Me sorprendo gratamente y a penas puedo aguantar la emoción. Dado que mi sueldo no estaba mal pero enviaba dinero a España no me había planteado jamás poder viajar tan lejos, y más a un lugar así.
Suspiro y espero a que baje el avión un poco impaciente y temerosa.
Tras unos 20 minutos aterrizamos y respiro más tranquila, aunque me doy cuenta de que he estado apretando su mano todo este rato. Cuando miro mi mano su camisa se había subido un poco y se me podían ver un poco las cicatrices, rápidamente retiro mi brazo de ahí y me bajo la manga. Él me mira cuando ya he realizado el movimiento, por suerte.
Ya parece más normal y vuelve con una sonrisa socarrona.
-Vas a asarte de calor con eso.-Levanta una ceja mientras examina mi ropa.
-No creas. Soy friolera.-Le digo.
Mentira, vengo de el norte de España y aseguro que no hace nada de calor ahí, estoy fabricada para el frío.
-Grecia es caluroso amor, y aunque no me importe verte sudando mi camisa te dará un maldito golpe de calor.
-¿Y tú que? Llevas un maldito Esmoking.-Le digo evadiendo los apodos cariñosos de su boca y el echo de que sabía lo de su camisa y no dijo nada.
-Yo estoy acostumbrado.
Se desata y un montón de chicos llegan a coger maletas y cosas.
Yo le imito y me levanto, pensando en cuántas veces habrá estado él aquí.
A su lado fuera de mi consulta me siento como si no pudiera preguntarle nada, como si fueramos amigos y ya está.
Los dos bajamos del Jet y el calor llega a nosotros como un montón de mantas de abrigo, él parece entero pero yo me siento como un helado derritiéndose.
Nos espera un grupo de personas con traje que saludan de la mano a El Joker, llevan agendas y bolígrafos.
-¿Κιεν εσ λα βελα σενοριτα?-Pregunta un hombre con ropa blanca.
-Εστα εσ μι μuχερ, Ακαθια.-Responde El Joker, mirándome sonriendo.
-Διλε κε εσ μυι ερμοσα.- Vuelve a responder el hombre, y me da una sonrisa.
Todo el mundo me mira, apuntan y El Joker ríe y luego me mira y me da la mano.
-Tu belleza es llamativa aquí Acacia, me ha pedido que te diga que eres hermosa.-Me quedo boqueabierta y a parte no se cómo sentirme ante su tacto en mi mano, sus dedos huesudos envolviendo los míos.
Ellos vuelven a hablar mientras yo observo el paisaje y nos vamos dirigiendo a una limusina blanca enorme.
Detrás de nosotros la escalera del Jet sube, y en el cielo los pájaros pasan sobre nosotros. Al horizonte se ven casas blancas preciosas y ante toda la situación mi corazón late desbocado.
Nos metemos en la limusina y me siento en el medio, los hombres del Joker entran y por último él, los hombres se quedan fuera con sus libretas y despiden con la mano.
-¿Quiénes eran?-Pregunto cohibida.
-Gente que se interesa por mí por el dinero.-Responde con una carcajada verdaderamente estrepitosa.
Me remuevo incómoda en el asiento pensando de nuevo en donde estoy, con quién y por qué.
Si lo piensas fríamente, es un secuestro... ¿Estoy idiota? Por supuesto que es un secuestro, me doy cuenta de que intento quitarle hierro a asunto porque hay una cosa que me da miedo y no es él, es que no me siento mal con él, ni disgustada con haber venido a Grecia.
En el viaje me coloco cerca de la ventanilla, viendo el cielo azul y las casas blancas a los lejos, palmeras y gente con ropa suelta y de colores pastel.
Oigo su risa cerca de mí, ha parado la conversación con esos hombres y él se junta más a mí.
-¿Te gusta?-Pregunta con una sonrisa muy encantadora.
Los hombres me miran esperando una respuesta y trago duro.
-Sí.-Digo secamente, tragándome la emoción de el viaje.
-Oh por favor vosotros a lo vuestro.-Les dice, viendo que ninguno tiene prisa por quitar los ojos de encima de mí.
