuera posible. Y tal como lo dijo mi padrastro el Presidente, fue algo que efectivamente cambió todo para todos.

Pero antes de contarles esto, es preciso que se sepa quién soy, para no crear confusiones (más de las que están por crearse).

Mi nombre es Gustavo Martínez. Nací y he vivido toda mi vida en la ciudad de Puebla, tengo 19 años y estudio la licenciatura en biotecnología en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), además de jugar en el equipo de futbol de Lobos BUAP.

Llevo el apellido de mi madre Alicia desde que tengo memoria, ya que al parecer mi padre nos dejó por alguna razón. Pero desde los diez años mi padrastro Octavio ha estado con nosotros y nos ha cuidado, a tal grado que puedo decir que él ha sido un padre en todo el sentido de la palabra.

Sin embargo, tuvo que dejarnos cuando fue elegido candidato a la presidencia de México debido a que aún no se había casado con mi madre, lo cual según su partido político "estaría mal visto por la sociedad mexicana". Pero no nos dejó desamparados: siempre se comunica con nosotros y me ayudó a tener un lugar en la universidad y a mudarnos cerca para que me sea más fácil trasladarme. Y aunque no nos ha visitado personalmente desde que nos tuvo que dejar cuando yo tenía 15, lo aprecio mucho y es alguien a quien admiro, sobre todo desde que resultó electo presidente hace cuatro años.

Oh, casi olvidaba hablarles de mis mejores amigos de toda la infancia. A los tres los conocí en el kínder, y hemos sido inseparables desde entonces.

Primero está Hugo, mi mejor amigo, alguien que comparte mi gusto por el futbol, aunque no por el mismo equipo, y desde siempre tratamos de superarnos el uno al otro al jugar, y aunque su actual gusto por los videojuegos le ha quitado algo de habilidad, muy pocas veces he podido vencerlo en una partida.

Después está Irene, mi mejor amiga. A ella siempre le cuento todo, y ella siempre me cuenta todo a mí. Desde que la conocí le ha gustado llamar la atención, aunque no precisamente a base de subirse a un escenario: le encanta disfrazarse, ya sea de algún personaje de caricatura, de película, serie o incluso de una persona famosa. Y hemos de reconocer que sus caracterizaciones son excelentes.

Y por último, pero no menos importante, está Cristina. Desde que la conocí me ha parecido muy bonita, al punto de que llegaba a hacer tontadas para llamar su atención. Ella es muy seria y algo callada, pero muy responsable e incluso tímida. Cuando nos conoció le daba miedo estar cerca de nosotros, pero después de todo este tiempo siento que ha obtenido confianza para poder "soltarse" más. Y bueno, ahora que estamos grandes, debo confesar que siento algo más que una simple amistad hacia ella. Es algo que he sentido desde hace unos pocos años, pero nunca se lo he dicho como tal, y tampoco estoy seguro de lo que ella sienta por mí más allá de nuestra amistad tan duradera.